• No results found

Igualdad y diferencia : Dinámica entre ideales de género de la vidacotidiana y el discurso estatal cubano

N/A
N/A
Protected

Academic year: 2021

Share "Igualdad y diferencia : Dinámica entre ideales de género de la vidacotidiana y el discurso estatal cubano"

Copied!
17
0
0

Loading.... (view fulltext now)

Full text

(1)

RUTH No. 5/2010, pp. 81-97

SILJE LUNDGREN*

Igualdad y complementariedad.

Ideales de género en la vida cotidiana

y el discurso estatal cubano

Existe un inmenso cuerpo de literatura sobre «mujeres en Cuba». Uno de los temas princi-pales durante la última década, en la investigación dentro y fuera de Cuba, aborda los cambios en las relaciones de género después de la crisis económica de los años 90. El enfoque en las reformas legislativas dirigidas a un cambio de la situación de las mujeres en el país, corre el riesgo de reforzar la separación entre el discurso estatal y los ideales de género en la vida cotidiana, y las aparentes contradicciones que esta separación conlleva. Este artículo pretende analizar la dinámica entre estos dos niveles a fin de entender el discurso estatal cubano en relación a su contexto generizado.

«Una Revolución dentro de otra revolución». Así definió Fidel Castro en 1966 el proceso de reformas para cambiar la situación de la mujer en Cuba después de la revolución de 1959 (Castro, 2006). En este artículo elaboraré mi interpretación de este enunciado.

Existe un inmenso cuerpo de literatura sobre «mujeres en Cuba». Uno de los temas principales durante la última década, tanto en la investiga-ción publicada dentro como fuera de Cuba, aborda los cambios en las relaciones de género después del Período Especial, la crisis económica de los años 90 (Aguilar, Popowski y Verdeses, 1996; Holgado, Fernán-dez, 2000; Núñez Sarmiento, 1993; 2001; Pérez Izquierdo, 2003; Pear-son, 2001; Vasallo Barrueta, 1997; 1999; 2004; Toro-Morn, Roschelle et al., 2002).

Además, la investigación publicada en Cuba ha dedicado mucha aten-ción a relaciones de género y relaciones familiares (Álvarez Suárez, 2000; * Doctoranda en Antropología Social, Universidad de Uppsala, Suecia.

(2)

Álvarez Suárez y Catasús Cervera, 1994; Álvarez Suárez, Díaz, 1996; Arés, 1990; 1997; 1998; 2006; Benítez Pérez, 1999; 2003; Catasús Cervera, 1999; Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociológi-cas, CIPS, 2001; VVAA, 1992; Díaz Tenorio, 2001; Pedroso, 2000; Reca, 1990; Vera Estrada, Díaz Canals, 2008), diferencias entre mujeres (Fernández Rius, 2000; Núñez Sarmiento, 2004; Pérez Rojas y García, 1997; 1999), mujer y poder (Álvarez Suárez, 1999; Echevarría León, 2004; Echevarría León, Gutiérrez y Togores, 2004), el papel de las mujeres en la historia cubana y en movimientos revolucionarios (Gon-zález Pagés, 2001 a; 2003 a). Existe también un nuevo cuerpo de inves-tigación sobre masculinidades (González Pagés, 2001 b; 2003 b; Sierra Madero, 2002; 2003; 2006).

En la investigación publicada fuera de Cuba, algunos temas princi-pales han sido las reformas legislativas sobre los derechos de las mujeres durante el proceso post 1959, y sobre todo se ha dedicado mucha aten-ción a analizar el Código de Familia del año 1975 (Bengelsdorf, 1988; DuMoulin y Larguia, 1986; Rosendhal, 1992; Safa, 2005; 2009; Shayne, 2004; Smith y Padula, 1996; Smith, 1992; Stone, 1981; Stubbs, 1994; Withers Osmond, 1991; Zubieta, 2002). En los análisis de este proce-so, se ha investigado el papel de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) (Lutjens, 1995; Fleites-Lear, 2006; Shayne, 2004; Smith, Padula, 1996), la relación entre la Revolución y el feminismo (Aguilar, Chenard, 1994; Bengelsdorf, Stubbs, 1992; Domínguez, 1987; Lutjens, 1995; Randall, 1972; 1974; 1992; Randall y Janda, 1981; Shayne, 2004), y mujeres en posiciones políticas en Cuba (Luciak, 2005; 2007).

En mi opinión, el enfoque en las reformas legislativas dirigidas explíci-tamente hacia un cambio de la situación de las mujeres en el país, refle-jado en mucha de esta literatura, corre el riesgo de reforzar la separación entre el discurso estatal y los ideales de género en la vida cotidiana, y las aparentes contradicciones que esta separación conlleva. Este artículo pre-tende analizar la dinámica entre estos dos niveles a fin de enpre-tender el discurso estatal cubano en relación a su contexto generizado.

Se hace necesaria aquí una nota reflexiva sobre la formulación de un problema de investigación. Con razón, la politóloga Sheryl Lutjens ha observado que gran parte de la literatura e investigación sobre las muje-res en Cuba publicada fuera del país, pone el foco en la ortodoxia polí-tica e ignora así los logros substanciales creados (Lutjens, 1995). En

(3)

S

ILJE

L

UNDGREN

/

Igualdad y complementariedad. Ideales de género en la vida cotidiana y el discurso estatal cubano

este sentido, no está de más aclarar que mi intención no es evaluar la implementación de políticas públicas y/o leyes relacionadas con la po-lítica de género en Cuba –que sin dudas son de una radicalidad destaca-ble–. La pregunta en cuestión tiene que ver con el marco de posibilidades creado en la relación dinámica entre discurso estatal y vida cotidiana, es decir, entre el discurso estatal de igualdad y cómo las relaciones de gé-nero son, efectivamente, vividas.

Mi análisis se basa en un proyecto de doctorado sobre género y sexua-lidad en Cuba. Parto de un estudio de la literatura mencionada anterior-mente y de mi propio material empírico. Este material fue recopilado durante dos trabajos de campo en la Ciudad de La Habana en el perío-do 2004-2006, de un total de diez meses, los cuales fueron una conti-nuación de un trabajo de campo del año 2002 de siete meses (en el cual se basó mi tesis de maestría). El material utiliza métodos de observa-ción participante y recoge 50 entrevistas grabadas, tantos individuales como de grupo, con mujeres y hombres de diversas edades sobre temas de género y sexualidad.

1. Definición de la política de igualdad

La investigación sobre lo que aquí nombraré la política de igualdad cuba-na sugiere que esta está basada en teoría clásica marxista, según la cual, la emancipación de las mujeres se alcanza a través de la satisfacción de necesidades básicas por parte del Estado, la socialización de responsabi-lidades domésticas tradicionalmente atribuidas a las mujeres, su acceso a la esfera pública (legislación, acceso laboral) y la educación sexual (Stone, 1981; Stubbs, 1994; Molyneux, 1990). La retórica oficial ha cambiado, de hablar de «incorporar a las mujeres» en la esfera laboral (1966), para pasar luego a enfocarse en la «representación» y «participación» de las mujeres (1974-), hasta finalmente identificar la «igualdad de mujeres» o «plena igualdad» (1975-) como objetivo de la política pública (Luciak, 2005). En este contexto, es importante anotar que el concepto de igualdad en Cuba no connota similitud, sino que se refiere a igualdad de derechos y oportu-nidades o igualdad formal.

La política cubana ha puesto el énfasis en incorporar a las mujeres a la fuerza laboral, con el argumento de que así se logra su independencia económica (DuMoulin y Larguia, 1986; Shayne, 2004; Stone, 1981).

(4)

Las responsabilidades familiares y domésticas de las mujeres se identifi-caron como obstáculos para realizar esta política (Stone, 1981; King, 1977). Los costos de socializar este trabajo y dejarlo a la responsabi-lidad del Estado rápidamente resultaron demasiado altos (Smith y Padula, 1996). La solución fue crear el Código de Familia de 1975 (Nazzari, 1983), en el que se declara que los cónyuges «deben atender al mantenimiento del hogar y a la formación integral de los hijos me-diante el esfuerzo común» (Capítulo IV, Artículo 36, Constitución de la República de Cuba, 1992). Algunos autores han sugerido que a través del diseño del Código de Familia se reforzó el ideal de la familia nuclear como ingrediente fundamental de la sociedad (Stubbs, 1994; también Gotzkowitz y Turits, 1988). Esto lo ejemplifican con las afirmaciones de Blas Roca, en aquel momento director de la Comisión de Asuntos Jurídicos que gestó el Código de Familia, sobre el socialismo como el protector de la familia (Roca Calderío, 1961, citado en Gotzkowitz y Turits, 1988). Estos autores añaden que hay que interpretar estas afir-maciones en relación con la propaganda contrarrevolucionaria del pe-ríodo que decía que el Estado socialista cubano les robaba los bebés a los padres (Gotzkowitz y Turits, 1988). Otros investigadores señalan que el Código de Familia nunca fue interpretado como una ley inter-vencionista; en cambio, se creó como un conjunto de normas dirigidas a influir, en el comportamiento familiar (Bengelsdorf, 1988; Gotzkowitz y Turits, 1988).

El énfasis en incorporar a las mujeres a la fuerza laboral se ha enfoca-do en crear nuevos roles para las mujeres como trabajaenfoca-doras fuera de la esfera doméstica. En términos de Pierre Bourdieu (2001), podríamos argumentar que este proceso ha «rehistorizado» y «desnaturalizado» los roles tradicionales de la mujer, que ya no aparecen como ahistóricos y naturales (Ídem). Partiendo de su análisis podríamos establecer que este proceso, hasta cierto punto, ha desmantelado los mecanismos históri-cos de naturalización y eternización de los roles de género y ha recons-truido «la historia del trabajo histórico de deshistorización» a través de la construcción de nuevas definiciones de los roles de género (Ídem).

Un efecto de este trabajo de reconstrucción es, según Bourdieu, que la dominación masculina deja de imponerse con la transparencia de algo dado por sentado (Ídem). En mi interpretación del caso cubano, este efecto se refleja, en la vida cotidiana, en la fuerte normatividad del principio de igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres. Estas

(5)

S

ILJE

L

UNDGREN

/

Igualdad y complementariedad. Ideales de género en la vida cotidiana y el discurso estatal cubano

normas explícitas se apoyan en una definición de igualdad centrada en la idea de igualdad formal ante la ley. En ese sentido, en un nivel explí-cito, hay un engranaje casi perfecto entre el discurso estatal sobre igual-dad y las normas de igualigual-dad de género en la vida cotidiana, en lo relativo a las definiciones, explicaciones y valoraciones de ellas.

2. Complementariedad de género

Como mencioné antes, Rosendahl sugiere que el concepto de igualdad en Cuba no se define como similitud. Por tanto, esta normatividad de igualdad de derechos y oportunidades no necesariamente se contradiría con el hecho de que los ideales de género de la vida cotidiana estén basados en una idea de complementariedad de género.

Para ejemplificar lo que interpreto como ideas de complementarie-dad de género, utilizo aquí el trato de la maternicomplementarie-dad como clave en la construcción de la feminidad. En mi interpretación, la madre, su traba-jo reproductivo y sacrificio por otros, se manifiestan de formas sacrali-zadas, tanto en la vida cotidiana como en el discurso oficial. Por ejemplo, el Día de las Madres se celebra con regalos y atención, tanto entre la población como en galas oficiales transmitidas por la televisión estatal. En ambos casos, se parece mucho a la atención recibida por las mujeres el 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer. Una interpretación de esta similitud sería que homenajear a las mujeres como mujeres implica o iguala homenajearlas como madres.

Existen otros ejemplos de cómo se ha ensalzado la importancia de la mujer como madre durante el proceso revolucionario, paralelamente a la creación de la idea de mujer como mujer trabajadora. En un discurso de 1975, Fidel Castro explicó que las mujeres son «las criadoras por excelencia de los seres humanos» y que, por eso, «las mujeres merecen consideraciones especiales dentro de la sociedad» (Holgado Fernández, 2000). Durante mi estancia en La Habana en el año 2002, el 8 de marzo se homenajeó con medallas a las madres y esposas de los «Cinco hé-roes» (nombre oficial de un grupo de cubanos, presos en Estados Uni-dos). Hasta su renuncia al cargo de presidente, en febrero de 2008, Fidel Castro mismo publicaba las cartas de pésame dirigidas a colegas revolu-cionarios después de la muerte de sus madres (Castro Ruz, 2008: nota de condolencia por la muerte de la madre de Carlos Lage).

(6)

Otros ejemplos de lo que aquí he nombrado ideales de complementa-riedad de género se ven reflejados en leyes de protección a la mujer. La Constitución cubana establece que el «Estado concede a la mujer traba-jadora licencia retribuida por maternidad, antes y después del parto, y opciones laborales temporales compatibles con su función materna» (Capítulo VI, Artículo 44, Constitución de la República de Cuba, 1992). Históricamente se han establecido listas de trabajos no adecuados para mujeres con el argumento de proteger sus funciones reproductivas (Hol-gado Fernández, 2000; Smith y Padula, 1996).

La celebración de ideales de complementariedad de género también se refleja en la atribución de un papel especial a las mujeres en el proceso revolucionario. En su discurso del 8 de marzo de 2005, Fidel Castro señaló que hay que reconocer el papel importante que han jugado las mujeres en Cuba, quienes han «dignificado a nuestra Revolución» (Cas-tro, 2005). En los programas de televisión para conmemorar el día de la fundación de la FMC, el 23 de agosto de 2006, las mujeres eran nom-bradas con términos poéticos: «Nadie duda que sean fuertes pero, por supuesto, también son dulces y sensibles» (Cubavisión, 2006 a). En la misma noticia, las mujeres eran homenajeadas como revolucionarias rebeldes y como bellas flores.

Como es sabido, desde la crisis económica de los años 90, las condi-ciones materiales, entre ellas la situación de la vivienda, han empeorado significativamente. Esto refuerza la práctica de familias extendidas. Las madres trabajadoras dependen de familiares femeninas para el cuidado de sus hijos y a menudo prefieren esta opción en lugar de dejar a sus hijos en guarderías infantiles. Contar con esta posibilidad de ayuda fa-miliar puede ser clave para la decisión de tener un hijo (Holgado Fer-nández, 2000). Además, existe abundante investigación sobre las nuevas dificultades para realizar el trabajo reproductivo y doméstico, provocadas por la escasez material después de la crisis económica. Las condiciones han hecho que este ahora consuma más tiempo y sea más difícil de combinar con el trabajo asalariado (Aguilar, Popowski y Verdeses, 1996; Holgado Fernández, 2000; Pérez Izquierdo, 2003; Núñez Sarmiento, 1993; Pearson, 2001; Toro-Morn, Roschelle y Facio, 2002; Vasallo Barrueta, 1997 a; 1999; 2004).

Una expresión popular es que, en esta situación, las mujeres se han vuelto «magas» en la casa. Se enfatiza que las mujeres son las «heroínas»

(7)

S

ILJE

L

UNDGREN

/

Igualdad y complementariedad. Ideales de género en la vida cotidiana y el discurso estatal cubano

del Período Especial y que se han sacrificado «para que sobreviva el pro-yecto revolucionario en el que han participado» (López Vigil, 1998). Esta imagen de la mujer como «sostén de la nación» (Holgado Fernández, 2000) y como salvadora del proyecto socialista, subraya el «leal» trabajo repro-ductivo de las mujeres. Ejemplo de ello es la reforma introducida por Fidel Castro el 8 de marzo de 2005 de vender ollas de presión y ollas arroceras a un precio subvencionado (junto con otros equipos eléctricos también subvencionados). Esta reforma fue presentada, y recibida, como una medida positiva e importante para las mujeres. Por lo tanto, a pesar de la legislación que establece que el trabajo doméstico debe ser compartido entre los cónyuges, también el discurso estatal presupone que este cae principal, si no exclusivamente, sobre las mujeres.

Otra interpretación sería que se reconoce que los roles tradicionales de género se han fortalecido con los cambios en las condiciones mate-riales después de la crisis económica, y que estas nuevas condiciones han creado obstáculos en la realización o implementación de las políti-cas nacionales de igualdad de género. Por ejemplo, el porcentaje de mujeres en posiciones políticas en todos los niveles del poder popular disminuyó durante y después de la crisis (Shayne, 2004; Luciak, 2005). En las últimas elecciones se ha enfatizado en la importancia de votar por las candidatas y corregir las estadísticas asimétricas en las asam-bleas populares. No se practica un sistema de cuotas de mujeres, pero sí medidas de discriminación positiva para asegurar una alta representa-ción de candidatas femeninas a nivel de la asamblea nacional (Luciak, 2005; 2007). (A su vez, en los niveles más altos de toma de decisiones –el Consejo de Estado y el Comité Central del Partido Comunista de Cuba [PCC]–, el porcentaje de mujeres nunca ha excedido el 20 %, y en el Buró Político, la instancia ejecutiva superior del PCC, en la actuali-dad dos de los veinticuatro miembros son mujeres [Luciak, 2005]).

Con respecto a la entrega de ollas y arroceras subvencionadas –reali-zada entre 2005 y 2006–, durante mi trabajo de campo en el año 2006, surgió la interpretación de que la medida ilustraba que «la Revolución defiende a las mujeres». Esta misma idea se me presentó en muchas ocasiones sobre la norma y práctica del sistema jurídico de otorgar la custodia de los hijos a la mujer después de una separación. Esto se interpretaba como un «derecho de la mujer», basado en su papel como madre. En otras palabras, estos pequeños ejemplos de ilustraciones populares de cómo la Revolución prioriza y defiende a las mujeres están

(8)

formulados específicamente en términos de roles de género donde el rol de la mujer es el de cuidadora y madre.

Aquí sería interesante mencionar también el decreto del año 2003 que establece la licencia retribuida para los padres que necesitan cuidar de sus hijos (Ley 234 del Consejo de Estado, ver Pagés, 2005). El de-creto refleja el trabajo y el debate a nivel nacional de la FMC (Luciak, 2005). Este decreto podría establecer un punto de conexión interesante entre el discurso estatal y la vida cotidiana. Paralelo a su introducción, se transmitieron programas y anuncios educativos en televisión que hacían hincapié en el papel activo que deben jugar los padres en el cuida-do de los hijos. Sin embargo, una evaluación realizada en 2007 sobre el decreto de licencia por paternidad mostró que solo 17 padres se habían acogido a este derecho y se consideró que esto se debía al desconocimien-to de la ley (Lotti y otras, 2007). Durante mi trabajo de campo en 2006, pregunté a varias personas sobre el decreto: nadie lo conocía, pero reac-cionaron favorablemente cuando se enteraron. No obstante, al mismo tiempo se preguntaron: «¿Quién traería entonces el dinero a la casa?». Esto refleja la combinación de una realidad económica generizada, con-diciones materiales dentro de las cuales se ha reforzado la responsabili-dad doméstica de las mujeres, e ideales de complementarieresponsabili-dad que atribuyen un rol simbólico de proveedor al hombre. La consecuencia de esta combinación es que no se espera o supone que reformas como el Código de Familia o la licencia por paternidad se realicen en la práctica a nivel individual.

Como es evidente en este caso, la política interactúa con ideales de género de la vida cotidiana y cambios en las condiciones materiales. En este sentido, los niveles aparecen entrelazados: las normas explícitas de igualdad del discurso oficial se reflejan en una fuerte normatividad del ideal de igualdad de oportunidades en la vida cotidiana. Al mismo tiem-po, ideales de complementariedad de género en la vida cotidiana se re-flejan en valores implícitos y explícitos en el discurso oficial, celebran la posición y contribución especial de la mujer. Así, reformas basadas en el papel de la mujer como madre se interpretan como una defensa de la mujer, al mismo tiempo que el decreto de licencia por paternidad se valora como correcto y positivo pero difícil de realizar en la práctica.

Por tanto, al mismo tiempo que el discurso estatal rehistoriza y des-naturaliza papeles de género, se podría decir que reproduce y romantiza ideales de complementariedad. Resulta interesante que estas diferentes

(9)

S

ILJE

L

UNDGREN

/

Igualdad y complementariedad. Ideales de género en la vida cotidiana y el discurso estatal cubano

normatividades no se experimentan como contradictorias. Un análisis del carácter generizado del proceso revolucionario puede ayudar a expli-car esta aparente paradoja.

3. Poder y liderazgo masculino

La antropóloga sueca Mona Rosendahl ha analizado la ideología socia-lista cubana como una «ideología hegemónica», al aplicar el concepto de Antonio Gramsci (Rosendahl, 1997). Es decir, las estructuras y orga-nizaciones socialistas dominan la sociedad, no se puede evitar ser afec-tado por ellas, y el espacio para generar alternativas es limiafec-tado (Ídem). Rosendahl analiza la importancia de la retórica en la creación del sistema político cubano, citando el análisis de la antropóloga Katherine Verdery del socialismo y postsocialismo en Europa del Este, sobre el lenguaje como vehículo a través del cual líderes socialistas esperaban formar conciencia y subjetividad y producir efectos ideológicos (Ídem). Este análisis nos da una clave para entender la importancia y el carácter nor-mativo de conceptos como «igualdad», y su relación con normas de género que se centran en la idea de complementariedad.

Analizando el discurso estatal cubano «hegemónico» desde una pers-pectiva de género, Rosendahl argumenta que en Cuba los ideales de género masculinos tradicionales son muy similares a los ideales del re-volucionario (Ídem). Ideales socialistas de fuerza, audacia, responsabi-lidad, iniciativa y coraje se corresponden con ideales masculinos, de modo tal que en muchas circunstancias ser un buen revolucionario es lo mismo que ser un buen hombre (Ídem).

Esto se relaciona con lo que investigadoras cubanas formulan como una percepción social que le atribuye una cara masculina al liderazgo (Álvarez Suárez, 2000, citada en Luciak, 2005). Rosendahl describe cómo mujeres en posiciones de poder a veces son miradas con sospecha por tener características «masculinas» (Rosendahl, 1997). Bourdieu for-mula esta percepción de género del liderazgo como un callejón sin sali-da para las mujeres: si se comportan como hombres pierden el atributo de «feminidad» y si se comportan como mujeres parecen incapaces e inadecuadas para el trabajo (Bourdieu, 2001). En términos de Rosen-dahl: «Que un líder cubano sea maternal o suave es impensable» (Ro-sendahl, 1997, mi traducción).

(10)

Esto crea un contexto para analizar la combinación de, por un lado, el discurso estatal sobre igualdad que desnaturaliza y rehistoriza los ro-les de género y, por otro lado, la celebración oficial de idearo-les de género de complementariedad. Las normas explícitas de igualdad, tanto en el discurso oficial como en la vida cotidiana, se pueden interpretar como símbolos clave dentro de la normatividad del discurso hegemónico. Al mismo tiempo, y aplicando de nuevo términos de Bourdieu, este discur-so institucionaliza la distinción de género, lo cual conlleva su incorpo-ración y naturalización. Así, la diferencia complementaria de género aparece como normal, natural, evidente, como inscrita «en el orden de las cosas» (Bourdieu, 2001). Esta naturalización implica una normati-vidad de género que delimita la negociación explícita. La complementa-riedad naturalizada se experimenta como dóxica, lo cual implica que no necesita ser explicada ni legitimada, ya que es legítima (Bourdieu, 1977). Así, estas diferentes normatividades coexisten y no se experimentan como contradictorias. Se crea un espacio específico dentro del que se visibilizan y negocian roles de género, mientras que la complementarie-dad naturalizada no se cuestiona.

Se podría refutar, en contra de mi argumento, que el discurso esta-tal cubano es muy complejo, está en proceso de cambio constante y contiene diferentes actores con disímiles, y a veces contradictorias, agendas, como el Partido Comunista, la Federación de Mujeres, el Centro de Educación Sexual, etcétera. Si bien este argumento es válido, existe un discurso hegemónico que funciona como marco dentro del cual se negocia y se produce el cambio. Esto conlleva un análisis de la relación entre las posibilidades imaginadas y las nociones normativas de género.

La hegemonía y la naturalización crean lo que Bourdieu denomina «permanencia en y por el cambio» (Bourdieu, 2001). Esto no debe in-terpretarse como una eternización o esencialización de las relaciones de género. Bourdieu enfatiza la existencia de un espacio para la lucha cog-nitiva sobre los significados de la realidad (Ídem). Estos significados nunca quedan eternamente determinados, lo cual deja espacio para la resistencia contra los efectos de la imposición simbólica (Ídem). El cues-tionamiento está limitado por las nociones naturalizadas. La creación de nociones alternativas implicaría romper con la doxa, lo que no nece-sita explicación o legitimación; sería necesario pensar lo no pensado, formular lo no formulado, cuestionar lo que aparece como evidente o

(11)

S

ILJE

L

UNDGREN

/

Igualdad y complementariedad. Ideales de género en la vida cotidiana y el discurso estatal cubano

natural e identificar los esquemas de pensamiento y acción desde los cuales la realidad es percibida (Bourdieu, 1977).

4. Conclusiones reflexivas

Coincido con Fidel Castro en que se ha dado otra revolución –la de la igualdad entre hombres y mujeres– dentro del marco de la Revolución. En ese marco existen nociones de género basadas en ideales de comple-mentariedad. Por tanto, los cambios han estado y están limitados por esas mismas nociones y por el contexto material dentro del cual se han implementado. Las normas que emanan de la retórica de igualdad, por un lado, y del principio de complementariedad por otro, no se experi-mentan como contradictorias o paradójicas.

Debemos además ser conscientes de que la definición de un proble-ma de investigación inevitablemente se cruza con el objeto o sujeto estudiado (Egeland, 2005). Los criterios que aplicamos para definir el objeto bajo estudio también implican su creación. La definición del problema de investigación requiere una posición reflexiva que necesa-riamente incluye ser consciente de la propia intervención en este. Los/as investigadores/as corremos el riesgo de reproducir discursos de género hegemónicos cuando definimos nuestro objeto de análisis (Ídem). Este artículo, por su definición del problema y presentación de una estruc-tura coherente de niveles y normatividades, corre el riesgo de reificar, y así reproducir, los discursos e ideales analizados. Su razón de ser estaría solo en la distancia analítica potencial que podría crear para compren-der la dinámica de este complejo fenómeno.

Referencias

AGUILAR, A. Y A. CHENARD: «Is There a Place for Feminism in the Revolu-tion?», en: G. Küppers (ed.): Compañeras: Voices from the Latin American Women’s Movement, Latin American Bureau, London, 1994: 102-110. AGUILAR, C., P. POPOWSKIY M. VERDESES: «Mujer, Período especial y vida

cotidiana», Temas, La Habana, 1996; 5: 11-15, ene.-mar.

ÁLVAREZ SUÁREZ, M.: «Mujer y poder en Cuba», Temas, La Habana, 1998; 14: 13-25, abr.-jun.

(12)

ÁLVAREZ SUÁREZ, M.: Situación de la niñez, la adolescencia, la mujer y la fami-lia en Cuba, FMC, UNICEF, La Habana, 2000.

ÁLVAREZ SUÁREZ, M. Y S. CATASÚS CERVERA: La familia cubana: Composición, estructura y funciones, Boletín ICAP, La Habana, 1994.

ÁLVAREZ SUÁREZ, M. Y M. DÍAZ TENORIO: La familia cubana: Situación actual y proposiciones para su fortalecimiento, UNICEF-Cuba, La Habana, 1996. ARÉS, PATRICIA: Mi familia es así, Editorial de Ciencias Sociales, La

Haba-na, 1990.

–––: «Estudio de la relación familia-sociedad en el sector privado de la economía emergente en Cuba», Diversidad y complejidad familiar en Cuba, CEDEM, ITEF, La Habana, 1997.

–––: «Familia, ética y valores en la realidad cubana actual», Temas, La Habana, 1998; 15: 57-64.

–––: «La familia cubana en el contexto latinoamericano actual», Didajé, 2006; 2: 30-50.

BENGELSDORF, C.: «On the Problem of Studying Women in Cuba», en A. Zimbalist (ed.): Cuban Political Economy. Controversies in Cubanology, Westview Press, Boulder, 1988.

BENGELSDORF, C. Y J. STUBBS: «Introduction to Part 3», en S. Halebsky y J. M. Kirk (eds.): Cuba in Transition. Crisis and Transformation, Westview Press, Boulder, 1992.

BENÍTEZ PÉREZ, M. E.: La familia cubana en la segunda mitad del siglo XX, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 2003.

–––: Panorama socio-demográfico de la familia cubana, Editorial Gente Nue-va, La Habana, 1999.

BOURDIEU, P.: Outline of a Theory of Practice, Cambridge University Press Cambridge, 1977.

–––: Masculine Domination, Polity Press, Cambridge, 2001.

CASTRO RUZ, FIDEL: «Discurso en el evento televisado de la celebración del Día Internacional de la Mujer», Cubavisión, 8 de marzo de 2005, La Habana.

–––: Mujeres y revolución, 1959-2005, 1ra. ed., FMC, Editorial de la Mu-jer, La Habana, 2006.

–––: «Se nos fue Iris Dávila», 21 de enero de 2008, en: <http:// www.cuba.cu/gobierno/discursos/2008/espf210108e.html>.

CATASÚS CERVERA, S.: «Género, patrones reproductivos y jefatura de nú-cleo familiar por color de la piel en Cuba», Seminario General de la Red de Estudios de Población Alfapop Temas de población latinoameri-canos, 8-12 de febrero de 1999.

(13)

S

ILJE

L

UNDGREN

/

Igualdad y complementariedad. Ideales de género en la vida cotidiana y el discurso estatal cubano

CENTRODE INVESTIGACIONES PSICOLÓGICASY SOCIOLÓGICAS (CIPS): Familia y cambios socioeconómicos a las puertas del nuevo milenio, La Habana, 2001. CUBAVISIÓN: Noticiero de la 1 pm, 23 de agosto de 2006, La Habana (a). –––: Noticiero de las 8 pm, 23 de agosto de 2006, La Habana (b). DÍAZ TENORIO, M.: «La familia cubana ante la crisis de los 90», Páginas de

Lectura CLACSO, 2001, en <www.clacso.org.ar>.

–––: Acerca de la familia cubana actual, Editorial Academia, La Habana, 1993.

DÍAZ TENORIO, M., A. DURÁN GONDARY E. CHÁVEZ NEGRÍN: «La familia cubana: Realidades y proyección social», en I. Muñoz Víctores (ed.), Diversidad y complejidad familiar en Cuba, Centro de Estudios Demográ-ficos, Instituto Iberoamericano de Estudios sobre Familia, La Haba-na, 1999: 53-67.

DÍAZ VALLINA, E.: «La mujer revolucionaria en Cuba durante el período insurreccional. 1952-1958», Revista de Ciencias Sociales de la Universi-dad de Puerto Rico, San Juan, 1997; 3.

DOMÍNGUEZ, V. R.: «Sex, Gender and Revolution: The Problem of Construction and the Construction of a Problem», Cuban Studies, 1987; 17: 3-23.

DUMOULIN, J. E I. LARGUIA: «Women’s Equality and the Cuban Revolu-tion», en J. Nash and H. Safa (eds.): Women and Change in Latin Ameri-ca, Bergin & Garvey Publishers, Massachusetts, 1986: 344-368. ECHEVARRÍA LEÓN, D.: «Mujer, empleo y dirección en Cuba: algo más que

estadísticas», en VVAA: Crisis, cambio económico y subjetividad de las cuba-nas, La Habana, Editorial Félix Varela, La Habana, 2004: 71-79. ECHEVARRÍA LEÓN, D., O. GUTIÉRREZY V. TOGORES: «Empoderamiento

femenino en Cuba: Situación actual y estudios sobre el tema», Latin America Academic Training (ALFA), Empoderamiento de las Mujeres, November, 15-21 2004, School of Management, University of Turin, Turin, 2004.

EGELAND, C.: «Sexing-Up the Subject. An Elaboration of Feminist Critique as Intervention», European Journal of Women’s Studies, 2005; 12 (3): 267-280.

FERNÁNDEZ RIUS, L.: «Roles de género y mujeres académicas», Revista de Ciencias Sociales, 2000; 88: 63-75.

FLEITES-LEAR, M.: Dentro de la «tierra del Hombre Nuevo»: la Federación de Mujeres y el discurso de la Nueva Mujer en la revista cubana Mujeres, [s. n], [s. l.], 2006.

(14)

GARCÍA PÉREZ, G. M.: «Armed Struggle, Workers and Guerrilla War», en L. Reine (ed.): Insurrection and Revolution, Armed Struggle in Cuba, 1952-1959, Reiner Press, Colorado [s. f.].

GONZÁLEZ PAGÉS, J. C.: El feminismo cubano en el siglo XIX, ¿tendencia o movi-miento?, Editorial de la Mujer, La Habana, 2001 (a).

–––: «Homosexualidad, travestismo, feminismo y construcción de la masculinidad en Cuba», Memoria del taller «Mujeres del siglo XIX», Cáte-dra de la Mujer, Universidad de La Habana, La Habana, 2001 (b). –––: En busca de un espacio: Historia de mujeres en Cuba, Editorial de

Cien-cias Sociales, La Habana, 2003 (a).

–––: «Macho, varón, masculino, y... ¿el otro lado de una historia?», A Primera Plana. Revista de Género y Comunicación, 2003 (b).

GOTZKOWITZ, L. Y R. TURITS: «Socialist Morality: Sexual Preference, Fa-mily, and State Intervention in Cuba», Socialism and Democracy, 1988; 6: 7-29.

HOLGADO FERNÁNDEZ, I.: ¡No es fácil!: mujeres cubanas y la crisis revoluciona-ria, Icarevoluciona-ria, Barcelona, 2000.

KING, M.: «Cuba’s Attack on Women’s Second Shift 1974-1976», Latin American Perspectives, 1977; 4 (1/2 «Women and Class Struggle»): 106-119. LÓPEZ VIGIL, M.: «Cubanas: trazos para un perfil, voces para una

histo-ria», Envío, 1998; 200.

LOTTI, A. M., M. DELAS NIEVES GALÁ, L. REY, E. PALMARES, Y R. RODRÍ

-GUEZ: «¿Licencia de paternidad?», en: <http://www.trabajadores.cu/ materiales_especiales/suplementos/mundo-laboral/seguridad-social-1/bflicencia-de-paternidad> (02/01/2007).

LUCIAK, I. A.: «Party and State in Cuba: Gender Equality in Political Decision Making», Politics & Gender, 2005; 1 (1): 241-263.

–––: Gender and Democracy in Cuba, University Press of Florida, Gaines-ville, 2007.

LUTJENS, S. L.: «Reading between the Lines: Women, the State, and Rec-tification in Cuba», Latin American Perspectives, 1995; 22 (2 «Women in Latin America»): 100-124.

MOLYNEUX, M.: «The «Woman Question» in the Age of Perestroika», New Left Review, 1990; 183: 23-49.

————: State, Gender and Institutional Change in Cuba’s «Special Period»: The Federación de Mujeres Cubanas, London, [s. n.], [s. f.].

NAZZARI, M.: «The “Woman Question” in Cuba: An Analysis of Mate-rial Constraints on Its Solution», Signs, 1983; 9 (2): 246-263.

(15)

S

ILJE

L

UNDGREN

/

Igualdad y complementariedad. Ideales de género en la vida cotidiana y el discurso estatal cubano

NÚÑEZ SARMIENTO, M.: «La mujer en el Período Especial», Revista Améri-ca Latina, 1993; [s. n.]: 66-72.

–––: «Estrategias cubanas para el empleo femenino en los noventa: un estudio con mujeres profesionales», Papeles de Sociología, 2001; 63/64: 141-170.

–––: «Ideología de género entre profesionales cubanos», Temas, 2004; 37-38: 24-36.

PAGES, R.: «En nombre del padre», Granma, La Habana, 9 de abril de 2005; en: <www.granma.cu/espanol/2005/abril/sabado9/16padre-e.html>. PEARSON, R.: «Reforma económica y empleo femenino en Cuba. Un aná-lisis de género de la transición cubana de los noventa», en P. de Villo-ta (ed.): Globalización a qué precio. El impacto en las mujeres del Norte y del Sur, Icaria Antrazyt, Barcelona, 2001.

PEDROSO, T.: «Género y jefatura de hogar en Cuba en las investigaciones sobre la familia en Cuba», Aportes para el debate de los Estudios de Géne-ro, Editora Sibauste, Panamá, 2000.

PÉREZ IZQUIERDO, V.: «Impacto del Período Especial en la vida cotidiana de la mujer cubana, en la década de los años 90», Tribunal Internacio-nal. Mujeres cubanas contra el bloqueo, La Habana, 2003.

PÉREZ ROJAS, N. Y M. GARCÍA: «Mujer de campo: Campesina, cooperati-vista y obrera-cooperaticooperati-vista cubana», en N. Pérez Rojas, E. Gonzá-lez y M. García (eds.): Mujer y Género: Potencial alternativo para los retos del nuevo milenio, Universidad Centroamericana (UCA), Managua, 1997: 208-220.

–––: «Algunas consideraciones sobre género y producción agraria en Cuba a través de estudios de caso», en N. Pérez Rojas, E. González y M. García (eds.): Cambios tecnológicos, sustentabilidad y participación, Equi-po de Estudios Rurales, Universidad de La Habana, La Habana, 1999: 238-255.

RANDALL, M.: La mujer cubana ahora, [s. n.], La Habana, 1972.

–––: Cuban Women Now: Interviews with Cuban Women, Women’s Press, Toronto, 1974.

–––: Gathering Rage: The Failure of Twentieth Century Revolutions to Develop a Feminist Agenda, Monthly Review Press, New York, 1992.

RANDALL, M. Y J. JANDA: Women in Cuba, Twenty Years Later, Smyrna Press, New York, 1981.

RECA, I. (ed.): Análisis de las investigaciones sobre la familia cubana 1970-1987, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana [s. f.].

(16)

ROCA CALDERÍO, B.: Los fundamentos del socialismo en Cuba, [s. n.], La Haba-na, 1961.

ROSENDAHL, M., «The Problems of Single Motherhood in Cuba», en S. Halebsky y J. M. Kirk (eds.): Cuba in Transition. Crisis and Transforma-tion, Westview Press, Boulder, 1992.

–––: Inside the Revolution: Everyday Life in Socialist Cuba, Cornell Universi-ty Press, Ithaca, 1997.

SAFA, H.: «The Matrifocal Family and Patriarchal Ideology in Cuba and the Caribbean», Journal of Latin American Anthropology, 2005; 10 (2): 314-338.

–––: «Hierarchies and Household Change in Postrevolutionary Cuba», Latin American Perspectives, 2009; 36 (164): 42-52.

SHAYNE, J. D.: The Revolution Question: Feminisms in El Salvador, Chile, and Cuba, Rutgers University Press, New Brunswick, 2004.

SIERRA MADERO, A.: La nación sexuada, Editorial Gente Nueva, La Haba-na, 2002.

–––: «La policía del sexo. La homofobia en Cuba en el siglo XIX», Sexolo-gía y Sociedad, 2003; 9 (21): 21-44.

–––: Del otro lado del espejo. La sexualidad en la construcción de la nación cubana, Fondo Editorial Casa de las Américas, La Habana, 2006. SMITH, L.: «Sexuality and Socialism in Cuba», en S. Halebsky y J. M. Kirk

(eds.): Cuba in Transition. Crisis and Transformation, Westview Press, Boulder, 1992.

SMITH, L. M. Y A. PADULA: Sex and Revolution: Women in Socialist Cuba, Oxford University Press, New York, 1996.

STONE, E.: Women and the Cuban Revolution. Speeches and Documents by Fidel Castro, Vilma Espín & Others, Pathfinder Press, New York, 1981. STUBBS, J.: «Cuba: Revolutionizing Women, Family and Power», en B. J.

Nelson y N. Chowdhury (eds.): Women and Politics Worldwide, Yale University Press, New Haven, London, 1994: 190-207.

TORO-MORN, M. I., A. R. ROSCHELLE Y E. FACIO: «Gender, Work, and Family in Cuba: The Challenges of the Special Period», Journal of Developing Societies, 2002; 18 (2-3): 32-58.

VASALLO BARRUETA, N.: «Reestructuración económica y cambio social: Su impacto en la mujer cubana», en P. Pérez Cantó: Las mujeres del Caribe en el umbral del 2000, Dirección General de la Mujer, Conseje-ría de Sanidad y Servicios Sociales, Comunidad de Madrid, Madrid, 1997: 29-41.

(17)

S

ILJE

L

UNDGREN

/

Igualdad y complementariedad. Ideales de género en la vida cotidiana y el discurso estatal cubano

–––: «La mujer cubana ante los cambios económicos; impactos en su subjetividad», en P. Pérez Cantó: Hacia una mutación de lo social Europa-América Latina, Zaragoza, Egido Editorial, 1999.

–––: «Women’s Daily Lives in a New Century», en M. Azicri y E. Deal (eds.): Cuban Socialism in a New Century: Adversity, Survival and Renewal, University Press of Florida, Gainesville, 2004: 84-99

VERA ESTRADA, A. Y T. DÍAZ CANALS: «Family, Marriage, and Households in Cuba», en C. B. Hennon y S.M. Wilson (eds.): Families in a Global Context, Routledge Taylor & Francis Group, New York, 2008: 465-491.

VVAA: Posibles impactos del Período Especial en la familia cubana, Departa-mento de Estudios sobre Familia, Centro de Investigaciones Psicoló-gicas y SociolóPsicoló-gicas (CIPS), La Habana, 1992.

WITHERS OSMOND, M.: «Women Factory Workers in Contemporary Cuba: State Policies and Individual Perceptions», International Review of Modern Sociology, 1991; 21: 1-24.

ZUBIETA, M. J.: Madre patria/madre revolución: La maternidad en el discurso oficial de la Revolución Cubana y en tres cuentistas cubanas contemporáneas, University of California Press, California, 2002.

References

Related documents

Las conclusiones a las cuales han llegado son que, son los hombres los que no sólo realizan más interrupciones y solapamientos en una conversación sino que también son los hombres

Los primeros resultados (datos cuantitativos) de este estudio sobre la cantidad total de palabras expresadas por los personajes muestran que los hombres se expresan a través de

NEGOCIACIÓN DE PODER Y RESPETO: EL COMEDOR POPULAR COMO PUNTO DE ENCUENTRO ENTRE MUJERES POBRES Y EL ESTADO EN CUSCO, PERÚ..

Este ejemplo muestra que la palabra “también” es parte de un cambio de código, no es un préstamo. Entonces es evidente que el uso de la palabra en el corpus no confirma el

La hipótesis es que el lenguaje de la heroína no está marcado por un lenguaje típicamente reflejado por los aspectos de habla femenina según la teoría de Lakoff, y más concretamente

En este trabajo queremos averiguar en qué medida existe una diferencia entre el inglés y el español en cuanto al input en el tiempo libre, la actitud, la motivación y la percepción

El objetivo de nuestro trabajo es investigar el tema del amor en la novela Un poco de abril, algo de mayo, todo septiembre (2011) de Jordi Sierra i Fabra donde la pareja

El objetivo de esta tesina es investigar las similitudes y diferencias entre el uso de atenuantes entre hombres y mujeres en el Parlamento Europeo y al mismo tiempo estudiar si hay