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Contraste en las estrategias de cortesía en hablantes de sueco y español

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Academic year: 2021

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Institutionen för moderna språk Spanska fortsättningskurs C

Examensarbete 15 hp Vt19 Handledare: Fernando Bermúdez English title: Contrasting politeness-strategies from Sweadish and Spanish speakers: an intercultural study

Contraste en las estrategias de cortesía en hablantes de sueco y español

Un estudio intercultural

Marta Soto Hernández

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Resumen

Este estudio investiga el uso de estrategias de cortesía por parte de hablantes de español y sueco. La investigación se basa en las respuestas aportadas por hablantes nativos de sueco quienes han aprendido español, hablantes nativos de español quienes han aprendido sueco y hablantes los cuales hablan ambos idiomas desde la infancia. El objetivo principal de la tesis es comprobar si estos grupos producen una mayor adaptación o transferencia al cambiar de idioma, así como averiguar si se da una elección particular de estrategias de cortesía al hablar un idioma u otro. Para llevar a cabo este trabajo los participantes de los tres grupos completaron dos cuestionarios idénticos, uno en sueco y otro en español, donde simulaban hacer distintas peticiones, invitaciones o disculpas a interlocutores con los que tenían una distancia social mínima, intermedia y máxima. Los resultados muestran que todos los grupos se adaptan a la hora de hablar el segundo idioma, así como todos utilizan mayormente estrategias de cortesía negativa.

Palabras clave: cortesía intercultural, cortesía positiva, cortesía negativa, imagen social, transferencia, adaptación

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Índice

1 Introducción ... 1

1.1 Objetivos e hipótesis ... 1

2 Material y método ... 2

3 Teoría ... 4

3.1 Adquisición de un segundo idioma ... 4

3.2 Pragmática ... 4

3.3 El principio de cooperación de Grice ... 5

3.3.1 Las implicaturas convencionales y conversacionales ... 6

3.4 Imagen social ... 7

3.5 Cortesía ... 8

4 Trabajos anteriores ... 9

5 Análisis y discusión ... 12

5.1 Análisis cualitativo ... 13

5.1.1 Nativos suecos hablando en sueco ... 13

5.1.2 Nativos españoles hablando en español ... 14

5.1.3 Nativos suecos hablando en español ... 15

5.1.4 Nativos españoles hablando en sueco ... 17

5.1.5 Bilingües hablando en sueco ... 18

5.1.6 Bilingües hablando en español ... 19

5.2 Análisis cuantitativo ... 20

6 Conclusiones... 23

Obras citadas ... 26

Apéndice ... 26

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1 Introducción

Gracias a la globalización y a los intercambios económicos e interculturales, el aprendizaje de lenguas adicionales a las del propio país ha obtenido una gran importancia en todas las sociedades del mundo. La mayoría de los sistemas escolares ofrecen la oportunidad de aprender otros idiomas estableciendo a su vez la enseñanza de una segunda lengua de manera obligatoria. En las últimas décadas el español se ha convertido en una de las opciones principales a la hora de escoger un segundo idioma. Esto no es una sorpresa ya que en la actualidad 572 millones de personas hablan español en el mundo y 21,2 millones lo estudian como lengua extranjera (Instituto Cervantes, 2017). Dada la importancia del español en el mundo, se han llevado a cabo una gran cantidad de estudios para contrastar algunos aspectos de la gramática española a la de otros muchos idiomas. La mayoría de estos estudios se centran en propiedades del español que otros idiomas no incluyen o que difieren de manera significativa, como por ejemplo el uso del subjuntivo, la variación de colocación de los adjetivos o la diferencia semántica entre los verbos copulativos ser y estar. Sin embargo, tal y como afirma Haverkate (2000, 18) apenas se llevan a cabo estudios contrastivos basados en fenómenos pragmalingüísticos, lo cual perjudica la comunicación intercultural ya que errores de este tipo pueden deteriorar las relaciones sociales entre emisor y receptor. Por esa razón, este estudio contrastivo intentará profundizar en los aspectos pragmalingüísticos, específicamente en las estrategias de cortesía usadas por hablantes de sueco y español.

1.1 Objetivos e hipótesis

El objetivo principal de este estudio es analizar el comportamiento en la esfera de cortesía de hablantes bilingües de español y sueco intentando así determinar en qué medida los hablantes de ambos idiomas transfieren o se adaptan al hablar una lengua u otra. Para poder argumentar el objetivo principal, este estudio intentará responder a las siguientes preguntas:

• ¿Mantienen los hablantes nativos (de sueco o español) las mismas estrategias de cortesía independientemente del idioma que se encuentran hablando? ¿O cambian estas estrategias al cambiar de idioma?

• ¿Existe una mayor adaptación o transferencia por parte de los hablantes nativos de un idioma u otro?

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• ¿Cuál es el comportamiento de aquellos hablantes que tienen ambas lenguas desde el nacimiento? ¿Se diferencian de aquellos que son hablantes nativos de uno de los idiomas?

Una creencia popular es que las culturas sueca y española difieren en un alto grado, siendo la primera conocida por su tendencia al respeto y la distancia social, y la segunda a la cercanía entre los hablantes. Partiendo de esta afirmación, la hipótesis principal supone entonces que los hablantes nativos de un idioma u otro usarán un tipo de estrategia concreto el cual mantendrán independientemente de si se encuentran hablando su lengua materna o el idioma posteriormente aprendido. Otro objetivo en este estudio es averiguar si esta creencia puede ser confirmada o desmentida.

2 Material y método

Como ha sido presentado en el apartado anterior, esta investigación estará basada en los resultados obtenidos por parte de 11 hablantes bilingües de español y sueco. Los integrantes de este estudio comprenden las edades de entre 21 y 36 años. Todos ellos (excepto uno) estudian en la universidad de Uppsala (Suecia) para ser profesores de español en el futuro.

Los hablantes escogidos pertenecen a tres grupos: hablantes nativos de español que han aprendido sueco (2 participantes), hablantes nativos de sueco que han aprendido español (6 participantes) y hablantes los cuales han hablado los dos idiomas desde la infancia (3 participantes). El hecho de que el total de participantes sea bastante reducido así como el número de los integrantes de cada grupo no sea el mismo, es una de las limitaciones principales de esta investigación. Asimismo cabe destacar el obstáculo de que todos los participantes residan en Suecia, por lo que se produce una distinción entre los hablantes nativos; pues los hablantes suecos estudian español como lengua extranjera mientras los hablantes españoles han estudiado sueco como segunda lengua.

Los partícipes contestaron a un cuestionario en el cual debían situarse en el contexto indicado por las instrucciones y de ese modo escribir lo que ellos hubieran dicho en esa situación específica. En el cuestionario se pueden encontrar tres escenarios diferentes:

o Escenario 1: En el que el hablante se encuentra con un amigo/a cercano.

o Escenario 2: En el que el hablante se encuentra con un/a compañero/a de clase.

o Escenario 3: En el que el hablante se encuentra con su jefe/a, con quien mantiene una relación únicamente profesional.

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3 En cada uno de estos escenarios se dan cuatro situaciones distintas en las que el hablante debería realizar una petición simple (P1), una petición más comprometedora (P2), una invitación (I) y una disculpa (D).

Para intentar obtener respuestas lo más parecidas posibles a las que los participantes hubieran dado en una conversación oral espontánea se crearon dos cuestionarios idénticos;

uno en sueco, en el que los participantes debían contestar en sueco y otro en español, el cual debía ser contestado en español. En cada uno de ellos se indicaba que el hablante al que se dirigían hablaba tanto sueco como español, pero no se declaraba cuál era su idioma nativo.

Así mismo tampoco se manifestaba en qué país se encontraban al tener esta conversación.

Todos los implicados en este estudio respondieron a ambos cuestionarios, siendo primero entregado el formulario en su idioma nativo y una semana después el formulario en su segundo idioma.

Las respuestas de los participantes han sido analizadas y categorizadas según las normas de cortesía positiva y negativa propuestas por Brown y Levinson (1987, 103–206). Para poder establecer una comparación entre estos grupos, primero fue necesario establecer las normas de comportamiento que los hablantes tienen en su lengua materna, es decir, establecer la descripción del comportamiento normal en la propia lengua. Una vez que estos parámetros fueron establecidos se llevó a cabo un contraste entre ambos grupos viendo de este modo si las técnicas de cortesía utilizadas en la lengua materna varían significativamente al usar otro idioma.

A pesar de los esfuerzos por obtener respuestas lo más reales posibles, los cuestionarios también cuentan con algunas limitaciones ya que las respuestas obtenidas son por escrito y no orales, por lo que no se cuenta con la espontaneidad de las respuestas sino con las afirmaciones que los participantes creen que habrían dado en las situaciones previamente descritas. Sin embargo, el uso de los cuestionarios aporta la ventaja de que todos los participantes pueden ser expuestos a las mismas circunstancias en ambos idiomas, por lo que al manipular los diferentes escenarios se pueden alcanzar los objetivos de comparar el comportamiento de los hablantes en su L1 y L2 en las diferentes distancias sociales.

Nótese que en la sección de apéndice al final de este estudio se encuentran todas las respuestas proporcionadas por los participantes, clasificadas en sus respectivas categorías así como tablas en las que se muestra el análisis de dichas respuestas.

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3 Teoría

En esta sección serán introducidos y explicados algunos términos lingüísticos relevantes para este estudio. Los ejemplos (1) a (5) han sido creados para los fines de este estudio. Los ejemplos restantes han sido extraídos de los cuestionarios elaborados por el grupo de investigación empleado en esta tesina.

3.1 Adquisición de un segundo idioma

Es importante definir el término de adquisición de un segundo idioma, conocido en inglés como second language adquisition (SLA), ya que éste integra el término L2, el cual es relevante para este estudio. La adquisición de L2 es definida como el modo en el que alguien aprende un segundo idioma (L2) el cual es diferente de su lengua materna (L1). El idioma el cual el hablante trata de aprender es denominado como la lengua meta (target language). Por lo tanto, la adquisición de un segundo idioma puede ser definida como el estudio de cada etapa por la que pasan los estudiantes para adquirir su L2 (Ellis 1997, 3). Cabe aquí destacar la diferencia entre L2 y LE (lengua extranjera), pues mientras L2 es una lengua que coexiste en el país en el que se vive, la LE es el idioma que se aprende en un país en el que esta lengua no es oficial ni autóctona (Fillola 1998). De este modo, los participantes de esta investigación los cuales son nativos suecos han aprendido español como LE, mientras que los participantes que son nativos hispanos han aprendido sueco como L2, ya que lo aprendieron viviendo en Suecia.

3.2 Pragmática

Considerando que este estudio está basado en las estrategias de cortesía deberíamos dar un paso atrás e introducir el campo en el cual la cortesía forma parte, la Pragmática. De acuerdo con Yule (1996, 3) la Pragmática se ocupa del estudio de lo comunicado por un hablante (o escritor) y de lo interpretado por el oyente ( o lector). Por lo cual, se trata principalmente de analizar lo que las expresiones de los hablantes realmente quieren manifestar y no de lo que las palabras o frases utilizadas en esas expresiones signifiquen por sí mismas. Este tipo de estudio implica por tanto la interpretación de lo que las personas quieren decir en un contexto determinado y de qué forma el contexto influye en lo dicho. Este enfoque también investiga la manera en la que los receptores llegan a conclusiones acerca de la información que han

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5 recibido y de las interpretaciones que realizan sobre el mensaje que el emisor intenta transmitir. Por ello, este tipo de estudio analiza como una gran parte de lo que no se dice literalmente se entiende como parte del mensaje comunicado, pudiendo ser así considerado como la investigación del significado invisible. En otras palabras, la Pragmática es el estudio de cómo se comunica más información de la que realmente es dicha o escrita.

3.3 El principio de cooperación de Grice

El principio de cooperación de Grice es uno de los razonamientos principales en los estudios de Pragmática y un punto de referencia para otros muchos lingüistas tales como Geoffrey o Leech (1983, 7). Según Grice, para cumplir este principio general se debe hacer la intervención en la conversación tal como se requiere, en el punto en el que tenga lugar, para una finalidad o dirección aceptada en el intercambio conversacional en el que se está comprometido (1975, 45). De forma más sencilla, este principio puede ser definido como un principio general que guía a los interlocutores en la conversación; tanto el hablante como el oyente siguen una regla interna de entendimiento mediante la cual los interlocutores suponen en cada momento que el otro está cooperado, es decir, está diciendo algo que tiene sentido en ese contexto específico. Este principio está compuesto por cuatro categorías determinadas por máximas las cuales comprenden un número variado de submáximas específicas:

cantidad, calidad, relación y manera (Grice 1975, 45–47):

La máxima de cantidad. Tiene que ver con la cantidad adecuada de información que debe darse en una situación dada. Incluye dos submáximas:

o Haga su contribución tan informativa como se requiera (de acuerdo con el propósito de la comunicación).

o No haga su contribución más informativa de lo requerido.

La máxima de calidad. Esta categoría contiene una máxima: “Procure que su contribución sea verdadera” que a su vez se desglosa en dos submáximas:

o No diga lo que crea que es falso.

o No diga aquello sobre lo que no tiene pruebas.

La máxima de relación contiene una única máxima, esta es: “Sea relevante en sus enunciados” es decir, proporcione la información que crea de mayor interés e importancia para el oyente.

La máxima de manera. Se relaciona no con lo que es dicho, sino con la manera de decir las cosas. Incluye una máxima: “Sea claro”, que a su vez complementa con:

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o Evite la oscuridad de expresión o Evite la ambigüedad

o Sea breve o Sea ordenado

3.3.1 Las implicaturas convencionales y conversacionales

Como ha sido establecido anteriormente, la semántica y la pragmática describen el significado de una declaración de manera diferente siendo la pragmática la encargada de explicar la relación entre estos dos tipos de significado: el pensamiento racional, descrito a menudo como significado literal, y la fuerza ilocucionaria (Leech 1983, 30). Las implicaturas, por tanto, son un tipo de intervención pragmática ya que hacen referencia a la información implícita en un mensaje que el emisor quiere transmitir al receptor sin expresarla explícitamente. Esto podría llevar a la violación de las máximas del Principio de Cooperación, sin embargo, la transgresión de una máxima no siempre implica que el hablante deje de cooperar. Esto sucede cuando utilizamos las implicaduras conversacionales, las cuales suponen la violación de una máxima con fines comunicativos.

Quien transgrede una máxima lo hace con el ánimo de que quien lo escucha lo descubra e inicie un proceso inferencial que le lleve a desvelar la información implícita, esto es, la implicadura. Por ejemplo:

(1) Cada día eres más cariñosa.

Imagínese esa frase en un diálogo que tiene lugar entre una pareja los cuales están discutiendo por motivos conyugales. En este contexto la esposa percibe que la afirmación transmitida por su marido no es verdadera y por lo tanto está transgrediendo la máxima de calidad. De este modo ella inferirá el marido ha querido decir justo lo contrario. Así podemos ver que este tipo de implicaduras afirman la fuerza del Principio de Cooperación.

Por su parte, las implicaduras convencionales se producen por el uso de determinadas palabras que sugieren una información adicional a su significado. Por ejemplo:

(2) Clara es muy inteligente pero vaga.

(3) Son ricos pero muy humildes.

(4) Juan acabó la carrera.

(5) Juan logró acabar la carrera.

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7 La información que sucede al “pero” no es algo que podríamos deducir de la información anterior. Estas implicaduras derivan directamente de los significados de las palabras y no de factores contextuales o situacionales. Así, ante un enunciado como el del ejemplo [5] no solo se enuncia la consecución de un objetivo, sino que este ha sido difícil de conseguir.

3.4 Imagen social

La noción imagen social deriva del término de Goffman “face”, la cual es definida por el lingüista como “el valor social positivo que una persona reclama para sí misma por medio de la línea que los otros interlocutores suponen que ha seguido durante determinado contacto” (Goffman 1967, 5). En otras palabras, la imagen social es la impresión que causamos en los receptores cuando interactuamos, es decir, es la presentación que se hace del “yo” en una interacción, y la manera en que es interpretada por los interlocutores. En este contexto el “yo” puede ser descrito como la identidad personal o el concepto de uno mismo.

De acuerdo con Goffman, cada individuo tiende a comportarse de manera en la que pueda respetar el “yo” de la otra persona. De este modo, se crea una aceptación mutua de respeto por la imagen de los interlocutores la cual conforma una base estructural para la interacción, especialmente para la producida “cara a cara” (Goffman 1967, 10–11).

Siguiendo esta línea de investigación, Brown y Levinson (1987, 13) también incluyen en su análisis lingüístico el término “face”. Éstos consideran que la imagen social está comprometida con las emociones, y por tanto puede ser perdida, mantenida o realzada, así como ésta debe prestar atención a la interacción siempre, lo cual suele cumplirse generalmente, pues los hablantes suelen cooperar en mantener la imagen social en las interacciones basando esta cooperación en la vulnerabilidad mutua (Brown and Levinson 1987, 61). Por lo tanto, la cortesía consta de actividades de imagen que regulan la interacción a partir de las imágenes sociales individuales y/o grupales.

Según los investigadores, la imagen social tiene dos aspectos, la imagen negativa y la imagen positiva. La imagen negativa expresa el deseo de no ser impedido, es decir, de tener libertad de acción y dominar el propio terreno mientras que la imagen positiva manifiesta el deseo de ser apreciado por los demás y de que los otros manifiesten afiliación y compartan los mismos deseos. Tal y como afirman los lingüistas, esta noción de imagen social es universal pero su aplicación a una sociedad en particular requeriría un análisis cultural más específico. En este análisis el concepto de imagen social es sujeto de especificaciones

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culturales tales como cuáles son los distintos tipos de actos considerados amenazadores de la imagen, qué tipos de personas tienden a recibir actos que protegen la imagen o las características personales tales como la gracia o la facilidad para las relaciones sociales de una persona. Cabe aquí definir los AAIP, actos amenazadores de la imagen pública (FTAs, face threatening acts). Estos actos se caracterizan por ir en contra de la imagen social positiva o negativa del hablante o destinatario (Brown and Levinson 1987, 65). Los actos que amenazan la imagen negativa indican que el hablante no tiene la intención de eludir el impedimento de la libertad de acción del oyente, mientras que los actos que amenazan la imagen positiva muestran la indiferencia por parte del hablante acerca de los sentimientos o deseos del destinatario. También se dan actos que amenazan tanto la imagen positiva como la negativa tales como quejas, interrupciones, amenazas, manifestaciones emocionales significativas, solicitaciones de información personal, etc.

Posteriormente a la teoría de los FTAs de Brown y Levinson, la lingüista Kerbrat- Orecchioni (1996, 54) introduce el término de los actos que halagan la imagen pública (FFAs, face flattering acts). De este modo se reconocen dos tipos de cortesía: la mitigadora y la valorizante. La cortesía mitigadora es de naturaleza negativa y que se orienta a evitar o reparar el posible riesgo de amenazas al interlocutor. La cortesía valorizante es de carácter positivo en la cual no se producen amenazas y cuya intención es producir actos corteses (Briz Gómez and Bravo 2004, 115).

3.5 Cortesía

Tal y como señalan Brown y Levinson (1987), la cortesía es una cuestión que ha surgido en numerosas ocasiones en distintos capos, como en el de la pragmática, lingüística, psicología social, psicoanálisis o antropología entre otros. Desde el enfoque de la pragmática, la cortesía se entiende como las estrategias conversacionales que surgen como resultado de la necesidad de los interlocutores de encontrar un equilibrio en sus manifestaciones para evitar o mitigar el conflicto que pueda suceder cuando los intereses de ambos no coinciden (Escandell 1995, 33). De este modo, estas estrategias pueden ser divididas en tres categorías: estrategias de cortesía positiva (entendida a groso modo como la expresión de solidaridad), la cortesía negativa (entendida como la expresión de restricción) y la “cortesía extraoficial” (la evasión de imposiciones indiscutibles). Así, Brown y Levinson afirman que el uso de cada una de estas estrategias está ligado a determinantes sociales, especialmente a la relación entre el

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9 emisor de un mensaje y su receptor y también a la ofensividad potencial del contenido del mensaje transmitido (1987, 2).

Las estrategias de cortesía presentadas son (Brown and Levinson 1987, 103–206):

Estrategias de cortesía positiva

o Atender a los intereses, deseos, necesidades y cosas del Oyente.

o Exagerar el interés por, acuerdo y simpatía con Oyente.

o Usar marcas endogrupales para construir afiliación. P.ej. apodos o diminutivos.

o Buscar el acuerdo.

o Evitar el desacuerdo.

o Presuponer terreno compartido.

o Bromear.

o Ofrecer o prometer.

o Ser optimista.

o Ser recíproco.

Estrategias de cortesía negativa

o Ser convencionalmente indirecto.

o Atenuar o preguntar.

o Ser pesimista.

o Minimizar la imposición.

o Ser deferente.

o Disculpar.

o Impersonalizar a Hablante y Oyente.

o Expresar el AAIP como una regla general.

4 Trabajos anteriores

Las teorías de Brown y Levinson (consideradas hoy como tradicionales) han sido una referencia para otros muchos trabajos relevantes, contribuyendo al desarrollo del campo de investigación lingüística sirviendo de guía a otros investigadores y aportando metodologías y conceptos para llevar a cabo el análisis de la cortesía (Briz Gómez and Bravo 2004, 142).

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Sin embargo, estas teorías han sido criticadas por sus limitaciones en cuanto a su aplicación en distintas culturas. La concepción universal de los componentes de imagen de Brown y Levinson, así como la universalidad de las estrategias de cortesía, de los actos que amenazan la imagen, etc. han sido refutadas por diversos investigadores quienes a través de pruebas empíricas muestran la artificialidad de la aplicación de estos conceptos en culturas diferentes a la anglosajona (Briz Gómez and Bravo 2004, 143).

Esta crítica a los modelos tradicionales ha derivado en otros estudios los cuales se han llevado a cabo en diferentes culturas del mundo, concluyendo que la cortesía es entendida de distinto modo en las diferentes culturas investigadas. Entre ellos se encuentra el estudio de Albelda Marco (2002), quien antes de adentrarse en su propia investigación, menciona cómo diversos autores (tales como Bravo, 1999, 2000; o Hernández Flores 2002) también critican la perspectiva etnocentrista del estudio de la cortesía de Lakoff (1973), Brown y Levinson (1978, 1987) o Leech (1983). La autora lleva a cabo un estudio basado en el registro, siendo éste entendido como “la variación del lenguaje según la situación de uso” (Briz 1998, 25- 26). Su investigación se centra en dos modalidades orales: la conversación coloquial y la entrevista semidirigida, con el propósito de investigar si existe alguna relación entre el fenómeno sociolingüístico de la cortesía y la situación de uso en la que ésta se realiza. Para llevar a cabo este estudio, la investigadora tiene en cuenta la influencia de variables sociolingüísticas tales como nivel sociocultural, grado de instrucción, sexo, edad, etc. así como las variables geográficas de los interlocutores. Una de las características más relevantes de esta investigación es la mención a los dos tipos de rasgos en el registro, los primarios y los situacionales, aportados por Briz y Grupo Val.Es.Co. (1995). Albelda identifica los rasgos situacionales como los rasgos que configuran el tipo de registro: tipo de relación social y funcional entre los interlocutores, relación vivencial de proximidad o de distancia, el espacio físico y la relación de los interlocutores con dicho espacio, y tipo de temática. Por otro lado, los rasgos primarios son identificados como el resultado que una situación comunicativa específica produce en el lenguaje, es decir, rasgos que definen el registro a posteriori (Briz Gómez and Bravo 2004, 110–11). Refiriéndose al valor contextual de la cortesía, la investigadora afirma que a pesar de que la cortesía puede ser identificada y definida a través del establecimiento de ciertos criterios, ésta se determina en un contexto específico. Esto significa que las formas lingüísticas adquieren la función de cortesía en cada empleo concreto. Además, se observa que cada contexto conforma la cortesía de una manera diferente, siendo la cortesía adaptada a las características específicas de cada situación, es

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11 decir, en función del para qué de cada contexto (Briz Gómez and Bravo 2004, 114). Albelda hace aquí una distinción entre los conceptos de contexto y situación de uso, pues éstos suelen ser frecuentemente confundidos. El contexto de cualquier unidad de habla es definido como la suma de los factores geográfico-espaciales, culturales, variables sociológicas (edad, sexo y estrato sociocultural) de los usuarios, y los rasgos situacionales. Por su parte, la situación comunicativa es definida como el componente extralingüístico que asume o integra todos los demás rasgos, eligiendo de manera casi automática unas formas lingüísticas u otras en la mente de los interlocutores (Briz Gómez and Bravo 2004, 114–15). Tras el análisis de las entrevistas y conversaciones la autora señala la controversia lingüística que se da en la cultura española, pues en este país ciertos actos amenazantes que podrían ser considerados como descortesía son un ejemplo de desenfado y confianza entre los interlocutores. El resultado del corpus muestra que los actos de amenaza a la imagen raramente se usan con la intención de ser descortés, sino que en la mayoría de los casos son utilizados para mostrar proximidad social y relación de igualdad, reforzando así la solidaridad dentro del grupo. Así mismo, el uso de actos halagadores (FFAs) tales como halagos, elogios, etc. en un grupo de amigos podría tener el efecto contrario pues crearía distancia entre los hablantes. De este modo, las conclusiones del estudio manifiestan que para evaluar la cortesía de una forma lingüística se deben tener en cuenta la influencia de todos los factores que intervienen en esa situación.

Además, el corpus muestra que no es menor el empleo de estrategias corteses en situaciones de mayor familiaridad, así como en situaciones sociales distantes tampoco se utilizan más actos corteses. Esto significa que el empleo de la cortesía aparece con una frecuencia similar tanto en situaciones formales como informales. Finalmente se establece que en las situaciones formales predomina el respeto por la autonomía de los demás, mientras en las situaciones informales predomina la función valorizante de la cortesía (Briz Gómez and Bravo 2004, 130–31).

Otro de los estudios relevantes para esta investigación es el trabajo llevado a cabo por Marcelle de Andrade (2008), quien conduce un estudio en el que se investiga hasta qué punto los manuales de español como lengua extranjera (ELE) tienen en consideración aspectos como la conducta interaccional y la cortesía con el fin de comprobar si éstos facilitan el aprendizaje de aspectos sociolingüísticos y pragmáticos. En su estudio, la autora destaca la importancia de las diferencias interculturales en las interacciones sociales, ya que en distintas culturas se pueden dar una serie de contrastes y oposiciones a la hora de manifestar o entender los mensajes elaborados con estrategias de cortesía (Marcelle de Andrade 2008, 14). La

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investigación de Andrade concluye que la capacidad de interpretación varía de una cultura a otra, ya que distintas culturas atribuyen grandes contrastes de significado y valoración social a una misma estrategia. De este modo, distintas sociedades tienen distintas expectativas de comportamiento verbal y confieren valores diferentes a un mismo principio (Andrade (Marcelle de Andrade 2008, 4).

Por último, cabe destacar el trabajo de Haverkate (2000) quien ha realizado diversas investigaciones basándose en las diferencias interculturales. Para esta tesina se ha destacado su estudio en el cual lleva a cabo un análisis contrastivo del uso de cortesía en las culturas española y holandesa. Una de las principales afirmaciones del autor es que la gramática contrastiva no debe ser únicamente enfocada a categorías puramente lingüísticas, pues errores del tipo pragmalingüístico pueden causar malentendidos o conflictos entre los interlocutores (Haverkate 2000, 29). Esta investigación se centra en el análisis de las estrategias de cortesía utilizadas por ambas culturas con respecto a los actos de habla asertiva, exhortativa y expresiva. Los actos de habla asertivos consisten en convencer al oyente de la veracidad de lo que el hablante expresa mientras los actos de habla exhortativos tratan de convencer al oyente de que realice la acción expresada por el hablante. En los actos de habla expresivos el hablante manifiesta su estado psicológico causado por él mismo o por su relación con el interlocutor como, por ejemplo: felicitar, agradecer, lamentar o pedir perdón (Haverkate 2000, 28). La conclusión principal de esta investigación es que la cultura española está orientada a una cortesía de solidaridad mientras que la cultura holandesa se basa en el distanciamiento social. En el análisis en los actos de habla de la cultura española muestra que: en el plano asertivo, el hablante tiende a repetir las palabras del interlocutor para mostrar cortesía de solidaridad; en el plano exhortativo los españoles tienden a usar el estilo de habla indirecto y finalmente, en el plano exhortativo se evita usar palabras de agradecimiento en situaciones rutinarias ya que el hablante tiende a ahorrar energía verbal y lo considera un acto innecesario.

5 Análisis y discusión

En este apartado se procederá a un análisis de las respuestas producidas por los participantes del estudio siendo estas clasificadas según las distintas categorías de cortesía de Brown y Levinson (1987). Una vez que las respuestas han sido catalogadas, los resultados

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13 pertenecientes a cada grupo (nativos suecos, nativos españoles o bilingües) serán contrastados entre ellos.

5.1 Análisis cualitativo

En primer lugar, se presentará un breve análisis cualitativo de este estudio prestando atención a la elección de estrategias de cortesía por parte de los hablantes así como al uso de éstas en las diferentes categorías de distancia social.

5.1.1 Nativos suecos hablando en sueco

Tal y como ha sido introducido anteriormente, el primer paso para proceder al análisis es establecer la descripción del comportamiento normal en la propia lengua. De este modo, los datos obtenidos de los cuestionarios escritos en sueco por hablantes nativos de sueco muestran las siguientes características:

Lo que se aprecia es que los hablantes nativos suecos utilizann más a menudo estrategias de cortesía negativa al hablar en sueco. Las estrategias más utilizadas son: “ser indirecto”,

“atenuar o preguntar” y “minimizar la imposición”, en respectivo orden. Los participantes aumentan ligeramente el uso de estas técnicas al incrementarse la distancia social entre el hablante y su interlocutor, pero este aumento del uso de estrategias de cortesía es bastante moderado. Por ejemplo:

(6) Kan du ge mig lite papper? (Distancia mínima)

(7) Har du något papper jag kan låna? (Distancia intermedia) (8) Du råkar inte ha en pappersnäsduk på dig? (Distancia máxima)

Los ejemplos muestran que en todos los niveles de distancia los hablantes deciden “ser indirectos” y “preguntar”, así como “minimizar la imposición” y el en caso de la distancia máxima, “ser pesimista”. Una de las características más significantes es que absolutamente todas las peticiones (P1) realizadas por los participantes en esta categoría fueron formuladas con una pregunta. Las dos estrategias más utilizadas siguiendo a las ya mencionadas son

“disculparse” y “ser pesimista”:

(9) Förlåt, har du en servett jag kan få låna?

(10) Kom på fest den tjugonde om du inte har något annat för dig!

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(11) Jag ber så hemskt mycket om ursäkt men USB-minnet som jag lånade hittar jag inte alltså… Har letat men den är borta. Men jag löser det så du får ett nytt snarast!!!

Por su parte, las estrategias de cortesía positiva más utilizadas en este grupo fueron

“presuponer terreno compartido” y “exagerar el interés por, acuerdo y simpatía con Oyente”:

(12) Alltså, du, jag har en annan sak jag måste säga… alltså förlåt, men du vet jag lånade ju ditt usb för ett tag sen och jag har tyvärr tappat bort det! Jag är så ledsen, jag har verkligen letat överallt och jag kan inte hitta det!

(13) Förresten, alltså jag ber så mycket om ursäkt men jag har tappat bort usb:t som jag fick låna av dig. Förlåt! Jag är så ledsen, alltså jag har letat överallt, jag kan verkligen inte hitta det.

(14) Förresten, alltså jag ber så mycket om ursäkt men jag har tappat bort usb:t som jag fick låna av dig. Förlåt! Jag är så ledsen, alltså jag har letat överallt, jag kan verkligen inte hitta det.

Si se acude al apéndice, donde se presentan las tablas de resultados de manera más detallada, se puede observar que la mayoría de los casos en los que se usa la estrategia

“Presuponer terreno compartido” es al realizar la petición más comprometedora (P2), al igual que los hablantes deciden exagerar el interés o acuerdo a la hora de realizar una disculpa (D).

5.1.2 Nativos españoles hablando en español

Los resultados obtenidos a partir de las respuestas proporcionadas por los participantes españoles hablando en español fueron los siguientes:

Al igual que el grupo anterior, los nativos españoles hacen un mayor uso de las estrategias de cortesía negativa. En este caso las estrategias más utilizadas son: “atenuar o preguntar”, “disculparse” y “ser indirecto”. Por ejemplo:

(15) ¿Me podrías pasar una servilleta, por favor?

(16) ¡Lo siento! ¿Disculpa Jefe podrías pasarme una servilleta? ¡por favor!

(17) ¡Qué pena con usted, jefe! Se me ha perdido el USB que usted me prestó. ¡Lo siento muchísimo! Por favor, dígame cuánto vale y yo con mucho gusto le doy el dinero.

(19)

15 A pesar de que la estrategia “ser indirecto” es de las más repetidas, es importante notar que su utilización se reduce de manera significativa a la hora de realizar una disculpa.

Al igual que en el grupo nativo sueco estas tres estrategias son menos utilizadas en la distancia mínima, aumentando la frecuencia de uso de la estrategia “atenuar o preguntar” al aumentar la distancia social. Sin embargo, las estrategias “ser indirecto” y “disculparse”

apenas varían en las distancias intermedia y máxima.

Con respecto al uso de estrategias de cortesía positiva, el grupo de nativos españoles utiliza en su mayoría la estrategia “ofrecer y prometer”:

(18) Discúlpame Jefe perdí por accidente el USB que me había prestado. ¡Perdón!

Pero no se preocupe yo le consigo un USB nuevo. ¡Y enserio mil disculpas!

A esta estrategia le suceden las estrategias “atender a los intereses, deseos, necesidades y cosas del Oyente”, “ser optimista” y “ser recíproco” siendo todas ellas utilizadas con la misma asiduidad:

(19) ¿Qué vas a hacer dentro de dos semanas?... Es que te quería invitar a mi cumpleaños, voy a hacer una fiesta, si quieres y tienes tiempo ven no hay que llevar nada.

(20) Ey! Voy a hacer una fiesta para mi cumple dentro ¿Vas a venir? Tienes que venir, va a estar ufff tremenda.

(21) Voy a realizar una gala benéfica para ayudar a niños que no tienen que comer, en dos semanas. Le gustaría venir? ¡Es muy bienvenido!

Si se observa la versión completa de las tablas se puede comprobar que el uso de todas estas estrategias apenas varía de una situación a otra, es decir, todas son utilizadas de manera similar independientemente de si se trata de la petición simple (P1), la petición comprometedora (P2), la invitación (I) o la disculpa (D).

5.1.3 Nativos suecos hablando en español

Los participantes nativos suecos contestaron en español de la siguiente manera:

(20)

16

En este cuestionario se puede apreciar que los hablantes nativos suecos siguen utilizando las mismas estrategias utilizadas en su lengua materna, aunque en esta situación la jerarquía de uso varía entre ellas. De este modo, las estrategias de cortesía negativa más empleadas son: “atenuar o preguntar”, “ser indirecto”, “disculparse” y “minimizar la imposición”. Por ejemplo:

(22) ¿Te gustaría ayudarme con una cosa? ... Estoy en un proyecto de Cruz Roja y busco donaciones. ¿Quieres participar y poner 20 kr o sea 2 euros?

(23) ¿No llevas una servilleta por casualidad? ¿Me podrías pasar una?

(24) Lamentablemente no encuentro el USB que usted me había prestado para el proyecto la semana pasada, le pido mil disculpas.

(25) Solo quería decirte que estoy organizando una gala que tendrá lugar dentro de dos semanas y quería decirte que estás invitado, si quieres.

Por parte del uso de las estrategias de cortesía positiva las estrategias más utilizadas son

“presuponer terreno compartido”, “exagerar el interés por, acuerdo y simpatía con Oyente”,

“ser recíproco” y “ofrecer y prometer”. Por ejemplo:

(26) Además de los estudios estoy participando en un proyecto de Cruz Roja. Ahora busco donaciones, ¿quieres participar tú también y dar una donación de 20 kr o 2 euros?

(27) Ay, NOMBRE. Es que estaba buscando al USB que me prestaste el otro día pero no puedo encontrarlo. He buscado en todos sitios de mi casa pero no lo encuentro. No sé qué hacer. Lo siento mucho.

(28) Hablando de caridad, en dos semanas hay una gala benéfica yo soy el organizador. En verdad te agradecería si quisiera venir. ¿Tiene tiempo?

(29) Sabes que ya no encuentro tu USB. Por suerte tengo todos nuestros documentos en mi ordenador. Te compro un nuevo USB pronto, lo siento por ser desordenado.

Otro dato que puede notarse en este cuestionario es que los hablantes nativos suecos utilizan marcas endogrupales al hablar en español aun cuando no lo hacen al hablar en su lengua materna:

(21)

17 (30) ¡Pásame una servilleta cariño!

(31) Oye, ¿puedes hacer una pequeña donación no? ¡Pues venga, 2 euros ti@!

Este hecho puede ser una muestra del esfuerzo de los hablantes nativos por adaptarse a la manera de hablar del idioma español.

5.1.4 Nativos españoles hablando en sueco

Las respuestas proporcionadas por los hablantes nativos españoles en sueco muestran lo siguiente:

Los hablantes nativos españoles también mantienen características de su L1, aunque con algunas diferencias algo más significativas. Las dos estrategias de cortesía negativa más utilizadas siguen siendo “atenuar o preguntar” y “ser indirecto”:

(32) Snälla, kan du ge mig en servett?

(33) Jag samlar pengar till ett röda korset project för att motvärka svält. Skulle du kunna donera med 20 kr?

Sin embargo, si se observa la tabla completa se puede observar que la estrategia “ser indirecto” se usa menos al disculparse (D), pues no es utilizada ni en la distancia social mínima ni intermedia, y tan solo se usa una vez en la distancia social máxima.

Del mismo modo, al igual que en el cuestionario contestado en español la estrategia de cortesía positiva “ofrecer o prometer” es de las más utilizadas, aunque los hablantes prefieren el uso de “marcas endogrupales”:

(34) Jag ber en ursäkt! Jag har tappat din USB. Hur mycket kostar den. Jag kan ge dig pengarna.

(35) ¡Bror! Jag tappade din USB. ¡Sorry! Men lugn, jag skaffar en ny till dig snart.

(22)

18

Prestando atención al uso de las estrategias de cortesía en los diferentes grupos de distancia social puede apreciarse que estas estrategias son utilizadas de manera similar en todos ellos.

5.1.5 Bilingües hablando en sueco

Las respuestas en sueco por parte de los participantes quienes hablan español y sueco desde la infancia muestran las siguientes características:

En el grupo de hablantes bilingües hablando en sueco las estrategias de cortesía negativa más utilizadas siguen siendo, al igual que en los grupos anteriores, “atenuar o preguntar”, “ser indirecto”, “minimizar la imposición” y “disculparse”. Por ejemplo:

(36) Skulle du kunna skicka en servett, snälla?

(37) Jag samlar in pengar till ett projekt genom Röda Korset, är du intresserad av att bidra med en slant?

(38) Jag samlar in pengar för ett röda-korset-projekt, för att motverka svält och tänkte ifall du skulle kunna tänka dig att kanske donera en liten summa, bara 20kr skulle göra väldigt stor nytta tack.

(39) Jag har slarvat bort USB-stickan vi använt, förlåt, jag köper såklart en ny!

Hade du något viktigt på stickan? Jag ber verkligen om ursäkt! Förlåt.

El uso de las tres primeras estrategias incrementa ligeramente al aumentarse la distancia social entre los interlocutores. Por el contrario, la estrategia “disculparse” disminuye al incrementarse la distancia social.

Con respecto a las estrategias de cortesía positiva se aprecia que las más frecuentes son “exagerar el interés por, acuerdo y simpatía con Oyente”, “ser recíproco”, “atender a los intereses, deseos, necesidades y cosas del Oyente” y “presuponer terreno compartido”. Por ejemplo:

(40) (Namn), jag är så hemskt ledsen men jag har förlagt USB-stickan jag lånade av dig häromdagen. Jag fortsätter såklart leta men jag vill gärna ersätta stickan så länge. Hade du något viktigt på stickan? Jag ber verkligen om ursäkt.

(41) Oj, förlåt, kan du räcka mig… umm… [pekar mot servetten] den där? Tack, tack så mycket.

(23)

19 (42) Jag samlar in pengar till ett projekt genom Röda Korset, är du intresserad av

att bidra med en slant?

(43) Jag har slarvat bort USB-stickan vi använt, förlåt, jag köper såklart en ny!

Hade du något viktigt på stickan? Jag ber verkligen om ursäkt! Förlåt.

En el caso de las tres primeras estrategias de cortesía mencionadas, se puede apreciar que su uso también aumenta al incrementarse la distancia social entre los hablantes. No obstante, la estrategia “presuponer terreno compartido” es más frecuentemente utilizada cuando el hablante se refiere al oyente perteneciente al grupo de distancia social intermedia.

5.1.6 Bilingües hablando en español

Al hablar en español el grupo bilingüe usa las mismas estrategias de cortesía que habían sido escogidas para hablar en sueco, manteniendo asimismo la frecuencia con la que éstas son empleadas. Del mismo modo, las estrategias más utilizadas son: “atenuar o preguntar”, “ser indirecto”, “disculparse” y “minimizar la imposición”. Por ejemplo:

(44) Discúlpame usted, ¿se recuerda del proyecto de que le conté? Pues, en dos semanas vamos a hacer una gala de beneficia y me gustaría preguntarle a usted ¿si le importaría venir?

(45) Disculpa, ¿puedes pasarme una servilleta? Perdón.

(46) ¡Perdón! Discúlpame, ¿podría usted prestarme una servilleta por favor?

(47) Perdona, estoy juntando dinero para la Cruz Roja y quería preguntarte si te gustaría donar un poco. No tiene que ser mucho, ¡solamente 20 coronas sería genial! Si no, lo entiendo perfectamente.

La estrategia “ser indirecto” se utiliza con una asiduidad similar en los tres grupos de distancia social, mientras que las otras tres estrategias de cortesía son más utilizadas al aumentar la distancia social entre los hablantes.

Igualmente, las estrategias de cortesía positiva más utilizadas por el grupo bilingüe son: “exagerar el interés por, acuerdo y simpatía con Oyente”, “atender a los intereses, deseos, necesidades y cosas del Oyente”, “presuponer terreno compartido” y “ser recíproco”:

(24)

20

(48) Perdóname usted pero pienso sinceramente que he perdido el USB que usted me ha prestado, lo siento demasiado, por favor dígame usted que lo que puedo hacer para compensarlo.

(49) Ay, una cosa más: estoy organizando una gala benéfica a cual quisiera invitarte. Sería dentro de dos semanas. ¿Tienes tiempo y ganas?

(50) Perdón pero ¿sabes el USB que me has prestado? Me parece que se me ha perdido, lo siento mucho.

(51) Hay, perdóname. Me puedes alcanzar ese pañuelo? Servilleta? Ya, tienes razón.

Muchas gracias.

Esta última estrategia es más utilizada al aumentar la distancia social, sin embargo el resto de las estrategias se utilizan de manera similar en los tres grupos de distancia social.

5.2 Análisis cuantitativo

En este apartado los datos aportados por los participantes han sido normalizados, es decir, se ha calculado el promedio por persona para poder analizar los resultados de manera cuantitativa:

CORTESÍA POSITIVA CORTESÍA NEGATIVA

(25)

21

Intereses, deseos Exagerar intes o acuerdo Marcas endogrupales Buscar acuerdo Evitar desacuerdo Terreno compartido Bromear Ofrecer, prometer Ser optimista Ser recíproco Ser indirecto Atenuar, preguntar Ser pesimista Minimizar imposicn Ser deferente Disculparse Impersonalizar H y O AAIP como regla general

Suecos en

sueco 0.8 3.2 0.0 0.2 0.0 2.5 0.0 1.7 0.5 2.3 9.3 10.3 1.2 5.8 0.0 3.5 0.3 0.0 Suecos en

español 1.3 3.2 0.5 0.2 0.0 3.8 0.0 2.0 0.3 2.0 10.5 16.7 1.0 3.7 2.2 4.7 0.3 0.0 Españoles

en

español 1.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.5 0.0 2.0 1.0 1.0 7.0 19.5 0.5 2.0 4.5 10.0 0.0 0.0 Españoles

en sueco 0.0 0.0 3.5 0.0 0.0 0.0 0.0 3.0 1.0 2.0 9.5 15.5 0.0 0.5 0.0 4.0 0.0 0.0 Bilingües

en sueco 3.7 6.0 0.3 1.0 0.0 4.0 0.7 3.0 0.0 4.0 10.0 15.7 0.3 7.0 0.0 6.3 0.0 0.0 Bilingües

en

español 2.7 5.3 1.0 0.0 0.0 2.7 2.0 2.0 0.3 2.3 9.0 22.0 0.7 4.0 3.0 8.7 0.0 0.0 Tabla 1. Total del uso de cortesía por estrategia.

Una vez presentada la media de los datos producidos por los distintos grupos de hablantes, pueden observarse con mayor claridad las similitudes y diferencias entre ellos. Por lo general destaca que en todos los grupos predomina el uso de estrategias de cortesía negativa sobre el de las estrategias de cortesía positiva.

Comenzando con el grupo de hablantes nativos suecos, puede observarse que la frecuencia de utilización de las estrategias de cortesía es bastante similar en ambos idiomas con la excepción de la estrategia “ser deferente”, pues cuando hablan en sueco no es utilizada en absoluto (0.0) mientras que cuando se comunican en español es frecuentemente utilizada (2.2). Esto significa que en este caso los hablantes nativos suecos se adaptan al modelo de cortesía español, ya que esta estrategia es utilizada de manera significativa por los nativos españoles (4.5).

El grupo de nativos españoles muestra que en su lengua materna una de las estrategias más utilizadas es “disculparse” (10.0), mientras que al hablar en sueco esta se reduce considerablemente (4.0) acercándose de este modo a la frecuencia de uso de los nativos

(26)

22

suecos (3.5) lo cual muestra otro caso de adaptación. Del mismo modo, los hablantes nativos suecos también se adaptan al español a la hora de usar esta estrategia, pues en su lengua materna se disculpan menos (3.5) que al hablar en español (4.7). Otro rasgo que destacar en este grupo es el uso de la estrategia “usar marcas endogrupales para construir afiliación”, pues ésta es usada al hablar en sueco (3.5) pero no al hablar en español (0.0). Sin embargo, esto no significa que los hablantes nativos de español no utilicen marcas endogrupales, ya que el uso de apodos y apelativos cariñosos son bastante frecuentes en este idioma. De este modo, la falta de marcas endogrupales indica que en esta específica situación (en un cuestionario controlado) los hablantes nativos de español no utilizan este tipo de cortesía positiva aunque es probable que esta frecuencia varíe al tratarse de conversaciones espontáneas.

Prestando atención ahora al grupo de hablantes bilingües puede observarse que éstos hacen un mayor uso de las estrategias de cortesía positiva que los grupos de hablantes nativos de uno de los idiomas. Como ha sido mencionado anteriormente la frecuencia con la que se usan las distintas estrategias es bastante similar en ambos idiomas, no obstante, se produce una excepción: El uso de la estrategia “ser deferente” difiere significativamente ya que los hablantes de este grupo siguen los patrones establecidos por los hablantes nativos, siendo de este modo deferentes al hablar en español (3.0) pero no al hablar en sueco (0.0).

Finalmente, si observan estos datos de manera más general se puede concluir que:

Total cortesía por persona

Total cortesía positiva

Total cortesía negativa Suecos en sueco

41.7 11.2 30.5

Suecos en español

52.3 13.3 39.0

Españoles en español

49.0 5.5 43.5

Españoles en sueco

39.0 9.5 29.5

Bilingües en sueco

62.0 22.7 39.3

Bilingües en español

65.7 18.3 47.3

Tabla 2. Promedio de cortesía por persona.

Los hablantes suecos se adaptan ya que suman cortesía al cambiar al español, acercándose al número total de estrategias de los españoles hablando español. De la misma manera, los hablantes españoles también muestran adaptación, pues restan cortesía al pasar

(27)

23 al sueco acercándose al valor típico de los suecos hablando sueco. Por último, los bilingües se mantienen al cambiar de una lengua a otra, pero con un promedio mayor de estrategias que los suecos y los españoles.

Prestando atención al total distinguiendo cortesía positiva y negativa puede observarse que los hablantes suecos suman principalmente cortesía negativa, acercándose así al promedio establecido por los nativos españoles. Éstos por su parte restan más cortesía negativa intentado adaptarse también al modelo sueco.

6 Conclusiones

Una vez finalizado el análisis es posible contestar tanto a las preguntas de investigación como la hipótesis principal. Recordemos que las preguntas formulaban lo siguiente:

• ¿Mantienen los hablantes nativos (de sueco o español) las mismas estrategias de cortesía independientemente del idioma que se encuentran hablando? ¿O cambian estas estrategias al cambiar de idioma?

• ¿Existe una mayor adaptación o transferencia por parte de los hablantes nativos de un idioma u otro?

• ¿Cuál es el comportamiento de aquellos hablantes que tienen ambas lenguas desde el nacimiento? ¿Se diferencian de aquellos que son hablantes nativos de uno de los idiomas?

Asimismo, la hipótesis principal suponía que los hablantes nativos de un idioma u otro usarían un tipo de estrategia concreto el cual sería mantenido independientemente de si se encontraban hablando su lengua materna o el idioma posteriormente aprendido, es decir, que se producirían principalmente casos de transferencia. Esta idea parte de la creencia popular de que la cultura sueca está ligada al uso de estrategias en las que se invade menos el territorio de los otros interlocutores, es decir, estrategias de cortesía negativa, mientras que en la cultura española se tiende a usar estrategias dirigidas al acercamiento entre los hablantes, es decir, estrategias de cortesía positiva. Obviando el hecho de que los hablantes suecos emplean mayormente cortesía negativa (30.5), tras realizar este estudio la hipótesis inicial puede ser desmentida. Ambas culturas emplean más frecuentemente estrategias de cortesía negativa, siendo los hablantes nativos de español los que utilizan estas estrategias en más ocasiones (43.5). Esta afirmación es reforzada por el hecho de que los hablantes españoles utilizan una de las estrategias que suponen mayor distanciamiento social, “ser deferente”,

(28)

24

solamente al hablar en si lengua materna, del mismo modo que ésta es utilizada por los otros dos grupos solamente cuando hablan en español. Asimismo, se desmiente que los hablantes nativos mantengan las estrategias de cortesía utilizadas en su L1 cuando hablan su L2, pues se ha comprobado que ambos grupos intentan adaptarse al comportamiento común en la otra lengua.

Con respecto a la primera pregunta de investigación, puede ahora afirmarse que en la mayoría de los casos los hablantes mantienen las estrategias de cortesía independientemente de qué idioma se encuentren hablando. Como se ha presentado en el análisis cualitativo, los hablantes suelen preferir un tipo de estrategia concreto, en este caso “atenuar o preguntar” y

“ser indirecto” principalmente, y mantienen la frecuencia de uso de esta estrategia al cambiar de idioma. No obstante, se dan algunas excepciones como es el caso de “ser deferente”, pues aunque esta estrategia es frecuentemente usada en español, los hablantes nativos de esta lengua deciden no utilizarla en sueco.

En respuesta a la segunda pregunta puede afirmarse que los hablantes producen mayor adaptación al hablar el segundo idioma. Tal vez si este estudio se centrara en aspectos de gramática podría observarse más casos de transferencia, pero en el caso de las estrategias de cortesía y de las relaciones interpersonales los hablantes intentan adaptarse a la cultura de la lengua en la que se encuentran hablando, lo cual muestra de por sí un esfuerzo por parte de los hablantes para no invadir el terreno de los interlocutores.

Finalmente puede concluirse que el grupo de hablantes bilingües se distinguen relativamente de los grupos de hablantes nativos: Por lo general puede observarse que la diferencia de este grupo cuando hablan en un idioma u otro es prácticamente mínima, pues usan una frecuencia de 62.0 al hablar en sueco y de 65.7 al hablar en español. Estas cifras sugieren también que en el grupo bilingüe se hace un mayor uso de las estrategias de cortesía que en los grupos de hablantes nativos. Sin embargo este aumento varía según el idioma, pues cuando los hablantes bilingües se encuentran hablando en español aumentan el uso de estrategias de cortesía negativa, mientras que cuando hablan en sueco aumentan el uso de cortesía positiva.

Los resultados obtenidos muestran que la mayoría de las afirmaciones que realizadas por los hablantes independientemente del idioma que se hable contienen una gran cantidad de estrategias de cortesía para no invadir el terreno del interlocutor o para acercarse a éste.

En este estudio en particular todos los participantes están en contacto frecuente con la otra lengua, pues en el caso de los hablantes bilingües han hablado ambos idiomas desde la

(29)

25 infancia, los hablantes españoles residen en Suecia, y los hablantes suecos estudian español a nivel universitario además de haber visitado países de habla española en algunas ocasiones.

Por ello sería interesante completar este estudio con otra investigación en la cual sus hablantes estudien sueco o español como lengua extranjera sin tener tanto contacto con ésta, para así comprobar si se sigue manteniendo una alta adaptación al hablar el otro idioma o si por el contrario se produce más transferencia.

(30)

26

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Apéndice

Sueco en sueco

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