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El poder oculto en las palabras: Análisis crítico de las estructuras ideológicas del primer discurso de investidura del expresidente Alberto Fujimori

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El poder oculto en las palabras

Análisis crítico de las estructuras ideológicas del primer discurso

de investidura del expresidente Alberto Fujimori

Ivette Margarita Andersson

Romanska och klassiska institutionen Examensarbete 15 hp

Spanska/Español

Spanska Kandidatkurs 30 hp Vårterminen 2020

Handledare: María Bernal

English title: The hidden power of words: Critical analysis of the ideological structures of the first investiture speech of former President Alberto Fujimori

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El poder oculto en las palabras

Análisis crítico de las estructuras ideológicas del primer discurso de investidura del expresidente Alberto Fujimori

Ivette Margarita Andersson

Sumario

En este trabajo de investigación nos proponemos examinar el primer discurso de investidura del expresidente peruano Alberto Fujimori pronunciado en 1990.

Nuestro objetivo principal es poder entender cómo las ideologías determinan los diferentes niveles de estructuras del discurso. Asimismo, ubicamos este estudio dentro del área del Análisis crítico del discurso, perspectiva que propone -entre otros aspectos- develar el abuso del poder a través de estrategias del discurso político y permite develar la presencia de ideologías en los discursos políticos. El modo de abordar este trabajo ha sido principalmente cualitativo, pero hemos empleado también herramientas metodológicas de tipo cuantitativo, aplicando la teoría multidisciplinaria de la ideología y una lista de categorías discursivas como herramienta de análisis. De esta manera logramos entender cómo las ideologías controlan las actitudes sociales de los miembros o grupos e indirectamente los modelos mentales (experiencias) que éstos forman sobre eventos concretos.

Algunos de los resultados que hallamos en este trabajo fueron que las estrategias más utilizadas forman parte de la lexicalización (negativa) usadas para expresar opiniones o para definir a las personas o sus acciones de forma negativa. La segunda estrategia más usada fue la estrategia política (populismo). Entre las estructuras retóricas destacan las hipérboles y las metáforas. Además, vimos una preferencia por el uso de los pronombres posesivos “nuestro/nuestros” y los pronombres demostrativos “este/ese”, seguidos por los pronombres personales “nosotros” versus “ellos”.

Palabras clave

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Índice

1. Introducción ...1

1.1. Contexto sociopolítico peruano (1990-1995) ...2

1.2. Disposición del trabajo ...2

2. Estado de la cuestión y preguntas de investigación ...3

2.1. Estado de la cuestión ...3

2.2. Objetivos y preguntas de investigación ...5

2.3. Justificaciones ...5

3. Marco teórico ...6

3.1 Análisis crítico del discurso...6

3.2. Conceptos básicos en torno a la teoría ideológica del discurso ...7

3.2.2. Categorías de ideología... 10

3.3. Estructuras y análisis ideológico del discurso ... 11

3.3.1. Niveles de estructuras del discurso ... 12

4. Materiales y métodos ...15

4.1. Descripción del corpus ... 15

4.2. Diseño metodológico ... 16

4.3. Selección de categorías y subcategorías ideológicas ... 16

4.4. Limitaciones ... 18

5. Análisis del discurso ideológico del discurso ...18

5.1. Análisis de categorías y subcategorías del análisis ideológico de los discursos de Alberto Fujimori ... 18

5.2. Frecuencias de estrategias discursivas con base ideológicas en el discurso de investidura de Fujimori ... 25

5.3. Recurrencias de los pronombres en el discurso de investidura de Fujimori ... 26

6. Conclusiones ...28

Bibliografía ...31

Apéndice ...34

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1. Introducción

Actualmente el expresidente peruano Alberto Fujimori, quien fue presidente del país entre 1990 y 2000, cumple una pena de 25 años de prisión por crímenes de lesa humanidad y delitos de corrupción. Sin embargo, Fujimori y su corriente política (fujimorismo) siguen siendo parte de innumerables noticias, debates o investigaciones. Una de las principales preguntas de estos estudios ha sido entender cuál fue la clave del éxito del exmandatario para conseguir mayor número de adeptos y la aprobación ciudadana.

De acuerdo con una entrevista realizada años más tarde de la victoria electoral, Fujimori reveló que “Toda mi campaña estaba organizada para que el mensaje llegara a mi base social: los informales y los marginados” (Daeschner, 1999: 173, en Murakami, 2018: 192). Esto quiere decir que los discursos eran dirigidos hacia ciertos grupos sociales específicos los que a su vez ayudaron en la formación ideológica del fujimorismo (Reinoso, 2017).

Asimismo, en una reciente entrevista realizada para el periódico El País a Adriana Urrutia, directora de la Escuela Profesional de Ciencia Política de la Universidad Ruiz de Montoya, Urrutia explicó que el éxito de Fujimori fue debido a que él supo unir sectores populares urbanos que estaban en un proceso de transición democrática desde 1980, captando a personas que no habían sido incluidas antes, logrando a su vez sentirse representadas por un personaje que en el imaginario popular no personifico ninguna identidad específica (Fowks y Manetto, 2019). Esta explicación logra acercarse y responde en parte a muchas interrogantes, aunque deja pendiente otras preguntas acerca del papel fundamental que tiene el discurso público en la expresión, construcción y reproducción de representaciones o modelos mentales (ideologías, opiniones) y de explicar cómo las ideologías determinan los diferentes niveles de estructuras del discurso (retórica, sintaxis, entre otros).

Es a partir de estas preguntas que surge nuestro interés y que proponemos centrarnos en realizar un estudio cualitativo, desde la perspectiva del Análisis crítico del discurso, en donde utilizaremos la teoría multidisciplinaria de ideología, propuestas por el lingüista holandés Teun A. Van Dijk. En esta teoría, Van Dijk relaciona la sociedad y el discurso y define como ideologías a todas aquellas representaciones mentales compartidas por los miembros de grupos sociales y explica que de esta manera las ideologías controlan indirectamente los modelos mentales que los miembros forman sobre eventos concretos (Van Dijk, 2003: 56).

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1.1. Contexto sociopolítico peruano (1990-1995)

Como ya mencionamos anteriormente, Alberto Fujimori fue presidente de la República del Perú durante 1990-2000. El exmandatario y su partido político (Cambio 90) representaron una nueva opción política que ofrecía cambiar la situación de caos en que se sumía el país debido a la inestabilidad económica y la creciente desconfianza hacia las instituciones (Univisión, 2011).

Alberto Fujimori dirigió su primer discurso de investidura el 28 de julio de 1990, usando el lema que lo identificó desde su campaña “Honradez, tecnología, trabajo” lema que sirvió también de propuesta moralizadora de renovación política y desarrollo del mercado laboral. Sin embargo, un mes después de haber asumido el cargo, Fujimori informó de la decisión de cambiar sus propuestas económicas de corte social por unas medidas radicales de tipo neoliberal, medidas de austeridad y privatización de empresas, como estrategias para atraer la inversión extranjera conocidas en Perú por el “fujishock”. A su vez, estas medidas económicas de choque empleadas para controlar la inflación produjeron continuas protestas en las calles (Univisión, 2011; Ríos, 2017). Asimismo, en abril de 1992 Fujimori sorprendió al país con un segundo mensaje a la nación, que justificó aduciendo debido a la frustración por ser obstaculizado por el Congreso, lo cual limitaba su poder. Este mensaje informaba de la disolución del Congreso, la intervención del Poder judicial y el Ministerio Público, así como declaraba el decreto de toque de queda en el país (Univisión, 2011). Las Fuerzas Armadas respaldaron la decisión de Fujimori y se encargaron de la toma de canales y emisoras de radio dejando las estrictas órdenes de no informar sobre lo que ocurría en las instituciones y en las calles y sobre la persecución de opositores a su régimen (Univisión, 2011). Fujimori bautizó su nuevo régimen como “Gobierno de Emergencia y Reconstrucción Nacional”. Después de disolver el Congreso Fujimori convocó a nuevas elecciones congresales, logrando alcanzar la formación de la mayoría partidaria ese mismo año. Este nuevo parlamento aprobó y promulgó la nueva Constitución de 1993, la cual incluía una nueva ley que le permitió su reelección (1995-2000).

1.2. Disposición del trabajo

En este primer capítulo presentamos una breve reseña del contexto sociopolítico peruano (1990-1995). En el capítulo 2 exponemos el estado de la cuestión, para luego formular los

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objetivos y preguntas de investigación. En el capítulo 3 presentamos los supuestos teóricos que consideramos relevantes para realizar este estudio. En el capítulo 4 describimos el corpus y los pasos seguidos en la construcción de nuestro diseño metodológico y las limitaciones. En el capítulo 5 presentamos el análisis del corpus y descripción de resultados de las frecuencias de uso de estrategias del discurso de investidura de Fujimori. Para finalizar, en el capítulo 6 presentamos las conclusiones a las que hemos llegado y algunas propuestas para continuar con el análisis crítico del discurso.

2. Estado de la cuestión y

preguntas de investigación

Este capítulo está dividido en tres partes: en el primer apartado (2.1) incluimos algunos estudios previos relacionados a nuestro tema elegido. En el apartado (2.2) presentamos los objetivos y las preguntas que orientan nuestro trabajo de investigación. En el apartado (2.3) presentamos las consideraciones y motivos que justifican este trabajo.

2.1. Estado de la cuestión

En el presente apartado, nos centraremos en presentar las investigaciones que hemos encontrado y seleccionado teniendo en cuenta la relación en estudios lingüísticos y en análisis del discurso político del expresidente Fujimori. Cabe decir que hemos encontrado muchos trabajos sobre el expresidente Fujimori, aunque en su mayoría ligados a otras disciplinas y enfoques teórico-metodológicos distintos de los que proponemos aplicar en este estudio. El primer estudio encontrado se titula “El discurso en la estrategia autoritaria de Alberto Fujimori” de Juan Sánchez (2000) en el que se investiga el proceso de cambios que experimenta Fujimori en toda la década de los noventa. El método de estudio de Sánchez fue el análisis sistemático de once mensajes presidenciales dirigidos al país, de los cuales se puede distinguir la consolidación de la imagen Fujimori como la del salvador del pueblo, el fortalecimiento de las instancias de fiscalización política o judicial y la polarización de las identidades políticas entre el presidente y las mayorías del Perú. Parte de las conclusiones de este estudio fueron establecidas por medio de la retórica, como una disciplina que estudia la

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forma y las propiedades del discurso que le permitieron apelar a la legitimación social. Asimismo, el autor pudo reconocer el uso y estrategias políticas vinculadas a la legitimación (deliberación y decisión gubernamental) que fueron sometidas al oscurecimiento y autoritarismo, es decir, que Fujimori pervirtió el uso de la deliberación para desmontar la fiscalización del poder que disponía la Constitución de 1979, con la que fue elegido presidente, y con la nueva Constitución de 1993 mediante la cual consolidó su poder anticonstitucional. Según Sánchez, las estrategias seguidas por Fujimori son rituales, argumentaciones y subjetivaciones que ponen en riesgo la democracia.

El segundo trabajo es la tesis de maestría en comunicaciones de Videla (2006) titulado “El chino según Alberto. Alberto Fujimori como personaje de ficción de su propio discurso político (1990-2000)”. Este estudio analizó quince discursos políticos oficiales de Fujimori. La hipótesis de Videla fue que Fujimori se dio a sí mismo un tratamiento de personaje ficcional. La metodología usada fue de análisis de contenido de tipo narratológico. El análisis de contenido de los discursos corresponde a dos miradas del mismo objeto: una sincrónica y otra diacrónica. Algunas de las conclusiones de Videla fueron que Fujimori tomó hechos históricos como si fueran acontecimientos de una fábula transformándolos en una historia narrada. Según Videla, el personaje protagónico “el chino” es un personaje de ficción del discurso al que el creador (Fujimori) le ha otorgado un poder simbólico que le permite el control social.

Otro trabajo destacado dentro del ámbito del análisis crítico del discurso latinoamericano es el de Bolívar (2019) que se titula “La construcción discursiva del populismo autoritario”. Uno de los objetivos de este estudio fue mostrar que los populismos radicales son supuestamente ‘incluyentes’, porque toman en cuenta al sector más desfavorecido del pueblo, pero son a la vez ‘excluyentes’ porque no reconocen a quienes no estén de acuerdo con su línea ideológica adoptada. Una de las conclusiones de Bolívar fue que en Venezuela el populismo autoritario se construyó simultáneamente en la acción política y discursiva.

De estos estudios cabe resaltar que el trabajo de Sánchez es el más relevante para este estudio por ser el más cercano a nuestro tema de análisis, aunque se diferencia de nuestro trabajo por haber realizado el análisis de once discursos de Fujimori, desde la perspectiva de la retórica y en nuestro análisis nos centraremos al análisis de estructuras ideológicas del primer discurso de investidura del expresidente Fujimori.

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2.2. Objetivos y preguntas de investigación

Después de haber presentado la revisión de estudios anteriores y ver los posibles vacíos existentes al tema, proponemos examinar en este estudio cómo las ideologías determinan los diferentes niveles de estructuras del discurso (significado, sintaxis, retórica, argumentación, estructuras proporcionales) y poder entender qué ideologías están presentes en el primer discurso de investidura del expresidente peruano Alberto Fujimori, realizado el 28 de julio de 1990. Para este fin, este estudio será realizado desde la perspectiva del Análisis crítico del discurso, aplicando la teoría multidisciplinaria de ideología y una lista de categorías discursivas como una herramienta de análisis propuesta por el lingüista holandés Teun A. Van Dijk (2003).

Las preguntas de investigación que nos orientan en este trabajo son las siguientes:

1. ¿Qué expresiones o enunciados del discurso de investidura de Alberto Fujimori pueden formar modelos de representaciones ideológicas?

2. ¿Qué tipo de estrategias discursivas son más recurrentes en el discurso de investidura de Alberto Fujimori?

3. ¿Qué pronombres son más recurrentes en el discurso de investidura de Alberto Fujimori?

2.3. Justificaciones

La utilidad de esta investigación es crear conciencia respecto al impacto que los discursos públicos tienen para la producción y reproducción de representaciones o modelos mentales (ideologías) en la sociedad. Asimismo, podemos tomar también en consideración los vacíos empíricos y la necesidad exploratoria alrededor de la teoría de la ideología (Van Dijk, 2003: 77). Asimismo, justificamos la elección teórica y metodológica de este estudio considerando que son las más indicadas para examinar las estrategias ideológicas en los discursos políticos. Además, cabe reconocer que somos conscientes de que esta teoría puede ser vista como especulativa, debido a que ofrece solo una imagen general del rol de la ideología en la mente, el discurso y la sociedad (Van Dijk, 2003: 77-78).

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3. Marco teórico

En este capítulo abordaremos los enfoques teóricos conceptuales fundamentales para este estudio. En la sección (3.1) presentaremos el Análisis crítico del discurso; en la sección (3.2) introduciremos los conceptos básicos en torno la teoría ideológica del discurso, subdividido en dos partes: las ideologías como estrategias en la subsección (3.2.1) y las categorías de la ideología en la subsección (3.2.2); luego en la sección (3.3) explicaremos brevemente el esquema de elementos y estructuras ideológicas del discurso propuestos por Van Dijk (2003).

3.1 Análisis crítico del discurso

Antes de iniciar esta sección definiremos el discurso como una práctica social de una forma de acción entre las personas que se articula de forma oral o escrita, que está constituido por situaciones, objetos de conocimiento, identidades sociales y relaciones entre personas y grupos de personas y sirve de medio esencial que ayuda a mantener y reproducir el statu

quo social, que contribuye también a transformarlo (Fairclough y Wodak, 1997:

258, en Calsamiglia y Tusón, 2012: 1). Según Van Dijk (2003; 2004), actualmente los estudios del discurso se han convertido en una transdisciplina madura que, desde los finales de los años setenta, siguió los principios de la Teoría Crítica que procede de la llamada Escuela de Frankfurt. Así apareció el Análisis crítico del discurso asociado a la lingüística, aspirando a dar respuesta a los enfoques que no tomaban en cuenta el contexto político y social del discurso. Según Van Dijk (2009), el Análisis crítico del discurso no es un método, sino un cruce de disciplinas con muchos métodos diferentes que dependen de los objetivos o la naturaleza de los datos estudiados, entre otros parámetros de indagación. Así como los modos de estudiar las estructuras y estrategias del texto, tales como: Análisis gramatical, Análisis pragmático de los actos del habla y los actos comunicativos, Análisis retórico, Estilística, Análisis de la conversación en la interacción, y Análisis semiótico de los sonidos, las imágenes, multimodales y la interacción (Van Dijk, 2009: 21). Para el Análisis crítico del discurso es muy importante comprender cómo el poder discursivo influye, controla y se reproduce en las mentes de otras personas, siendo también el caso de comprender las estrategias de control cognitivo y la producción ideológica, en forma persuasiva o manipulativa para lograr que otros acepten la ideología preferida de un grupo que tiene acceso privilegiado al discurso público (Van Dijk, 1999: 366; 2009: 67). Van Dijk considera también que muchas formas de poder contemporáneo deberían definir esta noción como un agente de

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control del discurso simbólico, con la capacidad y alcance del acceso preferencial a —o el control del— discurso público. Asimismo, cuando nos referimos al control del discurso

público esto implica el control de la mente e indirectamente, el control de lo que el público quiere o hace sin necesidad de usar la coerción, sino más bien usando de la persuasión para manipular la mente de las masas (Van Dijk, 2004: 9, 2009: 36, 48). Por ejemplo, en el caso particular del discurso religioso o político, estos tienen un amplio poder que puede influir en el control de los “modelos mentales” valores básicos, ideologías, normas, conocimiento sociocultural general y el sentido común del público en su conjunto (Van Dijk, 2009: 37). Por otro lado, Fairclough (2015: 126) sostiene que si un discurso dominante está sujeto a un proceso de naturalización puede perder aparentemente su conexión con las ideologías y que comúnmente estas son más efectivas cuando están disfrazadas contribuyendo a mantener relaciones de poder desiguales, directa o indirectamente. Así, el vocabulario típico de muchos estudiosos del Análisis crítico del discurso se caracterizará por incluir conceptos tales como: poder, dominación, hegemonía, ideología, entre otras nociones del análisis discursivo (Van Dijk, 2016: 206). Antes de pasar a la siguiente sección conviene resumir lo que hemos descrito en la siguiente figura:

Figura 1. Esquema de la reproducción discursiva del poder

Fuente: Basado en Van Dijk (2016: 213).

3.2. Conceptos básicos en torno a la teoría ideológica

del discurso

La “ideología” es un concepto que fue acuñado por el filósofo francés Destutt de Tracy a finales del siglo XVIII para relacionar los sistemas de ideas especialmente sociales, políticas o religiosas que comparte un grupo o un movimiento (Van Dijk, 2003: 14). A diferencia de la de Tracy, existen también otras propuestas filosóficas clásicas construidas en base de este

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concepto por parte de autores como Marx, Gramsci, Althusser, Foucault y Durkheim, entre otros (en Van Dijk, 2005: 16). Por otro lado, en la psicología se usa el término de ideología para referirse a los “pensamientos” o “creencias”. Si bien es cierto que este término es considerado un concepto difuso y polémico en diferentes disciplinas, definiremos el concepto de la ideología en este trabajo como un sistema de ideas o creencias básicas que son compartidas por un grupo social (Van Dijk, 2003: 14). Cuando nos referimos a las creencias o

pensamientos nos referimos a los siguientes tipos usados en la psicología social y cognitiva:

Las creencias pueden ser personales o sociales, específicas o generales, concretas o abstractas, simples o complejas, pasajeras o permanentes, sobre Nosotros o sobre los Otros, sobre el mundo físico o el social, etc. Así mismo, distinguimos entre conocimiento y opiniones, o entre conocimiento o actitudes, en función de si las creencias tienen un elemento evaluador o no. Existen creencias como las normas y los valores, que fundamentan estas evaluaciones en las opiniones y actitudes (Van Dijk, 2003: 19-20).

Por ejemplo, tomando el caso de los valores y las normas de que sean general y culturalmente aceptados, hacen que una creencia ideológica se traduzca como algo polémico, ya que no siempre todos los individuos tienen el mismo interés o valor específico. De igual manera, se puede entender que la función social de las ideologías es controlar y coordinar las prácticas sociales establecidas de un grupo o entre grupos y puede proporcionar los principios con que legitimar o justificar el abuso de poder. En este caso, el discurso tiene el rol fundamental en la reproducción y divulgación de las ideologías y, por tanto, hay una relación mutua entre el discurso y la ideología (Van Dijk, 2003: 48, 79-80). En otras palabras, el discurso ideológico es organizado por una “estrategia general de autopresentación positiva (alarde) y la

presentación negativa del otro (detracción)” (Van Dijk, 2005:20). Estas estrategias permiten

describir con atributos positivos a los amigos, aliados, miembros seguidores y grupos que pertenecemos (ingroups), mientras que a los (outgroups) grupos ajenos, enemigos u oponentes se les describe o da atributos negativos o descalificativos (Van Dijk, 1996: 24).

Van Dijk (2003: 20-22) recomienda también tener en cuenta aspectos de estudio de la psicología donde se distingue la memoria (a corto plazo o a largo plazo) con sistemas cognitivos diferente. Las creencias ideológicas a las que antes nos hemos referido se encuentran comúnmente en la memoria a largo plazo. Es decir, cuando las memorias son episódicas las creencias son personales y están basadas en las experiencias, pero debido a que se encuentran junto al resto de las experiencias diarias no son accesibles al cabo de poco tiempo. Sin embargo, la gente no solo tiene creencias personales, sino que comparte creencias socioculturales generales con los demás que sirven para entendernos e interactuar en la vida

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cotidiana, que conocemos como la memoria social. Esto quiere decir que entre ideología y discurso encontramos actitudes más específicas, conocimientos, representaciones episódicas mentales que generan experiencias diarias (modelos autobiográficos), que forman parte de lo que atestiguamos en la vida real, y que se denominan “modelos mentales” de los acontecimientos en que participamos nosotros (Van Dijk, 2003: 31). Es decir, el modo de percibir o interpretar la realidad cotidiana tiene lugar gracias a la construcción o reconstrucción de estos modelos. Por ende, estos modelos son personales y subjetivos y representan una manera de ver o entender los acontecimientos. Por consiguiente, cuando leemos o escuchamos un acontecimiento nuevo, no solo formamos modelos mentales, sino que también los asociamos con opiniones modelos antiguos negativos o positivos (Van Dijk, 2003: 31). Según Van Dijk, estos modelos mentales son también modelos contextuales que funcionan como mecanismos de control general en el proceso del discurso que informan de la relevancia y la capacidad de la combinación de información antigua y analizar las situaciones antiguas. Esto permite mostrar también fragmentos de ideologías compartidas socialmente, lo que explica por qué tenemos la capacidad de identificar y categorizar ideológicamente a los actores como progresistas o conservadores, racistas o antirracistas, etcétera (2003: 35). Resumimos lo anterior en el Cuadro 1 según el siguiente esquema general tomado de Van Dijk (1996: 22):

Cuadro 1. Esquema de las relaciones entre ideología, sociedad, cognición y discurso

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10 3.2.1. La ideología como estrategia

La ideología en el discurso comúnmente es más que un despliegue explícito u oculto de las

creencias de una persona, que tiene una función persuasiva donde los hablantes buscan cambiar la mentalidad de los receptores de un modo que sea consistente con las creencias, objetivos o intenciones de los primeros, en un proceso de recepción y persuasión (Van Dijk, 1999: 328). Por ende, a pesar de que los hablantes de un idioma son capaces de producir y entender estratégicamente el discurso hablado y textual, pueden también bajo condiciones contextuales específicas, ‘disimular o esconder’ sus opiniones ideológicas. Es decir, que los hablantes no siempre van a manifestar sus creencias abiertamente y evitaran emitir declaraciones ideológicas explícitas. Esto ya sea para evitar conflictos o (censura) o para resolverlos más fácilmente, por ejemplo, como se hace cuando buscamos ser “políticamente correctos”, usando métodos indirectos o discretos (Van Dijk, 2005: 19). De igual manera, debemos tener en cuenta que en el discurso podemos encontrar varias formas de estrategias persuasivas que buscan a menudo la polarización entre grupos donde subyacen ideologías: como la presentación positiva del propio expositor ‘Nosotros’ y la presentación negativa de los ‘Otros’, estas estrategias permiten enfatizar las cualidades que se quieren resaltar mediante el discurso, obedeciendo a los intereses del hablante y a sus ideologías (Van Dijk, 2009: 282).

3.2.2. Categorías de ideología

En la opinión de Van Dijk, la identidad y la identificación de los miembros de un grupo social son fundamentadas por las creencias sociales e ideológicas de un grupo con una forma básica de cognición social que definen la identidad de un grupo y a su vez los sentimientos subjetivos de la identidad social de sus miembros: el concepto Nosotros-Ellos presenta una posición polarizada (2003: 27, 28).

Con base en Van Dijk (2003: 27), son seis las categorías que definen el esquema ideológico que derivan de las propiedades del grupo social y surgen como esquemas

mentales o estructuras de conocimiento, que permiten que se produzca, modifique o

reproduzca una ideología, como se muestra en los siguientes elementos:

1. Criterio de pertinencia: ¿Quién (no) pertenece al grupo?

2. Actividades típicas: ¿Qué hacemos?

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4. Normas y valores: ¿Qué es bueno o malo para nosotros?

5. Posición: ¿Cuáles son nuestras relaciones con los demás?

6. Recursos: ¿Quién accede a los recursos de nuestro grupo?

3.3. Estructuras y análisis ideológico del discurso

A pesar de que el discurso es tan complejo y que las estructuras del lenguaje incluyen lo escrito u oral, algunas estructuras son más habituales que otras. Es por eso aconsejable buscar las propiedades del discurso que muestren claramente las variaciones ideológicas de los modelos contextuales subyacentes y las actitudes sociales (Van Dijk, 2003: 55). Van Dijk (2003: 56-57) propone que desde la enumeración informal de las ideologías “típicas” y de su contenido, se puede intentar formular la heurística que combina estas creencias sociales subyacentes en el discurso y afirma que la estrategia básica del discurso ideológico es muy general:

• Hablar de Nuestros aspectos positivos. • Hablar de Sus aspectos negativos.

La cual es completada con los significados contrarios: • No hablar de Nuestros aspectos negativos. • No hablar de Sus aspectos positivos.

Como ya hemos señalado, esta estrategia es demasiado general, y tomando esto como punto de partida Van Dijk (2003: 58) modifica las categorías antes mencionadas y elabora un ‘cuadro ideológico’ con cuatro principios clave, que permiten su aplicación en todas las estructuras posibles de un discurso, como se muestra a continuación:

Poner énfasis en Nuestros aspectos positivos.

Poner énfasis en Sus aspectos negativos.

Quitar énfasis en Nuestros aspectos negativos.

Quitar énfasis de Sus aspectos positivos.

Estos cuatro principios modifican las estructuras del discurso a partir del contenido y el significado del discurso; es decir, en lo que se refiere al contenido, es válido en el análisis léxico y semántico, permite muchos tipos de variación estructural: hablar extensa o

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brevemente de nuestros aspectos o sus aspectos positivos o negativos, explícita o implícitamente, con hipérboles, poniendo énfasis o quitando énfasis de los significados (Van Dijk, 2003: 58).

Debido a que el discurso dispone de múltiples procedimientos de análisis de significados con base ideológica, a continuación, se presentan los distintos niveles del discurso:

3.3.1. Niveles de estructuras del discurso

Significado es el contenido ideológico de las palabras, frases y discursos que se expresan de

forma más directa a través del significado del discurso. Algunos aspectos más relevantes son:

Temas o tópicos son los significados globales que explican de qué se trata en general el

discurso y se desarrollan mediante proposiciones completas e ideas abstractas expresadas con una sola palabra (p.ej., discriminación, educación), que son a su vez categorías amplias que definen tipos de textos con muchos temas específicos diferentes (Van Dijk, 2003: 59).

Nivel de descripción y detalle es la opción del usuario en la realización de su modelo mental,

de aquello que sabe de un acontecimiento. Esta opción permite al usuario dar muchos o pocos detalles o describirlo de forma abstracta o específica o general de cómo sucedió o es alguien, dando explicaciones de forma positiva o negativa (Van Dijk, 2003: 60).

Coherencia local y global es la coherencia contextual que depende de nuestra interpretación

(suposiciones) ideológicamente controladas del mundo. La coherencia global son los temas tratados anteriormente y la coherencia local es la secuencia de acciones o situaciones que se interrelacionan y que ayudan a definir la situación, p.ej., especificación o generalización, contraste entre suposiciones (Van Dijk, 2003: 61).

Contraste es la manera de manifestar polarización, como en el caso de los pronombres

Nosotros y Ellos, siendo esta una muestra semántica por contraste (Van Dijk, 2003: 63).

Las estructuras proposicionales organizan el significado local del discurso: una oración puede manifestar una o más proposiciones o ideas que pueden ser ciertas o falsas, que expresan un pensamiento completo, lo mismo ocurre con el significado de las secuencias y de los discursos enteros, el análisis de las proposiciones les asigna una estructura tan conocida como: predicado (argumentos) que tiene las propiedades que expresan predicados negativos o positivas en función de las opiniones subyacentes (representadas en los modelos mentales) (Van Dijk, 2003: 65). Dentro de estas estructuras se encuentran las tres siguientes estrategias:

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Los actores son descritos en diferentes roles por medio de proposiciones en los argumentos de una proposición, como agentes, pacientes o beneficiarios de una acción. En el discurso ideológico, la representación de los actores aparece de manera individual o colectiva como miembros de un grupo (nosotros) o excluidos del grupo (ellos), identificados de forma específica o general, a través de la semántica y la distancia social (Van Dijk, 2003: 66).

Modalidad es la propiedad de modificar las proposiciones y modificarse en otras, por

ejemplo, a través de representar el mundo y los hechos, que puede implicar cierto grado de legitimidad de la violencia (Van Dijk, 2003: 66).

Ambigüedad o vaguedad se refiere al tipo de gestión de la claridad y la vaguedad, como lo

demuestra el lenguaje diplomático. Estas estrategias se usan cuando no sabemos bien una respuesta y queremos evitar pareceres ignorantes, pero pueden ser también usadas para camuflar opiniones comprometedoras, por medio del uso de mitigación, eufemismo o negaciones (Van Dijk, 2003: 67).

Las estructuras formales son las proposiciones de los modelos y representaciones sociales que aparecen de forma más directa. Esto no quiere decir que el análisis ideológico tenga que limitarse a la semántica, sino más bien significa que, aunque en general se expresan de forma indirecta lo hacen de forma más sutil. Por ejemplo, en las formas estructurales de la sintaxis de la oración que se usan para dar o quitar énfasis del significado. Asimismo, sucede con las formas esquemáticas del discurso, donde todas las formas cambian en función del rol social, la posición, opiniones de los participantes que tienen una función ‘ideológica subyacente’ como prejuicios (Van Dijk, 2003: 69).

La sintaxis de la oración permite ver el orden de los enunciados (oraciones activas o pasivas, uso de pronombres, yuxtaposición de adjetivos, nominalizaciones, etc.). El orden de las palabras en las oraciones puede cambiar o marcar de diversas formas el significado y recibir más o menos énfasis si este énfasis tiene implicaciones ideológicas (Van Dijk, 2003: 70).

Las formas del discurso son las estrategias de control sobre el orden del discurso que afecta a las categorías que definen la estructura del lenguaje oral y escrito, que tiene la propiedad de avanzar o postergar el significado de una palabra o frase del discurso de acuerdo con la posición que ocupe en la estructura semántica. Esta estrategia tiende a expresar las oraciones con significados positivos sobre nosotros al comienzo y los significados que incluyen información negativa sobre nuestra imagen tienden a omitirse o aparecer al final, mientras que

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los aspectos negativos sobre los demás se ordenan en el discurso para que aparezcan al comienzo (Van Dijk, 2003: 71).

La argumentación es usada en muchos géneros del discurso que disponen de estructuras argumentativas. En estos géneros es común que los participantes tengan opiniones diferentes e incluso contrarias, por lo cual se debe tener en cuenta que para que un argumento sea bueno o malo dependerá fundamentalmente de la capacidad de argumentación que use cada individuo para defender una postura dentro de cada grupo (Van Dijk, 2003: 72). En esta categoría se incluyen como estrategias las falacias que son incumplimientos o violaciones de las normas y de los principios de la argumentación, p, ej., cuando aducimos que todo el mundo piensa algo es motivo para creerlo cierto o porque una autoridad así lo proclama (Van Dijk, 2003: 74).

La retórica son aquellas estructuras descritas como “figuras de estilo” tales como metáfora, símiles, ironía, eufemismo, entre otras. Estas estrategias no son variables ideológicas, pero son frecuentemente incluidas al hablar de las faltas atribuidas a los otros o depende de las opiniones que formulemos y a quien nos refiramos. Es decir, son los énfasis retóricos en nuestros aspectos positivos y los negativos en los demás. Asimismo, no están relacionadas a la forma o elección de una figura, sino que están relacionadas al significado, el contenido y la cognición (Van Dijk, 2003: 74-75).

Para mayor comprensión, se presentan en la Tabla 1, de forma resumida las categorías y estrategias del discurso ideológico propuestas por Van Dijk (2003):

Tabla 1. Categorías y estrategias del discurso ideológico según Van Dijk

Categorías Estrategias

Significado Tema o tópico: historia como lección, carga, humanismo. Contraste: comparación, contraposición. Nivel de descripción: presentación propia positiva, descripción de los actores, descripción de la situación, categorización Nosotros-Ellos,

implicaciones y suposiciones, negaciones, ejemplos e ilustraciones, coherencia local, culpabilización de la víctima, niveles de descripción, polarización, sinonimia, paráfrasis, empatía, autoglorificación de la nación, distanciamiento, eufemismo, evidencia, explicación, falsa ignorancia, generalización, autoridad, suposición, victimismo.

Estructuras proporcionales

Actores, modalidad, ambigüedad, evidencia, topoi.

Argumentación Falacias, honestidad, autoridad, ilegalidad, ejemplo e ilustración, comparación, falsa ignorancia, contraposición, explicación, generalización, populismo, razonabilidad. Retórica Metáfora, hipérbole, dramatización, eufemismo, ironía, repetición, juego de las

cifras.

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4. Materiales y métodos

En este capítulo explicaremos la metodología aplicada para este estudio. En la sección (4.1) empezaremos presentando el proceso de recolección y selección del corpus. En la sección (4.2) explicaremos los pasos y los criterios de decisión tomadas para la elección de las herramientas metodológicas usadas. En la sección (4.3) describiremos los procedimientos de análisis seguidos para responder a nuestras preguntas e incluye las (categorías) y subcategorías de las estructuras del discurso ideológico. Finalmente, en la sección (4.4) explicaremos las limitaciones que han surgido al momento de realizar nuestro trabajo.

4.1. Descripción del corpus

El corpus de este trabajo está compuesto por el primer discurso de investidura pronunciado por el expresidente peruano Alberto Fujimori el 28 de julio de 1990 (4878 palabras, sin incluir el título). Este es el primer discurso de investidura de Fujimori (dos veces electo), que hemos extraído de la página oficial del Congreso de la República del Perú. Esta página es un repositorio digital que pone a disposición pública diversas fuentes para la investigación, donde se incluye una lista de quince Mensajes a la Nación, más cuatro Resoluciones Legislativas y la copia de la renuncia a la presidencia de la República en el año 2000, por parte de Fujimori. La página de este repositorio está libre a disposición en:

http://www.congreso.gob.pe/participacion/museo/congreso/mensajes-presidenciales/.

Debido a la gran cantidad de documentos disponibles, seguimos un criterio de reducción pertinente y decidimos limitarnos en un primer momento a los dos discursos de investidura considerando sus aspectos de representatividad, pero debido a la probable extensión y tiempo que podría implicar su realización decidimos limitarnos al análisis de palabras, frases y oraciones o extractos a modo de ejemplos del primer discurso de investidura (véase el Apéndice 1). El criterio principal para la elección de este discurso político está motivado principalmente por el interés de obtener un nuevo conocimiento, ya que, como hemos mencionado, el análisis de las estructuras ideológicas del discurso político posibilita examinar los modos y estrategias del discurso para transmitir o reproducción directa o indirectamente nuevos modelos ideológicos en la mente de las personas.

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4.2. Diseño metodológico

Este trabajo se enmarca en tres fases de investigación, una fase de selección de material, una fase de análisis a la luz de la teoría y una fase que incluye la descripción y síntesis de lo encontrado. Cabe explicar que en este trabajo hemos combinado el método cualitativo y cuantitativo (cómputo numérico de estrategias), aunque nos enfocaremos principalmente en el método cualitativo. Esta preferencia metodológica es justificada por Martínez (2011: 11), quien considera que este método busca aproximarse conceptualmente a la realidad humana social, guiada por un interés teórico, como una forma de adquirir mayor conocimiento. Parte de ese proceso incluyó también una fase de almacenamiento y conteo de estrategias, con la ayuda de Excel, que usamos luego para lograr su mejor organización en el Diagrama 1 (véase la sección 5.2). También se cuantificaron los pronombres1 (personales, posesivos, demostrativos) usados en dicho discurso ordenándose posteriormente en la Tabla 3 (véase la sección 5.3). Cabe añadir que fue necesario determinar la identidad por criterios de pertenencia (véase la subsección 3.2.2) de los grupos en el discurso de investidura, es decir: “¿Quién (no) pertenece al grupo?”, en este discurso se ha identificado que incluye en el grupo de “Nosotros” a la clase baja peruana, Fujimori y los adeptos o aliados políticos, mientras que el grupo de “Ellos” está conformado por la clase alta peruana, la oposición política, los funcionarios públicos, los grupos terroristas, el narcotráfico y los presidentes anteriores. Este tipo de polarización entre el “endogrupo” y el “exogrupo”, por un lado, los aliados o amigos, y, por otro, los enemigos conforman la caracterización ideológica básica de los discursos en general y muchos discursos políticos (Van Dijk, 2009: 326).

4.3. Selección de categorías y subcategorías

ideológicas

Luego de haber explicado el corpus y los métodos con los que hemos trabajado, pasamos a explicar cómo aplicaremos las categorías y subcategorías de las estructuras del discurso ideológico sacadas de la lista propuesta por Van Dijk (2003: 96-127). Después pasamos a tomar algunos ejemplos de palabras o enunciados encontradas en nuestro corpus, que usamos posteriormente para reflexionar sobre el proceso producción y reproducción en los modelos mentales en la sociedad. Además, para poder responder nuestra segunda pregunta de investigación que busca saber qué estrategias discursivas se utilizan más, preparamos el

1 Nota: Se han incluido tanto la función de adjetivo como de pronombre en los (demostrativos y

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Diagrama 1, para que nos permita describir y discutir más acerca de este discurso. Como ya explicamos en el Capítulo 3, los discursos tienen variadas estructuras, que se pueden analizar de diversas maneras dependiendo de los distintos niveles de estructuras o perspectivas generales (retórica, sintaxis, etc.) del discurso. Presentamos a continuación en forma resumida y en orden alfabético catorce categorías estructurales que usaremos para este estudio:

Tabla 2. Lista de categorías y subcategorías de las estructuras del discurso ideológico Lista de categorías2 y subcategorías de las estructuras del discurso ideológico

1. Autoglorificación de la nación (Significado). Se aplica mediante retóricas nacionalistas o de referencias

positivas al propio país, sus principios, la historia y las tradiciones.

2. Dramatización (Retórica). Juntamente con las hipérboles, la dramatización es una forma de exagerar los

hechos a favor de uno mismo, como en el caso del victimismo.

3. Expresión de norma (Expresión macrosemántica). Son las afirmaciones normativas explicitas, sobre lo que

Nosotros deberíamos o no hacer.

4. Hipérbole (Retórica). Es un recurso retórico y semántico que consiste en atenuar o exagerar características.

Esto permite enfatizar las cualidades o acciones positivas de uno mismo y enfatizar las negativas de los otros.

5. La historia como lección (Tópico). Consiste en demostrar que la situación puede compararse con hechos

positivos o negativos anteriores de la historia. 

6. Ilegalidad (Argumentación). Es la argumentación que se da para presentar a los otros de manera negativa, p.

ej., con prejuicios, criminalizando a los otros por incumplir la ley.

7. Juegos de cifras (Retórica).  Este recurso retórico se orienta a aportar credibilidad a través de elementos que

pongan énfasis en la objetividad, p.ej., afirmar con cifras estadísticas los daños que causa el otro grupo.

8. Lexicalización (Estilo). En el plano local de análisis, los discursos expresan conceptos subyacentes y

creencias con un léxico específico. Los significados parecidos han de expresarse con palabras diferentes, en función de las características del contexto.

9. Metáfora (Retórica). La metáfora posee significados abstractos, complejos poco familiares, nuevos o

emocionales y en la mayoría de los casos son negativas y, por lo tanto, se incluyen en la estrategia global de la descripción negativa de los demás.

10. Polarización (Categorización Nosotros-Ellos). Esta estrategia contiene (ideologías subyacentes)

expresiones de cogniciones polarizadas y división categórica de la gente en miembros del grupo ‘Nosotros’ y excluye al otro grupo ‘Ellos’

11. Populismo (Estrategia política). Consiste en defender los intereses y aspiraciones del pueblo. Existen

diferentes variantes y componentes, p. ej., en afirmar contra la oposición política usando (generalizaciones o dando una carga económica) de que “la gente”, “la mayoría” o “nadie”, no apoya las acciones de Ellos.

12. Presentación negativa de los demás (Estrategia macrosemántica). Se refiere a la categorización de

personas en miembros o no de un grupo, e incluso la división entre incluidos/excluidos (buenos/malos) está cargada de connotaciones, normas o valores basados en una ideología.

13. Presentación propia positiva (Estrategia macrosemántica). En otras palabras, es el favoritismo o empatía

hacia los miembros del grupo poniendo énfasis a las características del grupo y se combina con el rechazo a los otros. Este fenómeno adopta estrategias de forma más individual para mantener las apariencias.

14. Victimismo (Significado). Al igual que con la dramatización y la polarización, en algunos tipos de discurso

se organiza en torno al grupo binario Nosotros-Ellos. Donde se representan los Otros/ellos en forma negativa (una amenaza) convirtiendo a Nuestros miembros del grupo en víctimas de tal amenaza.

Fuente: Van Dijk (2003: 97-127)

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4.4. Limitaciones

En lo que concierne a las limitaciones metodológicas de esta investigación, se podría haber analizado otros discursos o realizado un estudio aún mucho más profundo utilizando mayor número de estrategias de la lista de categorías analíticas (véase la Tabla 1) y se podría dar un mayor número de ejemplos para ilustrar las propiedades ideológicas de las estructuras del discurso, pero se optó en este trabajo por enfocarse en un solo discurso, utilizando solo catorce estrategias y usar algunos ejemplos del discurso para la discusión debido a la magnitud que conllevaría el ejecutarlo de manera aún más detallada.

5. Análisis del discurso ideológico

del discurso

En este capítulo, presentaremos los resultados de análisis del corpus de este trabajo. Para facilitar la comprensión del análisis, hemos dividido este capítulo en tres secciones para responder nuestras preguntas. En la sección (5.1) analizaremos estrategias de algunas de las (categorías) y subcategorías de las estructuras ideológicas del discurso, propuesta por Van Dijk (2003; 2005) en el discurso político del expresidente Fujimori. En la sección (5.2) realizaremos una descripción de frecuencias de uso de estrategias discursivas más recurrentes en el discurso de Fujimori. En la sección (5.3) presentaremos la descripción de recurrencias de pronombres encontradas en el primer discurso de investidura de Fujimori.

5.1. Análisis de categorías y subcategorías del análisis

ideológico de los discursos de Alberto Fujimori

Mostramos a continuación las estrategias discursivas utilizadas por Alberto Fujimori en su primer discurso de investidura en Perú en 1990. Primero presentaremos algunos ejemplos que consideramos mejor reflejan cada categoría estrategia y/o subestrategia discursiva de nuestro corpus (véase el Apéndice 1) y luego procederemos con el análisis de estos ejemplos, en los que hemos resaltado en letra negrita.

1. Autoglorificación de la nación (Significado)

1. Este es un mandato que me ha dado el pueblo del Perú. Que me ha dado el voto masivo de los

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populares que con sentido nacionalista han apostado por el Perú, así como un sector importante de profesionales progresistas amantes de la patria.

2. Una de las actividades más creativas e innatas de los peruanos fue y es la artesanía. Además de su

connotación cultural es una actividad productiva generadora de divisas y empleo.

Como muestran los ejemplos (1 y 2), hay una retórica nacionalista del discurso, con diferentes formas intensificadoras hacia diferentes temas (actividades, tradiciones) que incitan a preferir lo nuestro y alimentan el nacionalismo. Desde el punto de vista de Van Dijk (2003: 97), la glorificación nacional da referencias positivas al propio país, sus principios, la historia, tradiciones y se combinan con las ideologías nacionalistas.

2. Dramatización (Retórica)

3. Nos toca afrontar la crisis más profunda que ha vivido el país en toda su historia republicana: una economía entrampada en una hiperinflación y una depresión, una sociedad escindida por la violencia, la corrupción, terrorismo y el narcotráfico. En una palabra, casi una economía de guerra.

4. Este país que perdía el rumbo, esta sociedad, cansada de la demencia de la demagogia y la

inoperancia gubernativas, acudió al llamado de un mensaje de renovación.

En estos ejemplos, podemos observar uso de estrategias retóricas metáforas e hipérboles que permiten enfatizar los actos o cualidades negativas de los otros y tienden a poner su grupo como víctimas. En otras palabras, los argumentos anteriores buscan apelar a los conocimientos y opiniones comunes de la población para encontrar responsables de la situación del país. En la opinión de Van Dijk (2003: 105), la dramatización es una forma de exagerar los hechos a favor de uno mismo.

3. Expresión de norma (Expresión macrosemántica)

5. Debemos ser protagonistas de nuestro propio destino y al mismo tiempo hacer realidad de insertar al

Perú en la comunidad financiera internacional. En este sentido nuestro gobierno está decidido a restablecer las relaciones internacionales del Perú en el campo financiero, bancario y comercial, a

restablecer antiguos nexos y resolver la diferencia.

6. El Ministerio de Trabajo y Promoción Social debe remover todos los obstáculos para que las fuerzas laborales, hoy desocupadas, logren su realización mediante el fomento de las empresas familiares donde se produce el autoempleo y el desarrollo de la micro y pequeña empresa.

En los ejemplos (5 y 6), se emplean afirmaciones de tipo normativo que instan lo que ‘debemos’ hacer: “insertar al Perú en la comunidad financiera internacional”, “remover obstáculos” o “fomentar el desarrollo de la micro y pequeña empresa”. De acuerdo con Van Dijk (2003: 110; 2005:39), la expresión de norma es el uso de afirmaciones o declaraciones explícitamente normativas sobre eso que Nosotros debemos o no debemos hacer.

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4. Hipérbole (Retórica)

7. “enorme fe”, “magno acto”, “alta magistratura”, “inmensos déficits”, “imperdonable”, “avezados delincuentes”, “alto honor”, “inmenso compromiso”, “millonarias defraudaciones”, “grandes masas”, “grave crisis”, “excesivo protagonismo”, “verdaderamente patriótico”, “excesiva burocratización”, “engrandecimiento”, “tarea gigantesca”, “sumamente breve”, “altamente especulativo”, “severa crisis”, “absolutamente innoble”, “grandes mayorías”, “enorme impulso”.

Como en el caso de los ejemplos vistos en la estrategia 2 (Dramatización), en el discurso se usan las hipérboles como estrategias para exagerar acciones o hechos ya sea en la autopresentación propia positiva y como en la presentación negativa del otro. Según Van Dijk (2003:113), las hipérboles son dispositivos retóricos semánticos para mejorar el significado, estas estrategias sirven para atribuir/enfatizar o disminuir propiedades positivas o negativas de

nosotros y los otros.

5. La historia como lección (Tópico)

8. La honradez como norma de vida fue divisa de la antigua civilización peruana. Hoy vemos como la

corrupción campea en el Estado y como desde allí se extiende al conjunto de la sociedad, vemos como pierden credibilidad instituciones que deben ser la garantía que tienen los ciudadanos para el leal

cumplimiento de la Ley

9. Creemos que un gobierno verdadera y objetivamente honrado puede exigir a su pueblo la práctica generalizada de esa virtud que caracterizó a los antiguos peruanos.

En los ejemplos (8 y 9), se incluyen comparaciones con cualidades y hechos históricos que representan a la población, presentado como una virtud o atributo positivo que fomenta a la vez el nacionalismo, donde se afirma también de manera indirecta una resistencia hacia todo aquello que represente un freno en la historia. Como afirma Van Dijk (2003: 114), esta estrategia sirve para demostrar de manera generalizada que la situación presente puede compararse con unos hechos anteriores (positivos o negativos) como si fuese una ley de la historia.

6. Ilegalidad (Argumentación)

10. La honradez como norma de vida fue divisa de la antigua civilización peruana. Hoy vemos como la

corrupción campea en el Estado y como desde allí se extiende al conjunto de la sociedad, vemos

como pierden credibilidad instituciones que deben ser la garantía que tienen los ciudadanos para el leal cumplimiento de la Ley.

11. Acusaciones muy graves y que comprometen a figuras públicas en casos de contratos lesivos al interés nacional, enriquecimiento ilícito, complicidad en millonarias defraudaciones a inocentes ahorristas se vuelven frecuentes y comunes. El narcotráfico logró penetrar también la esfera del Estado y ante el escándalo del país, hombres que fueron elegidos por sus méritos ciudadanos fugan como vulgares delincuentes.

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En los ejemplos (10 y 11) se aplican una serie de acusaciones graves de infracción a la ley que afectan la presentación de los Otros grupos, en este caso son mencionadas de manera sutil a instituciones públicas o personas (sin ser llamadas por sus nombres) con cargos públicos que actúan de forma corrupta o cometen actos contra las leyes del país. Estas estrategias incluyen también el uso de temas (narcotráfico y corrupción) que son presentados como una amenaza nacional, “vulgares delincuentes”, “la corrupción campea”, los cuales intensifican de por sí la imagen negativa que estos términos poseen y de los que los individuos que los ejecutan, produciendo rechazo o miedo en la población de ser posibles víctimas. Como señala Van Dijk (2003: 115), en esta estrategia se utilizan argumentos de criminalización de la ley y el orden para presentar a los demás que los otros no pertenecen al grupo.

7. Juego de cifras (Retórica, argumentación)

12. Esta epidemia nefasta se ve reflejada en la espeluznante tasa de más de 2’200,000 por ciento de la

inflación acumulada en el quinquenio gubernativo referido. Esta inflación, es por sí gigantesca, es de

hecho mucho más elevada si se considera que hoy existe una inflación reprimida o embalsada del orden del 1,200 por ciento, debido a los inmensos déficits que el gobierno saliente […]

Este ejemplo muestra que se busca transmitir la idea de evidencia o credibilidad de forma persuasiva a través de las cifras estadísticas “2’200,000 por ciento”, “1,200 por ciento”. Esta estrategia incluye también la función de carga negativa en este caso, ya que busca enfatizar negativamente que la situación de crisis económica es responsabilidad del “quinquenio gubernativo” o “gobierno saliente”. Según Van Dijk (2003: 118), esta estrategia aporta objetividad y precisión, aunque tales términos numéricos no siempre necesitan ser precisos en forma de especulaciones. Esta estrategia también puede usarse para potencializar el número de víctimas o vincular el impacto o carga económica causados por los grupos de oposición.

8. Lexicalización negativa3 (Estilo)

13. “violencia estructural”, “marginación cultural”, “demagogia”, “interés subalterno”, “conflicto abierto”, “contratos lesivos”, “enriquecimiento ilícito”, “millonarias defraudaciones”, “narcotráfico”, “botín personal”, “vicio inexplicable”, “resistencia tenaz”, “sector privilegiado”, “hiperinflación”, “economía entrampada”, “irresponsable dilapidación”, “espeluznante”, “inflación reprimida”, “antinacionales”, “excesiva burocratización”, “contingente burocrático”, “mayores lacras”, “crisis económica”, “ideologías fanáticas”, “violencia terrorista”, “violación sistemática”, “lucha anti-subversiva”.

En estos ejemplos el estilo del discurso pasa a ser menos formal o cortés e indica el rechazo o distanciamiento, donde el enunciador elige estrategias con combinaciones léxicas, que adquieren un significado de origen figurado general de una lengua, revelando las opiniones

3 Nota: Se escogió usar la lexicalización negativa por su aporte en el significado léxico en las palabras o

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ideológicas subyacentes enfocadas a definir negativamente al grupo de oposición. Desde el punto de vista de Van Dijk (2003:119), en los discursos políticos la lexicalización es una estrategia que permite expresar conceptos subyacentes con la elección de un léxico específico a los Otros que tiene una postura opuesta a la de Nosotros.

9. Metáfora (Retórica)

14. “burocratismo parásito”, “diálogo estéril”, “la epidemia inflacionaria ha corroído todos los cimientos de nuestro sistema productivo”, “economía de guerra”, “Vamos a destruir las raíces de este problema como lo prometiéramos, pragmáticamente, sin esclavizar nuestra acción de gobierno a recetas mágicas sacadas de los textos”, “La conciencia del mundo sabrá aquilatar mis palabras”, “solvencia moral”, “no quiero la soledad del gobernante que puede sentirse Mesías”, “economía deprimida”, “amantes de la patria”, “cansados de estar cansados”.

En estos ejemplos, las metáforas aportan un significado subyacente abstracto que permite describir actos o personas en términos figurados enfatizando sus lados positivos o negativos. Por ejemplo, la combinación “burocratismo parásito” muestra una derogación negativa que se refiere al abuso de las instituciones públicas y figuras con cargos públicos de oposición como algo negativo. Luego con la combinación “diálogo estéril” se busca descalificar al otro grupo por su falta de capacidad realizar una buena gestión. En el caso de “La epidemia inflacionaria ha recorrido todos los cimientos (…)” en la que busca reforzar la idea de amenaza de una propagación de la inflación. Otro ejemplo es “economía de guerra” que cumple la función de fortalecer el argumento comparando el peligro o efecto que representa una crisis económica con una guerra. A diferencia de los ejemplos anteriores en el siguiente enunciado “La conciencia del mundo sabrá aquilatar mis palabras” Fujimori busca enfatizar su imagen positiva y su buena capacidad de gestión. De acuerdo con Van Dijk (2003: 120; 2005: 42), la metáfora es una de las figuras semánticas o retóricas que posee un gran valor estratégico para hacer más familiar y concretos los significados abstractos, complejos, poco familiares, nuevos o emocionales.

10. Polarización (Categorización Nosotros-Ellos)

15. El electorado peruano consagró un mandato de unidad nacional y de rechazo a las propuestas

alternativas fundadas en la confrontación, polarización y conflicto abierto como estilos políticos de

gobierno. El pueblo nos eligió para que instauremos un nuevo lenguaje de entendimiento nacional, que es el lenguaje del diálogo, la concertación y la búsqueda de consensos.

Esta estrategia polariza o divide en categorías por grupos (Nosotros): “el electorado peruano” y excluye al grupo opuesto (Ellos) “las propuestas alternativas” donde se sugiere que nosotros somos mejores o buenos y ellos son malos. Como plantea Van Dijk (2003: 122), esta estrategia es común en los debates y se manifiesta a través de la retórica al expresar el

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23

contraste atribuyendo propiedades semánticas opuestas dos grupos, como en el caso amigos o simpatizantes, por un lado, y de los enemigos, por otro.

11. Populismo (Estrategia política)

16. Ningún gobernante responsable puede cerrar los ojos ante esta situación. El Estado centralista ha

ignorado durante décadas al Perú real que existe en los Andes. Ha dejado que allí se imponga un poder déspota y abusivo que ha tenido que padecer nuestra sociedad.

17. El electorado peruano consagró un mandato de unidad nacional y de rechazo a las propuestas alternativas fundadas en la confrontación, polarización y conflicto abierto como estilos políticos de gobierno. El pueblo nos eligió para que instauremos un nuevo lenguaje de entendimiento nacional.

En el ejemplo (16) se combinan varios tipos de estrategias tales como victimismo, generalización, dramatización y falacias, las cuales cumplen la función de desmerecer indirectamente las gestiones anteriores de otros gobernantes en vez de afirmar directamente que ellos son irresponsables. En el ejemplo (17) se afirma de forma generalizada que el “electorado peruano” rechazó otras propuestas políticas de la oposición. En este ejemplo se incita también a la unión nacional y se ofrece defender los intereses y aspiraciones del país. Para Van Dijk (2003: 123; 2005: 43), el populismo es una de las estrategias globales que tiene muchas variantes y formas de componerlas, ya sea con argumentaciones falaces o el tópico de la carga financiera, entre otras combinaciones.

12. Presentación Negativa de los demás (Macro-Estrategia Semántica)

18. Nosotros insurgimos precisamente como expresión del hartazgo del pueblo por el ideologismo ciego que ha hecho del debate político un diálogo estéril y un medio para la búsqueda del encumbramiento personal, antes que solución concreta a los problemas concretos del pueblo. Hemos llegado a la política convocados por millones de corazones peruanos cansados de escuchar, cansados de gritar, “cansados de estar cansados”.

19. El electorado peruano consagró un mandato de unidad nacional y de rechazo a las propuestas alternativas fundadas en la confrontación, polarización y conflicto abierto como estilos políticos de gobierno.

En los ejemplos (18 y 19) se muestra que estas estrategias cumplen la función de polarizar los grupos, primero surge una división entre “Nosotros insurgimos” y presentando aspectos negativos del otro grupo “el ideologismo ciego que ha hecho del debate político un diálogo estéril”. Es decir, el enunciador puede utilizar estrategias sutiles, tales como generalizar las acciones negativas que sirvan para desprestigiar o deslegitimar al otro grupo. En ambos ejemplos, se enfatiza negativamente los actos y valores de los otros grupos. En la opinión de Van Dijk (2003:123; 2005: 43), esta estrategia categoriza o divide a las personas o grupos entre “buenos” y “malos”, que están cargadas con una serie de connotaciones de normas, valores basados en ideologías.

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13. Presentación positiva propia (Estrategia macrosemántica)

20. Nuestro programa de estabilización económica propicia políticas que ataquen rigurosa e inflexiblemente las causas de la inflación. Vamos a destruir las raíces de este problema como lo prometiéramos, pragmáticamente, sin esclavizar nuestra acción de gobierno a recetas mágicas sacadas de los textos.

21. Nuestro programa de estabilización se propone reducir las brechas que traban nuestro desarrollo social: la brecha fiscal, la brecha externa, y algo que muchos olvidan, la brecha de la pobreza. 22. Mi gobierno tendrá muy presente a la mujer, especialmente a la que tiene que trabajar fuera del

hogar, profesional, comerciante, o artesana que día a día lucha por la subsistencia de su familia, con un heroísmo que no podemos dejar de tener en cuenta.

En los ejemplos (20) y (21) se muestra empatía al proponer romper las brechas sociales, mientras que en el ejemplo (22) se dirige a diferentes grupos bien definidos de mujeres trabajadoras ofreciendo su inclusión. Asimismo, podemos observar que ambos ejemplos, sugieren a la vez que al usar las palabras “Nuestro programa” o “Mi gobierno” suponen que tienen mejores propuestas y soluciones, poniendo en cuestión otras propuestas o el tipo de gestión de las anteriores administraciones presidenciales. En ambos ejemplos aparecen estrategias en forma de propuestas o promesas que se suponen aplicarán de forma inclusiva. Desde el punto de vista de Van Dijk (2003: 124; 2005: 33), esta estrategia puede ser usada por el interlocutor para poner énfasis en las características positivas de sí mismo o del propio grupo, partido o país. Sin embargo, también puede usarse con los grupos opuestos o excluidos al mostrar una empatía aparente para mantener las apariencias.

14. Victimismo (Significado)

23. Nos toca afrontar la crisis más profunda que ha vivido el país en toda su historia republicana: una

economía entrampada en una hiperinflación y una depresión, una sociedad escindida por la

violencia, la corrupción, terrorismo y el narcotráfico. En una palabra, casi una economía de guerra. 24. Nos preocupa muy seriamente la dimensión moral de la crisis. Nuestro Gobierno será implacable en

la lucha contra la corrupción. El Estado dejará de ser el lugar en que se amasen grandes fortunas al amparo del poder. Nuestro pueblo empobrecido no puede seguir siendo el mudo testigo del enriquecimiento ilícito de quienes convirtieron al Estado en botín personal o de grupos.

Como podemos observar en los ejemplos (23 y 24), se usa el victimismo estratégicamente junto con la dramatización y la polarización entre grupos, ya sea enfatizando hechos históricos “historia republicana” o actos negativos “corrupción, terrorismo y el narcotráfico”, que nos afectan por el mal hacer de ellos “nuestro pueblo empobrecido”, “han entrampado el país en una hiperinflación”. Esta estrategia es una forma de apelar a los sentimientos para lograr la aprobación y la justificación de todos sus interlocutores ante cualquiera de sus

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25

futuras acciones o propuestas. De acuerdo con Van Dijk (2003: 44), el victimismo surge cuando asociamos a los otros o los demás como una amenaza.

5.2. Frecuencias de estrategias discursivas con base

ideológicas en el discurso de investidura de Fujimori

Como hemos mencionado anteriormente en el apartado (4.2), en este apartado pasamos a presentar el Gráfico 1, con el conteo de estrategias con base ideológica en el primer discurso de investidura de Alberto Fujimori:

Gráfico 1. Frecuencia del uso de estrategias ideológicas en el discurso de Fujimori

De acuerdo con los datos encontrados, podemos destacar que las estrategias más usadas forman parte de la lexicalización negativa con 58 casos usados para expresar opiniones, creencias o posición negativa (dependiendo del contexto) que definen a las personas o sus acciones. Luego podemos destacar el uso de la estrategia política populismo de 54 ocasiones. Entre las estructuras de la retórica se reconoció el uso de las hipérboles en 43 ocasiones y el uso de las metáforas en 37 ocasiones, seguido por el uso de la estrategia de presentación

propia positiva en 22 ocasiones. Dicho con palabras de Van Dijk (2003: 128), “hablar de

nuestros aspectos positivos” es una estrategia básica del discurso, que puede realizarse de manera sutil si modificamos este principio poniendo mayor énfasis en nuestros aspectos positivos. Van Dijk sostiene que el uso de estas estrategias sirve también para lograr definir al grupo o definirse o sentirse a sí mismo dentro del grupo, en una forma de autopresentación de nosotros y representación de los otros (Van Dijk, 2003: 27). En el caso de las elecciones de

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