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Traducir en una forma que apoya la igualdad

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Academic year: 2021

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Traducir en una forma que

apoya la igualdad

-buscando un lenguaje no sexista

Författare: Malin Sunesson Handledare: Emma Magnusson Examinator: Eva Löfquist Beglert Avancerad nivå

4SP31E 15 hp 2015-06-05

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Abstract

The present paper treats translation difficulties arising in the area of language and gender in the translation work from Spanish into Swedish of the article “Radiografía del posfemismo” published in El país semanal 2013. The investigation focuses on how translation can be made avoiding the use of expressions that residues from patriarchal language, with the intention to use a language as neutral in gender as possible. To delimit the paper the focus lays on specific linguistic expressions not exhibiting neutrality: the impersonal gramatical form and the Spanish form of inclusive gender.

The results show that to translate the impersonal form, that in Swedish often is expressed with the male biased pronoun man, you can rewrite the entire phrase, using for example the passive voice, or, depending on the pragmatic context, use the neutral pronoun en, avoinding the use of man. The conclusions are also that the translation of the Spanish inclusive gender ought to be made using primary a neutral expression, and only emphasize on the gender if it is needed in the target text, adding for example the adjective female/male.

Key words: gender, patriarchal language, habituation, generic pronoun, inclusive gender

Palabras clave: género, lenguaje patriarcal, habituación, pronombre genérico, género inclusivo

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Índice

1 Introducción _________________________________________________________ 1 1.1 Premisa _________________________________________________________ 1 1.2 Objetivo ________________________________________________________ 2 1.3 Problematización e hipótesis ________________________________________ 2 1.4 Descripción del texto fuente _________________________________________ 3 1.5 Método _________________________________________________________ 3 1.6 El estado de la cuestión ____________________________________________ 4 1.7 Disposición ______________________________________________________ 5 2 Marco teórico ________________________________________________________ 5 2.1 Trasfondo socio-cultural ____________________________________________ 6 2.2 Traducción, feminismo e ideología ___________________________________ 7 2.2.1 El término habituación _________________________________________ 9 2.3 Español y Sueco; sistemas diferentes de género ________________________ 10 2.3.1 El pronombre genérico ________________________________________ 12 2.3.2 El género inclusivo ___________________________________________ 16 3 Análisis ____________________________________________________________ 17 3.1 Traducir la forma gramatical impersonal ______________________________ 17 3.2 Traducir el género inclusivo ________________________________________ 24 Conclusiones _________________________________________________________ 28 Bibliografía __________________________________________________________ 30

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1 Introducción

Este trabajo consiste en dos partes, primero realizar una traducción del texto fuente español, “Radiografía del posfeminismo” (artículo en la revista El País Semanal en 2013), escrito por Joana Bonet, a un texto meta en sueco. Después sigue un trabajo analítico enfocado en el aspecto problemático de traducción que surge en el ámbito de la relación entre lenguaje (lengua) y género. Describimos cómo se puede hacer hincapié en la función del lenguaje patriarcal, que sigue siendo la norma en nuestra sociedad.

Gouëffic (1996:7) explica que el lenguaje patriarchal es un código lingüístico que es subyacente en la historia social, que tiene que ver con la subordinación de las mujeres, explica que “Political gains and social privileges go to the male when all of thinking reality, word-making, or mind, is in his name”. Von Flotow (1997:8) describe el lenguaje patriarcal como “the language forged and used by the institutions in society largely ruled by men”. Flotow (ibid.) dice además que la lengua no sólo es un instrumento para la comunicación, sino además una herramienta manipulativa. En el libro Språk och kön se explica los efectos del lenguaje patriarcal :

Según el estudio de investigación lingüística feminista, el sexismo lingüístico tiene dos consecuencias. Primero los hombres llegan a tener mayor importancia y segundo se vuelve difícil para el usuario del lenguaje el saber a qué género se refiere. Las mujeres tienen que controlar cada declaración para ver si están incluidas(...). Por el contrario, los hombres nunca tienen que dudar de su afiliación, puesto que siempre están incluidos al usar las formas masculinas. La estructura del sistema del lenguaje acentúa y destaca a los hombres mientras las mujeres se convierten invisibles. [Nuestra trad.] (Edlund, Erson & Milles 2007:194-195)

Nuestro trabajo consiste en destacar algunos de los problemas que surgen al encontrarse con el lenguaje patriarcal en la situación traductológica. Veremos que la traducción es un arte interdisciplinario que para ser viable puede usar teorías de por ejemplo la lingüística feminista, la antropología y los estudios de género. Estudiaremos el trasfondo histórico y la situación actual en cuanto a lengua y género, sobre todo en la cultura de la lengua meta, dado que es en ella en la que trabajamos.

1.1 Premisa

En este trabajo partimos de la premisa de que en las últimas décadas ha surgido una nueva visión de la traducción, que toma en cuenta otra misión de los traductores, la de

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no transmitir los roles sexuales estereotipados. Es decir, traducir en una forma que expresan valores básicos de igualdad. Como veremos más adelante (en el subapartado 2.1) existen leyes en Suecia que defienden un lenguaje no sexista y que sostienen que es la responsabilidad de todos no usar un lenguaje que consolida los roles de género y la subordinación de la mujer. También en el Parlamento Europeo existen recomendaciones internas de cómo escribir en una forma no sexista en sus textos y traducciones. Se publicó en 2009 un documento con directrices generales y específicas para cada lengua (Könsneutralt språk i Europaparlamentet en Melzer 2011:12).

1.2 Objetivo

El objetivo de este trabajo es, primero, traducir el texto “Radiografía del posfeminismo”

del español al sueco, con la intención de producir un texto neutral, sin rasgos de un lenguaje sexista y con la intención de seguir fiel al propósito del texto fuente. Después queremos identificar algunas expresiones lingüísticas en las que se hace visible el lenguaje patriarcal y que representan un problema en el trabajo de traducción. Teniendo el enfoque en la forma gramatical impersonal y el género inclusivo, queremos investigar cuáles son las estrategias para enfrentar dicho problema.

1.3 Problematización e hipótesis

Al nivel concreto del texto se definen las siguientes preguntas:

-¿Cómo se usa la forma impersonal en el texto fuente (en adelante TF) y cómo traducirla al texto meta (en adelante TM) sin tener que usar el pronombre genérico man (que en sueco es una forma masculina)?

- ¿Cómo se traduce el género inclusivo a la lengua meta, en una lengua que no consolida los roles de género?

Nuestra primera hipótesis es que para traducir la forma impersonal se puede intentar reescribir la frase, evitando la necesidad de un pronombre génerico y si no hay otra opción adecuada se puede justificar el uso de una habituación1 e intercambiar el pronombre génerico man al pronombre neutral en.

La segunda hipótesis es que se puede traducir el género inclusivo intentando usar la forma neutral de género, evitando las formas que son obviamente masculinas. Si no hay

1 Término que sugerimos que se use para el intercambio de una palabra sesgada masculina a una palabra neutral, no sexista.

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formas neutrales pensamos que sería posible introducir formas que se podrían calificar como habituaciones.

1.4 Descripción del texto fuente

El TF consiste en dos partes, primero el artículo “Radiografía del posfeminismo” de Joana Bonet que se publicó el 2 de junio en 2013 en El País Semanal, que es un anexo semanario al periódico El País. La segunda parte consiste en ocho perfiles personales, escritos por Elisabet Sans, que se publicaron al lado del artículo en El País Semanal. El estilo del texto en el artículo fuente es informativo, con rasgos de texto argumentativo, dado que la autora saca sus propias conclusiones y hace un análisis del estado político en España acerca del feminismo y el posfeminismo. El formato de El País Semanal se parece más a una revista que un diario, con la sensación de tener una lectura más liviana para el fin de semana. Contiene muchas fotografías y artículos más largos, más narrativos, de diferentes temas. El artículo “Radiografía del posfeminismo” se dirige a un público amplio, pero el formato también invita a ojear y solamente leer lo que a uno le interesa en el momento, así que los lectores del TF son un grupo muy general, pero con algún interés específico en la política actual. Los lectores previstos del TM serían entonces un grupo bastante amplio, pero interesado en la situación del feminismo actual, además en un país de Europa meridional, y no su propio país.

1.5 Método

Empezamos con la lectura del TF. Antes de empezar a traducir estudiamos el TF minuciosamente para tener una idea del estilo y el propósito del texto. Después de haber producido un borrador de un TM seguimos con el trabajo de releer la traducción varias veces. Al encontrarnos con las expresiones lingüísticas que hemos destacado para este análisis, usamos un método parecido al de Lotbinière-Harwood (ver el subapartado 2.2), que ella llama “Traducir en femenino”. Lotbinière-Harwood procura visibilizar a las mujeres utilizando sistemáticamente y únicamente las formas femeninas. Mientras la diferencia fundamental entre el método de “Traducir en femenino” y el nuestro, es que a nosotros nos interesa encontrar un lenguaje neutral de género, que parece un método mucho menos político. Con la ayuda del marco teórico pudimos definir las alternativas más apropiadas para cada caso.

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Para poder llevar a cabo la traducción usamos diccionarios como Norstedts spanska ordbok (2000), Diccionario salamanca de la lengua española (2002) y varios diccionarios electrónicos, por ejemplo el de la Real academia (www.rae.es).

Consultamos textos paralelos en la lengua fuente y meta. Nos informamos de la situación actual en cuanto al uso de en en sueco, mirando la página web del Consejo sueco de idiomas (www.sprakradet.se) y preguntando a la profesora y catedrática Karin Milles que trabaja en la universidad de Södertörn.

1.6 El estado de la cuestión

Sarah Maria Melzer ha escrito una tesina que se llama “Att översätta könsneutralt - en empirisk undersökning med fokus på översättning till svenska och tyska på Europaparlamentet” (2011) que se publicó la página web de Tolk och översättningsinstitutet (El departamento de interpretación y traducción). Melzer investiga cómo se sigue las recomendaciones actuales para los traductores en el Parlamento Europeo de usar una lengua no sexista en cuanto a las traducciones al sueco y al alemán. El análisis se enfoca en las conjugaciones de los adjetivos, el uso de los pronombres y los títulos de funcionamiento en el procedimiento en el Parlamento Europeo. Melzer usa dos métodos en su análisis, primero investiga un cuerpo textual que consiste en textos internos, como las reglas de procedimiento, y después entrevista a dos traductores suecos y dos traductores alemanes trabajando en el Parlamento Europeo.

Sus conclusiones son que no se siguen todas las recomendaciones dadas, de cómo traducir en una lengua no sexista, pero en general intentan usar formas neutrales, como por ejemplo escribir han eller hon (“él y ella”), pero que en algunos casos se usa el pronombre han (“él”) para referirse a por ejemplo un talman (“presidente”). También describe los sistemas diferentes de género lingüístico en alemán y sueco, y concluye que es más difícil usar una lengua no sexista en alemán que en sueco.

Otro ensayo relevante para nuestro trabajo es la tesina de maestría de Emil Paulsrud (2014) en el Departamento de lenguas nórdicas de la universidad de Uppsala

“Kategoriseringar av hen - genusperspektiv på bruket av hen på Twitter”. Su trabajo no se relaciona con la traducción, pero investiga el concepto de género como un concepto performativo y cómo el uso del pronombre hen posibilita un cambio en las creencias normativas en la sociedad. Concluye en su tesina (2014 en http://uu.diva- portal.org/smash/get/diva2:802033/FULLTEXT01.pdf) que “hen entonces se convierte

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en un ejemplo de un fenómeno que a la vez se relaciona con y se limita de la regulación del matriz heterosexual y que desafía y desestabiliza la misma” [nuestra trad.]. Paulsrud (2014 en http://uu.diva-portal.org/smash/get/diva2:802033/FULLTEXT01.pdf) resume también que “hen es un concepto […] que desplaza las perspectivas desde el interior”

[nuestra trad.] y se puede relacionar ésto con nuestro análisis del pronombre en, que tiene una función similar. También da vigencia al concepto de habituación que sugerimos introducir para el fenómeno del desplazamiento de la norma a través de un uso repetitivo de una palabra “nueva”. El aporte a la investigación que nuestro trabajo propone será entonces introducir el término habituación y examinar cómo se puede usarlo.

1.7 Disposición

En el primer apartado hemos presentado el objetivo del trabajo, las premisas, la problematización, las hipótesis, el método aplicado, el estado de la cuestión y la descripción del TF. En el segundo apartado presentamos el marco teórico que sirve de base para el análisis que sigue en el tercer apartado. El marco teórico tiene tres subapartados, primero el trasfondo socio-cultural, después un subapartado que trata del feminismo y la ideología dentro de la traductología. El apartado teórico termina con un subapartado que enfoca el lenguaje patriarcal en la lengua meta, que en sí tiene dos subcategorías. El tercer apartado, es decir, el análisis, consiste en dos subapartados. El primero contiene ejemplos del TF y TM donde se ve cómo se ha traducido la forma gramatical impersonal. El segundo subapartado contiene ejemplos en los que se ve cómo se ha traducido el género inclusivo del español en el TF al sueco en el TM. Por último, procuraremos sacar algunas conclusiones del resultado del análisis. Al final, se encuentra la bibliografía y los anexos, que consisten en el TF y el TM.

2 Marco teórico

En este apartado se presentan teorías relevantes para nuestro objetivo. Partimos de un enfoque constructivista donde vemos la lengua como performativa, según la escuela lingüística y el performance turn (Edlund, Erson & Milles 2007:12). Edlund, Erson y Milles (2007:25) explican que la lengua es dinámica y performativa y que cada uno de nuestros actos de habla tiene importancia para nuestra imagen del mundo. Los actos de habla son procesos para crear significado, sentido, y transmiten nuestra visión de fenómenos y fundan expectativas y actitudes que después son reproducidas.

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2.1 Trasfondo socio-cultural

El enfoque constructivista se presenta para explicar el concepto de género. El antropólogo Thomas Hylland Eriksen explica en su libro Små platser – stora frågor (2000:132-134) que el concepto de género es aprendido socioculturalmente:

Pero al igual que la herencia y el origen étnico de ninguna manera es natural o divino, sino una construcción social. Lo revelan las grandes diferencias culturales con respeto a los conceptos y convenciones de género. Prácticamente en todas las comunidades hay ideas de lo “natural” acerca de ciertas diferencias de género, pero hasta estas creencias son construcciones culturales y no forman parte de la naturaleza. Una perspectiva contemporánea antropológica sobre el género no intentaría por lo tanto responder a la pregunta ¿qué significa género? sino más bien estaría enfocada en “la construcción social y cultural de género”. [Nuestra trad.]

Hylland Eriksen (2000:23) advierte del etnocentrismo explicando que “es un término para el hecho de cuando uno juzga a otra gente desde su propia posición y le describe partiendo de sus propias condiciones. El ethnos propio de la persona, incluyendo sus valores culturales propias, se coloca literalmente en el centro.” [nuestra trad.]. Como nos encontramos dentro de un sistema cultural creado en el ámbito del androcentrismo, lo que la Real academia española (www.rae.es 2015) define como: “Visión del mundo y de las relaciones sociales centrada en el punto de vista masculino” entendemos que también nuestro lenguaje refleja nuestro ethnos. Entonces puede ser muy difícil ver que nuestro lenguaje puede ser opresivo, despreciador o apoyar un modelo que excluye mujeres de la visibilidad. Hurtado Albir (2013:617) concluye en su libro Traducción y Traductología que “la traducción no puede ser una actividad neutra”. Puede parecer muy obvio que las decisiones que tomamos reflejan nuestro ethnos, pero las decisiones que toma el traductor, aunque sea inconscientemente, refleja su identidad y su ideología, le posiciona dentro de una cultura, y en su trabajo de traducción se refleja la influencia de su socialización cultural.

La igualdad significa que mujeres y hombres deben tener los mismos derechos y condiciones en la sociedad. En la cultura sueca hay una ley de igualdad, que determina que los empleadores y trabajadores conjuntamente deben promover la igualdad en los lugares de trabajo. En 2005 el parlamento sueco aprobó cuatro objetivos para la política

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lingüística sueca, de los cuales se encuentra uno que es que el sueco público debe ser cultivado, sencillo y comprensible. También se señala la importancia de prevenir un uso de la lengua que preserve los roles de género y que haga invisible a las mujeres en por ejemplo textos de instituciones y autoridades (Milles 2008:11).

Karin Milles (2008:12) explica en su libro Jämställt språk que fue publicada por el Consejo sueco de idiomas que todos, tanto hombres como mujeres, tenemos la responsabilidad de trabajar por la igualdad de género en nuestro lenguaje. Para los que trabajamos con el lenguaje en una forma tan explícita como hacemos los traductores, ésto nos afecta y hay que tomar en cuenta la responsabilidad que implica.

2.2 Traducción, feminismo e ideología

El enfoque feminista en la traductología se inicia a mediados de los años ochenta y coincide con el movimiento feminista en la lingüística y la crítica literaria feminista.

Los estudios sobre el lenguaje desde un punto de vista que hace concienciar la lengua patriarcal, muestran los aspectos sexistas y discriminadores de la semántica, la gramática y las metáforas (Hurtado Albir 2013:626).

La teórica y traductora Susanne de Lotbinière-Harwood (en Hurtado Albir 2013:628) habla en su libro Re-belle et infidèle/The body bilingüal. Translation as a rewriting in the feminin (1991) de traducir en femenino, de una reescritura femenina que busca subvertir el lenguaje patriarcal. Para Lotbinière-Harwood la traducción no es solamente una artesanía de saber su profesión de traductor, sino además se vuelve algo más sútil y poderoso, se vuelve un acto político. Lotbinière-Harwood (1991:11) dice:

Al contrario de una práctica traductora ortodoxa, que mantiene la ilusión de la perfecta neutralidad, incluso de la inexistencia de la mano traductora, la traducción como práctica de reescritura en feminino pone las cartas boca arriba desde el principio. Su proyecto es hacer entrar la conciencia feminista en la actividad traductora. Al igual que la escritura en feminino, con la que está relacionada, la traducción en feminino se presenta como una actividad política que persigue hacer aparecer y vivir a las mujeres en la lengua y en el mundo.

Traductoras y teóricas como Sherry Simon criticaron la traductología en sí por, entre otras cosas, el uso de una lengua sexista con sus imagenes de dominio, fidelidad, lealtad

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y engaño (en Munday 2012:198). Simon lleva a cabo un proyecto que se llama translation project, y explica una parte de sus ideas de esta manera: “For feminist translation, fidelity is to be directed toward neither the author nor the reader, but toward the writing project – a project in which both writer and translator participate” (en Munday 2012:199). Se puede ver el impacto de la lengua patriarcal en, por ejemplo, el uso de la palabra ”infiel” en la declaración de la autora Hurtado Albir (2013:628) sobre el proyecto de Lotbinière-Harwood: ”Traducir es para esta autora una reescritura en feminino, una actividad que le permite reivindicar sus ideas feministas y mostrar una actitud rebelde e infiel respecto a la concepción tradicional de la traducción”.

Susanne de Lotbiniére-Harwood propone una estrategia de traducción en términos políticos:

My translation practice is a political activity aimed at making language speak for woman. So my signature on a translation means: this translation has used every translation strategy to make the feminine visible in language (Lotbiniére- Harwood en Munday 2012:199).

Se puede establecer paralelismos entre las teorías de traducción e ideología y traducción y género, en el que podemos examinar desde un punto de vista abierto la relación entre género, lengua e ideología, con un entendimiento básico de la relación entre lengua y poder. Los teóricos de la Escuela de manipulación investigan cómo la ideología interviene en la traducción. El que más ha influenciado en esta área es André Lefevere, que identificó las estructuras de poder bajo las cuales la traducción está funcionando:

Según Lefevere, la literatura actúa con las siguientes restricciones: el mecenazgo, las normas poéticas, el universo del discurso (la relación con la cultura en que se ha originado), la lengua en que se ha formulado y, en el caso de cualquier reescritura, la obra original. Toda reescritura (crítica, historiografía, antologías, traducción, etc.) se efectúa, al menos, con una de esas restricciones e implica el resto; la traducción sería el caso más obvio de reescritura, ya que funciona con todas ellas. Debido a esas restricciones, ninguna (re)escritura puede ser inocente;

la traducción tampoco. (en Hurtado Albir 2013:617)

Ésto coincide con lo que concluye Hurtado Albir (2013:617) sobre la neutralidad de la traducción. Existe una noción de transparencia relacionada con el trabajo de traducción,

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que traducciones son “inocentes” o vistas casi como “copias”, pero de otra lengua. Las observaciones de Lefevere desmonta el concepto de “neutralidad”. Lefevere (en Munday 2012:194) dice que “Translation is the most obviously recognizable type of rewriting, and (…) it is potentially the most influential because it is able to project the image of an author and/or those works beyond the boundaries of their culture of origin”.

Según Lefevere (en Munday 2012:194) el sistema literario, en el que se sitúa además la traducción, es controlado por dos factores de poder: los profesionales y los mecenazgos.

Los profesionales son los que están trabajando dentro del sistema literario, como por ejemplo los críticos, académicos, teóricos y los traductores, mientras los mecenazgos son los que operan fuera del sistema literario, que determinan por ejemplo la ideología, la economía y el estatus. Se ve entonces la relación entre la traducción y el poder.

La teórica Vidal Claramonte sigue la idea de Lefevere y en su libro Traducir entre culturas (2007:59) dice que “las traducciones sirven para perpetuar determinadas relaciones jerárquicas y reforzar estructuras de poder”. Explica que el lenguaje

“transmite y legitima muy sutilmente los modelos dominantes y excluye otros aunque siempre a partir de una microfísica de intrincados juegos entre el poder y la resistencia”

(2007:36). Se podría definir aquellos “otros” como cualquier grupo subordinado, dependiendo de la situación pragmática, y en nuestro caso la cita puede ser aplicable a la teoría de género y la subordinación de las mujeres. Claramonte (2007:56) concluye que “sin duda, el lenguaje nunca es neutro. Desde un lado y desde otro, su utilización no es inocente”. Claramonte (2007:36) afirma que “lo más peligroso no es el Poder ejercido abiertamente, sino la asunción de las normas de lo Mismo como algo natural y universal”. También cita a Salman Rushdie: “(...)all of us share the view that we can't simply use the language the way the British did; and that it needs remaking for our own purposes” (ibid.).

2.2.1 El término habituación

Siendo así proponemos un término nuevo, siguiendo la idea de Lotbinière-Harwood, pero en lugar de usar manipulación, sugerimos el uso de las palabras habituación o adaptación. Pero, como adaptación ya existe como término dentro de la traductología, para expresar cambios estratégicos del modelo de Vinay and Darbelnet (en Munday 2012:89), podría ser mejor introducir el término habituación en este caso. La palabra manipulación contiene connotaciones negativas, se puede interpretar que el/la traductor/a quiere imponer su poder para cambiar el TF, de una forma superior y/o

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arrogante, mientras la palabra habituación quiere ofrecer más bien un proceso de continuación, de un trabajo que seguirá hasta la norma se haya renovado a un idioma que refleja la igualdad del que queremos también en la sociedad. Luise von Flotow (1997:56) escribe en su libro Translation and Gender sobre este proceso al hablar de la traducción de la Biblia y el enfoque de las traductoras feministas: “In their view, linguistic change is an integral part of cultural change”. En el ejemplo de la traducción de la Biblia dice que “language is clearly assigned wide-ranging socio-political effects:

the male-biased vocabulary used for God is seen to have an important influence on patriarchal social structures that assign authority to human males”(ibid.). Von Flotow (1997:54) menciona el proyecto de un grupo de traductoras dirigida por Joann Haugerud que hicieron una traducción nueva de la Biblia basada en su teoría de Inclusive Language Lectionary, con el propósito de eliminar el sesgo masculino (male bias) usando pronombres neutrales o plurals para establecer un sentido de inclusión mutua. El Inclusive Language Lectionary se puede relacionar con nuestro término de habituación.

Luise von Flotow (1997:53) habla de Gender-conscious translation critisism que está enfocado en la re-escritura y la re-traducción de textos que ya han sido traducidos, pero que el punto de vista crítica requiere una traducción nueva para incluir mujeres y evitar el lenguaje sesgado masculino (male biased language). Afirma que “Feminist revisions of the Bible do not seek to change the content of the text; they are concerned with the language in which this content is expressed” (ibid.). Diferentes métodos han sido usados, por ejemplo usar pronombres neutrales o plurales, o la repetición de un nombre, en este caso Dios, (von Flotow 1997:54) “rather than employ the masculine pronoun he”. Si este trabajo se hiciera constantemente y conscientemente se evitaría la necesidad de re-escrituras futuras en la traducción.

2.3 Español y sueco: sistemas diferentes de género

En la lengua española, y en todas las lenguas románicas, se ve que el género es algo muy presente en la lengua. En sueco no lo tenemos de la misma manera, sino que tenemos un sistema diferente de género lingüístico. Suzanne Romaine escribe en su libro Communicating Gender (1999:67) sobre la investigación del gramatólogo Jakob Grimm que ha intentado determinar el origen del género lingüístico. Explica que el género aparece en la gramática de las lenguas indoeuropeos (que incluyen las lenguas

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existentes en Europa) ya en el siglo XV, cuando Protágoras dividió los grupos de sustantivos del griego en dos clases nombradas femenino y masculino. El término gramatical fue derivado de la palabra latina genus que significaba raza o clase y no tenía relación con la clasificación de los sexos. Pero, en el siglo XIX, dice que el gramatólogo alemán Jakob Grimm, encontró que el concepto de género en la gramática es una extensión metafórica de la percepción cultural del sexo:

Things named by masculine nouns are, in Grimm's opinion, earlier, larger, firmer, more inflexible, quicker, active, movable, and creative; those that were feminine were later, smaller, softer, quieter, suffering/passive, and receptive.

Romaine believes that Grimm's analysis shows a radical belief in male superiority. (Karoubi 2015)

Uwe Kjaer Nissen escribe en su artículo “Aspects of translating gender” (Linguistic Online 2002) sobre el problema que surge en el trabajo de traducir entre dos idiomas que tienen sistemas diferentes de género lingüístico. Nissen (2002:27) explica que esta necesidad de agregar un nombre, o como vemos más adelante en nuestro análisis, un adjetivo como “kvinnlig” para visibilizar el género inclusivo del español, hace que este aspecto se destaca y sobresale mucho más que en el TF:

In this way, this translation procedure not only adds the necessary information but, at the same time, also intensifies the focus on the fact that the referent is a female. Therefore, an apparently 'innocent' supply of information may distort the text in a way that was not intended. Seen from an ideological perspective, the English reader in this case might interpret the stanza to be more related with 'women's matters' or even 'feminism' than was originally intended.

Teniendo la intención de producir un TM con un idioma no sexista, puede por lo tanto complicar la situación al tener que agregar adjetivos como “kvinnlig” para mostrar el género inclusivo del TF. El producto final puede, además de querer visibilizar lo femenino, hasta acabar mostrándolo de un modo demasiado fuerte. Como el español tiene el sistema lingüístico de género muy marcado, y se está obligado a elegir entre la forma masculina o femenina, tampoco sobresale en un texto como lo resulta hacer en sueco. Suzanne Romaine (en Karoubi 1999:21) habla en su libro Communicating gender (1999) sobre el hecho de que los hispanohablantes están obligados a distinguir el estado de género, que las distinciones han sidos “gramaticadas” en el español, donde no

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las son en inglés y tampoco en sueco. Anna Livia habla del mismo fenómeno en su artículo “One Man in Two is a Woman: Linguistic Approaches to Gender in Literary”

(en Holmes & Meyerhoff 2003:157) y explica lo siguiente: “when translating from a language in which there are many linguistic gender markers into a language which has fewer, either gender information is lost, or it is overstated, overtly asserted where in the original it is more subtly presupposed”. La posición de Nissen, Romaine y Livia se relaciona con la de Claramonte y Lefevere, y también se puede ver que el aspecto de género influye en todas las decisiones que tomamos en lo largo de una tradcucción.

Nissen (2002) concluye:

Linguistic categories, like 'gender', may imply many unpredictable factors in the source text that, even to native speakers, may be opaque, and translators are, therefore, frequently forced to come up with solutions in terms of their own ideologically-based knowledge, possibly supplemented by their own intuitions.

The translation of gender, therefore, constitutes a good example for showing that the target text, in comparison with the source text, is always an ideologically enriched text.

Estas declaraciones dan vigencia a un punto de vista en donde la manipulación, en forma de habituaciones, de la lengua podría justificarse. Visto que el proceso de traducción constituye en tomar decisiones, es una maniobra constante que hacemos los traductores, sin considerarlo como un acto. Las razones por qué decidimos escribir una frase u otra, una expresión u otra, son la mayoría del tiempo basadas en una operación inconsciente. Asociándose a la idea de “manipular” puede parecer provocativa, puesto que la cuestión de fidelidad siempre ha sido la noción clave en la traductología a lo largo de la historia, pero en nuestro caso se trata más de concienciar el proceso cognitivo inconsciente para poder tomar decisiones adecuadas a lo largo del trabajo de traducción.

2.3.1 El pronombre genérico

Estudiamos la forma gramatical impersonal, porque es una expresión lingüística donde se ve los restos del lenguaje patriarcal en sueco. En la lengua fuente se expresa la forma impersonal de varias maneras. En sueco se usa frecuentemente la forma man para expresar la forma impersonal. Hay también otras formas de expresarlo, por ejemplo la forma pasiva o reflexiva. En el círculo y ámbito de estudios de género el pronombre

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man ha generado varios debates, que siguen desarrollándose por diferentes medios. Un ejemplo es el artículo “Människa eller Enniska” (“Hombre o persona” [nuestra trad.]) escrito por el investigador de lenguajes nórdicos en la universidad de Lund, Andreas Widoff (Tidningen Kulturen 2014). Widoff propone que en lugar de usar en, opta por un nuevo uso de karl (sustantivo por “hombre”) para sustituir el sustantivo man, y entonces el uso de man como pronombre génerico no tendrá nada que hacer con el sustantivo y la asociación entre man con algo solamente masculino disminuirá. Además dice que la palabra man etimológigamente proviene de la palabra människa, y que el significado no tiene que ver con el género. Gouëffic (1996:9) explica que “Context is to let us know when man means the species, and when it refers only to the male (…). Being man entails being male. It never did, does not now, nor can it ever include femeness, fem, nor the commonalities of rationality, self-reflectiveness, sapienness, etc.”. O sea, decir que människa/man no significa ser hombre, sino ser humano (human) es una declaración que tiene que verse situada en su propia etnocentrismo. El libro de Gouëffic hace visible nociones del idioma que enriquecen el diálogo académico y que desafían las estructuras existentes de la lingüística.

Milles afirma que el pronombre génerico man puede causar problemas para el que quiere usar un lenguaje no sexista. Milles dice (2008:54-55):

El problema de la palabra en este contexto es obviamente su similitud total con el sustantivo man – una persona de sexo masculino. El pronombre proviene históricamente también del sustantivo. Y claro que no es bueno desde un punto de vista de igualdad, que lo masculino representa lo general y lo humano.

Tampoco mejora la situación que es una palabra frecuente, tanto en el habla como en textos escritos. El hecho de que el pronombre man se usa en oraciones que se refieren a un comportamiento normal o un estado general produce un enlace simbólico, no preferido, entre lo normal y lo masculino. [Nuestra trad.]

Señala que la forma objetiva del pronombre es en y que en muchas regiones de Suecia se usa en como forma primitiva en el habla, o sea, en lugar de man, por ejemplo “En borde inte sova, når natta faller på! En borde si på stjärnera...En borde vara två.”(ibid.).

La recomendación de Milles (2008:56) para el pronombre génerico de man es “Seguir usando man. El que tiene en en su forma de hablar puede, en los textos más informales, tratar de usarlo.” [nuestra trad.]. Para saber la opinión actual de Karin Milles (2015) le hemos preguntado por correspondencia electrónica, y nos responde lo siguiente:

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14

En cuanto a tu pregunta específica sobre el pronombre “man” es, como dices,

¡que la situación realmente ha cambiado desde que se publicó Jämställt språk!

La práctica de sustituir el pronombre “man” a “en” se ha extendido mucho y oigo y veo frecuentemente que, sobre todo las estudiantes jóvenes, lo usan – tanto en el habla como en textos. Hay también libros publicados en los que se ve el uso de “en”(por ejemplo en Skamgrepp de Ulrika Dahl). [Nuestra trad.]

Milles (2015) también dice que le parece que casi siempre el intercambio de man por en se hace por objetivos políticos, sobre todo feministas, y que el acto entonces no es apolítico pero, que las experimentaciones lingüísticas que cambian la sociedad nunca lo son.

Al hablar sobre el pronombre de la tercera persona, donde usamos normalmente en sueco han o hon (él o ella) hay muchas más opciones para usar un lenguaje no sexista.

Primero se puede intentar de reescribir la frase para evitar el uso de han génerico. Milles (2008:50) menciona además el nuevo pronombre hen, y dice que se puede interpretar como un préstamo del pronombre neutral del finlandés hän, o como una palabra construida que une los dos pronombres han y hon. Desde que se publicó el libro en 2008 ha cambiado la relación que tenemos los suecos con hen. Ahora se puede ver el uso en textos públicos, y se nota cómo funciona en realidad la habituación. El término de habituación al principio se extiende entre grupos de gente dentro de la esfera en la que, por ejemplo, tienen el objetivo político en común. Después el uso de la habituación sigue extendiéndose a otros grupos, hasta que logra establecerse en la lengua general, o no. Es como vemos en la página web del Consejo sueco de idiomas (www.sprakradet.se 2015) que “al expandirse el uso, aumentan los contextos en los que la palabra se percibe como neutral. Las palabras se establecen mientras más se usan.” [nuestra trad.].

Las recomendaciones del Consejo sueco de idiomas con respecto al pronombre de han genérico también son en algunos casos aplicables en el uso de man. Ejemplos de cómo se puede reescribir la frase para evitar el uso de han genérico (Milles 2008:51-53):

-Repetición de la palabra principal -Usar la forma pasiva

-Reescribir al plural

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15

-Añadir los dos pronombres personales en tercera persona singular, han/hon, es decir, tanto la forma masculina como la forma femenina (tanto él como ella)

-Usar la construcción den som, o sea “el que”, pero el artículo en sueco no tiene género -Usar dirección directa, o sea, dirigirse directamente al lector en forma de tú/usted -Usar den como pronombre neutral de género

En conclusión tenemos la alternativa de usar en en lugar de man, aunque Milles (2008:56) recomienda usarlo solamente en textos informales, y después tenemos la opción de poder hacer una reescritura de la frase en su totalidad para evitar la necesidad de un pronombre génerico. Haciendo una reescritura de la frase usando la forma pasiva es un método que hemos usado en varias situaciones en nuestra traducción (ver el subapartado 3.1). Hellspong y Ledin (2009:70) explica en su libro Vägar genom texten que “muchas frases pasivas tienden a hacer un texto más impersonal” [nuestra trad.].

Cuando una frase es activa tiene un sujeto que realiza un acto en la frase, en una frase pasiva el sujeto se vuelve agente, alguien que es expuesto al acto. En el análisis de textos ésto significa un distanciamiento (Hellspong & Ledin 2009:181). Gunnar Fält (2000:324) explica en su libro Spansk grammatik för universitet och högskolor que “las frases pasivas se perciben como pesados y se presenta sobre todo en el lenguaje escrito”.

Según el Consejo sueco de idiomas (2015 www.sprakradet.se) vemos la siguiente respuesta de la pregunta “¿se puede usar en en lugar de man en textos escritos?

El uso del pronombre en para reemplazar man se ha empezado a expandir en los circuitos conscientes de género. Se usa como pronombre genérico neutral de género, como hen se usa como pronombre personal neutral de género. (…) No hay nada en la lengua que impide el uso de en como forma de sujeto, pero puede alentar diferentes reacciones. Puede parecer dialectal o cargado ideológicamente. El contexto en el que es adecuado utilizar en como forma de sujeto es determinado por la situación de comunicación y los destinatarios pensados. Al expandirse el uso, aumentan los contextos en los que la palabra se percibe como neutral. Las palabras se establecen mientras más se usan, por eso son los usuarios mismos que deciden en que medida quieren contribuir al establecimiento de en como pronombre neutral de género. [Nuestra trad.]

Aquí vemos también que somos nosotros como usuarios de la lengua que determinamos el desarrollo de una nueva norma. Si queremos trabajar por establecer el nuevo pronombre neutral de en, tenemos que empezar a usarlo. Milles (2015) lo reafirma y

(19)

16

dice además que “evidentemente los que no están de acuerdo políticamente reaccionarán y se opondrán al cambio, pero que todos los cambios tienen al principio sus contrarrestares”.

2.3.2 El género inclusivo

Otro aspecto de género que difiere entre las lenguas de este trabajo es el género inclusivo, o sea, que las palabras españolas ya tienen género, y sobre todo cuando se trata de un sujeto y/o objeto, el género se muestra a través de la letra final o se ve en el artículo. Louise Gouëffic (1996:7) habla del fenómeno de nombrar la totalidad por una parte. Esto significa en el caso de gramática incluir lo femenino en lo masculino. Ésto es algo que en general lo damos por sentado sin cuestionarlo.

En el encuentro de los diferentes sistemas de expresar el género lingüístico de sueco y español la traducción se vuelve problemática. En sueco tenemos también el género inclusivo, en algunos casos específicos, como las palabras de identidad personal: títulos profesionales (skådespelare/skådespelerska, en español actor/actriz), empleos o asignaciones de confianza (ordförande, en esp. presidente). Con el uso de éstas podemos también etiquetar personas según el deporte que realiza (simmare, störtloppsåkare, en esp. nadador, esquiador). Las palabras de identidad personal también puede describir alguien según su empleo temporal (inhoppare, finalist, en esp. suplente, finalista).

Algunas de éstas palabras son marcadas lingüísticamente de género o son percibidas así (Milles 2008:35).

Milles (2008:35) dice que hay varias posibilidades de escribir de forma neutral en el que se incluyen mujeres y hombres sin subrayar el sexo. Pero, hay una situación ambigua en cuanto a las designaciones personales, puesto que los que llamamos

“neutrales”, son o derivan de las formas masculinas (lärare-lärarinna, direktör-direktris, frisör-frisörska, författare-författarinna etc. en español profesor-profesora, presidente- presidenta, peluquero-peluquera, escritor-escritora etc.). Las formas femeninas también contienen su problemática propia, dado que muchas de las formas suenan antiguas o exóticas. También se puede notar un tono despreciativo o disminuido en el uso de las formas femeninas, ¿es que una höjdhopperska (saltadora de altura) salta igual de alto como un höjdhoppare (saltador de altura)? ¿escribe una författarinna (escritora) tan bueno como un författare (escritor)? (Milles 2008:40). Hay formas masculinas comunes

(20)

17

que causan otro problema: no existe una forma femenina; brandman, tjänsteman, riksdagsman, fackman etc. (bombero, oficial, diputado, experto etc. términos que en sueco terminan en el morfema “man”, que significa hombre).

El Consejo sueco de idiomas recomienda usar la forma neutral de género si es que la hay (Milles 2008:45). La designación debe ser útil para ambos sexos, y aunque algunos pueden parecer mantener a una categoría de género (barnmorska, brandman, en esp.

partera, bombero) son títulos profesionales que no tienen que ver con el sexo de quien los usa. También recomienda que trabajemos para introducir etiquetas más neutrales, donde la función del título será lo importante y no el sexo. Por ejemplo podemos decir administration o anställd (empleado) en lugar de tjänsteman (oficial), y para riksdagsman (miembro del parlamento) ya usamos el nuevo término riksdagsledamot (ibid.47).

Tomando en cuenta lo que explica Livia (2003:157), que cuando se traduce de un idioma con muchos marcadores lingüísticos de género a un idioma con menos marcadores, o la información de género se pierde, o sobresale de una forma que no corresponde al propósito del TF, vemos que este es el caso con las lenguas de nuestro trabajo.

3 Análisis

En este apartado relacionamos las recomendaciones del Consejo sueco de idiomas para casos de lenguaje que conservan los roles de género que expresan desigualdad con nuestro trabajo de traducción. Determinamos cómo podemos incorporar este aspecto en nuestra traducción. Abajo siguen dos subapartados en los que vemos ejemplos de los TF y TM, primero la forma gramatical impersonal y segundo el género inclusivo de español. Investigamos cómo el marco teórico nos puede ayudar en tomar decisiones conforme a nuestro objetivo.

3.1 Traducir la forma gramatical impersonal

Vemos abajo una lista de ejemplos en donde habría sido fácil traducir el TF con una frase usando man, pero donde hemos intentado encontrar una alternativa que sea lingüísticamente y estilísticamente correcta y que se ajuste a nuestro objetivo. En el proceso del trabajo de traducción se nota la naturaleza de nuestra lengua interna, y que

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la mayoría del tiempo no nos damos cuenta de que primero, uno tiene el lenguaje patriarcal incorporado de una forma tan profunda que cuesta notarlo, y segundo, que es un esfuerzo consciente sacarlo a la luz para poder cambiarlo.

Ejemplos:

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Pero antes de indagarla cabría preguntarse por qué aún resulta chocante que una mujer de 60 años conduzca un taxi en un anochecer frío. (p.1)

Men innan vi utforskar den behöver vi fråga oss varför det fortfarande är lite chockerande att det är en 60-årig kvinna som kör taxin genom den kyliga kvällen.

En español se usa aquí “cabría preguntarse” y vemos que se usa la forma reflexiva del verbo para expresar la impersonalidad. La primera alternativa que nos ocurrió como traducción es “behöver man fråga sig”, siguiendo la forma del TF. Hemos elegido poner un pronombre, es decir, la primera persona plural, en el TM (“vi” - “nosotros”), para evitar el uso de man. Según Milles (2008:52) usar por ejemplo una forma pasiva para reescribir la frase puede hacer que la frase parezca impersonal. En este caso hemos intercambiado la impersonalidad en la frase del TM por una frase con un pronombre personal, significando un aumento en el nivel de personalidad.

Después en la misma frase dice “por qué aún resulta chocante”, que conlleva un problema cultural, dado que en realidad en la cultura meta no pensamos que sería

“chockerande” ver una mujer taxista, las hay. Si hubiéramos traducido sin pensar del género, habríamos escrito “varför reagerar man fortfarande över” (“por qué uno todavía reacciona”). Esta alternativa parece más adecuada, pero contiene man. Podríamos también seguir la línea más personal y seguir con la primera persona plural del pronombre personal “varför vi fortfarande reagerar över” (por qué reaccionamos todavía”), pero entonces tendríamos una repetición de este pronombre vi tres veces en la misma frase y queremos evitar la repetición exagerada. Es casi imposible usar el verbo

“reagera” en esta frase sin usar man o vi. La solución final es añadir el diminutivo “lite”

(“un poco”) al adjetivo “chocante” y usar una reescritura con un sujeto formal (“det”).

Podríamos también argumentar por un uso de la habituación en en este caso. Según Simon (en Munday 2012:199) “fidelity is to be directed toward neither the author nor the reader, but toward the writing project – a project in which both writer and translator participate”. Nuestro “writing project” sería entonces hacer una traducción partiendo de

(22)

19

nuestro objetivo, en donde podemos decir que formamos parte de un objetivo nacional (formulado por las leyes del Consejo sueco de idiomas, ver el subapartado 2.1). Vemos además que en la situación metatextual existen factores de poder, como explica Lefevere (en Munday 2012:194-195), que influyen en el producto final de una traducción. Hay que tomar en cuenta los compradores de nuestros servicios de traducción, los directores editoriales, que forman parte de los que Lefevere llaman mecenazgos (en Munday 2012:194). Si nuestra traducción se publicara debería primero ser aprobada por el cliente. Podemos proponer usar la habituación en substituyendo man, y escribir “varför reagerar en fortfarande”, pero como nuestro objetivo no es tan radicalmente feminista como por ejemplo Lotbinère-Harwood (en Munday 2012:199), que abiertamente interviene y usa solamente formas femeninas, sino que contiene el objetivo de seguir fiel al propósito del TM, queremos primero buscar todas las alternativas menos políticas, antes de incluir las habituaciones.

(2)

(…) incluso aplicándose testosterona en gel, como hizo la filósofa Beatriz Preciado para escribir su Testo yonki (...)(p.2)

Det går till och med att applicera testosteron-gel, som filosofen Beatriz Preciado gjorde när hon skrev sin bok Testo yonki, (...)

Aquí aparece la forma impersonal reflexiva de la LF y en sueco la primera frase que se nos ocurrió fue “Man kan till och med applicera”, pero encontramos la solución con el pronombre impersonal “det” que entonces se convierte en el sujeto formal de la frase.

Hemos entonces usado la alternativa del Consejo de Lenguas de reescritura de la frase entera (Milles 2008: 51-53).

(3)

(…) proponía que en lugar de feminismo, que malévolamente se identificaba como algo “extravagante, asexuado y grotesco”, se hablara de humanismo: (p.4)

(…) att en istället för feminism, som felaktigt uppfattades som något

”överdrivet, avsexualiserat och groteskt”

skulle prata om humanism:

Aquí hemos puesto en y entonces tenemos una situación en donde la jerarquía de los propósitos de nuestra traducción se pone en juego. Por un lado tenemos el objetivo de evitar man, por el otro lado queremos producir un texto que esté dentro de las normas de

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un texto de alta calidad literaria. Poner en es un ejemplo de una habituación, ya que es una alternativa existente como palabra de substitución de man. Es una alternativa recomendada de Milles (2008:56), pero en el año 2008, cuando se publicó el libro, no se recomienda usarla en textos formales. En una correspondencia electrónica, Milles (2015) dice que ha empezado a expandirse el uso también a textos formales, pero que todavía puede causar reacciones de los tradicionalistas. Si vemos la recomendación en la página web del Consejo de Lenguas (www.sprakradet.se 2015), se puede notar que dicen que no hay nada que impida el uso de en, no es incorrecto, sino que depende de la situación de comunicación y los destinatarios pensados si es apropiado o no.

Basándonos en la idea de Claramonte (2007:36) que explica que el lenguaje “transmite y legitima muy sutilmente los modelos dominantes y excluye otros” podemos ver que el uso de la palabra man es una expresión de la lengua dominante (patriarcal), e introducir el pronombre en no es más político que usar man, sino que es una expresión de otra lengua no dominante (la lengua no sexista). Teniendo en cuenta lo que dice Hurtado Albir (2013:617) acerca de que “la traducción no puede ser una actividad neutra”, elegir entre man y en no es un resultado de un objetivo político, sino de un acto de hacerse consciente del hecho de que no elegir, también es elegir. En este caso el “no elegir”

generalmente es una decisión inconsciente, que se explica por la socialización cultural y el etnocentrismo (y androcentrismo), que vemos en los estudios de antropología (Hylland-Eriksen 2000:23).

(4)

Para muchas mujeres, esa proyección pertenece al imaginario propio de quien se viste y maquilla para ella misma, e incluso para otras mujeres. (p.10)

För många kvinnor tillhör den här projektionen uppfattningen att den som klär sig och sminkar sig gör det för sin egen skull eller till och med för andra kvinnor.

Aquí “att man klär sig och sminkar sig för sin egen skull” suena más simple y directo, pero en realidad la traducción elegida es más correcta y más cercana al TF. El TM podría haber tenido muchos más man, es una palabra muy frecuente, como dice Fält (2000:324) “una construcción impersonal en español con se + verbo en tercera persona singular, muchas veces corresponde a expresiones suecas con “man” o una forma pasiva”[nuestra trad.]. Man es muy fácil de usar, a veces parece que lo usamos sin necesidad. Es algo que se nota estando atenta y presente en el proceso cognitivo durante el trabajo de traducir y revisar un texto. Un texto resulta ser más directo sin poner man,

(24)

21

dado que es un pronombre generalizador. Si cambiamos el pronombre genérico a un pronombre directo, significa que el estilo del texto resulta ser más directo. Cuando se dice por ejemplo “det behöver man nog göra” (“se necesita hacer”), en lugar de decir

“det behöver jag/du/han/hon/vi/ni/de nog göra” (“necesito/as/a(amos/ais/an hacer”) la dirección del texto resulta ser más directa. Hellspong & Ledin (2009:173-175) explican que “se produce un deslizamiento de la referencia a man, puede significar diferentes personas en diferentes situaciones. Entonces puede ofuscar el enunciado.” [nuestra trad.]. La referencia a man puede ser un grupo indefinido de personas y el autor de un texto puede usar esta generalización para evitar tomar responsabilidad de una declaración (Hellspong & Ledin 2009:174). Podemos ver también en el siguiente ejemplo cómo los pronombres personales y/o genéricos cambian la dirección del enunciado.

(5)

“La igualdad está muy bien, pero para conseguirla es necesario saber que hombres y mujeres parten de lugares distintos”(p.11)

“Jämställdhet är jättebra, men för att uppnå den är det nödvändigt att förstå att män och kvinnor utgår ifrån olika lägen”

Aquí se usa la forma infinitivo simple del verbo para expresar la impersonalidad “para conseguirla”, y el infinitivo compuesto de “es necesario saber” también expresa impersonalidad. Podríamos haber escrito “men för att man ska uppnå den behöver man förstå (...)”, eller “ men för att den ska uppnås behöver man förstå (...)”, en la primera frase con el pronombre genérico dos veces y en la segunda frase una forma pasiva y después el pronombre genérico. El resultado final de la traducción está más cerca del TF. Hemos puesto un sujeto formal (“det”) con una frase subordinada con “att”, siguiendo la gramática del TF. El ritmo del sueco está un poco enredado, la frase es correcta y suena más formal que el tono en el TF, pero funciona con nuestros objetivos:

no usar man y tener un nivel literario adecuado.

Ahora vamos a ver cuatro ejemplos (número seis a nueve), en los que hemos traducido la forma impersonal del TF a una forma pasiva en el TM. Hellspong y Ledin (2009:70) escriben que muchas formas pasivas hacen que se convierta en un texto más impersonal.

Fält (2000:324) reafirma que las formas pasivas parecen más pesadas que las activas.

Traduciendo la forma impersonal del TF a una forma pasiva en el TM puede entonces causar un distanciamiento entre el TM y el/la destinatario/a. El querer mantener la

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22

estructura interpersonal que existe en el TF justifica el uso de la habituación en, significando que el nivel de personalidad/impersonalidad en el TF se traslada al TM.

Sin embargo, la forma reflexiva impersonal del español tampoco tiene una dirección muy específica. Pero sigue siendo una frase activa. Si vemos el ejemplo siguiente, una declaración más directa sería por ejemplo “escuchamos a menudo”.

(6)

“El feminismo ha fracasado”, se escucha a menudo. (p.11)

”Feminismen har misslyckats” hörs det då och då.

La primera alternativa que se nos ocurrió fue “Hör man då och då”. Hemos optado por el uso de la forma pasiva del verbo en el TM.

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En un registro más pretencioso se alude a

“revolución fallida” (p.11)

Uttryckt på ett mer pretentiöst sätt talas det om ”en förspilld revolution”

Otra vez la forma reflexiva en español, y en sueco se nos ocurrió “talar man om” como primera alternativa. Podríamos poner en, “en talar om en “förspilld revolution””, y entonces será una habituación. Con la solución de la forma pasiva “talas det om”

evitamos la necesidad de un pronombre genérico.

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“Son semillas que plantamos, y esperamos que disminuya la desigualdad si nos dejan desde arriba”(p.15)

”Det här är frön som vi sår och som vi hoppas ska minska ojämställdheten, om det tillåts uppifrån”

Aquí tenemos una frase donde se usa la tercera persona plural en el TF para explicar el grupo “desde arriba”, el poder, el gobierno, el grupo indefinido con quien se ve contrapuesto. En sueco solemos expresar este grupo con el pronombre génerico man.

“(...) om man tillåter det uppifrån”. Se podría traducirlo muy literalmente y decir “(...) om de tillåter det uppifrån”, pero entonces se vuelve muy directa la declaración y no solemos señalar tan directamente “ellos”, porque aumenta la brecha política entre nosotros y el grupo mencionado, puede parecer demasiado fuerte. Hemos optado por la solución en pasiva “om det tillåts uppifrån”, que también señala la distancia a este grupo indefinido, pero evitando man y evitando que sea demasiado directa.

(26)

23

(9)

(…) que las nuevas plataformas de izquierdas no hablen de los problemas de la mujer. (p.17)

(…) att det inte talas om kvinnors problem inom de nya vänsterrörelserna.

Aquí se podría poner “att man inte talar om kvinnors problem inom de nya vänsterrörelserna”, o se podría haber usado en en lugar de man. Si miramos la frase en el TF vemos que otra vez se usa la tercera persona plural, y sería literalmente “att de nya vänsterrörelserna inte talar om kvinnors problem”. En este caso vemos que se convierte en una metáfora donde “vänsterrörelserna” se personaliza y tiene una voz por sí solo.

Pero en este caso suena mucho mejor usar la expresión “inom vänsterrörelserna” y entonces es necesario tener un pronombre personal/impersonal con el verbo “tala”.

Nuestra solución es usar la forma pasiva con el sujeto formal “det”. En conclusión vemos que muchas veces se puede reescribir la forma impersonal del TF a una forma impersonal pasiva en el TM, teniendo en cuenta que puede causar un distanciamiento entre el texto y el lector, o entre las voces y los roles intertextuales (Hellspong & Ledin 2009:173).

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Los más delicados denominan al fenómeno la utopía feminista. El elevado precio de la libertad que han tenido que pagar las mujeres, dicen. (p.12)

De mer belevade kallar fenomenet för den feministiska utopin. De säger att det är det höga pris som kvinnor får betala för sin frihet.

Cuando se habla de un grupo indefinido, lo normal sería usar “säger man” en el TM (“Det är det höga pris kvinnor får betala för sin frihet, säger man”, entendido bajo la línea “dice la gente en este grupo”). En esta frase el grupo está definido como “los más delicados”, aunque se clasifica como un grupo bastante indefinido todavía. Se podría usar la forma pasiva también “sägs det”. Hemos optado por la forma personal, lo cual está más cerca del TF también y añadir el pronombre “de” (ellos), lo que hace que la declaración sea más directa (Hellspong & Ledin 2009: 174).

(11)

“uno tiene que estar comprometido con su

oficio, nunca haré un personaje que no ”en behöver vara engagerad i sitt yrke, jag

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exista” (p.22) skulle aldrig spela en overklig roll”

Aquí hay un ejemplo donde hemos optado por usar en, en forma de una habituación.

Podríamos haber puesto “jag behöver vara engagerad i mitt yrke”, o tal vez “vi behöver vara” pero hubiera sido una manipulación más fuerte del TF. Otra alternativa podría ser

“Det är nödvändigt att vara engagerad” (“es necesario estar comprometido”), pero entonces se nota el desplazamiento de la dirección del enunciado. En el TF hay una cercanía entre las dos frases, separadas por el coma, que se perdería sacando el pronombre genérico en el TM. La persona que pronuncia esta frase se incluye en el pronombre “uno”. Usar la habituación en en esta frase en el TM también corresponde al contexto pragmático del TF. Las mujeres entrevistadas en los perfiles del TF se relacionan con el movimiento feminista y en la cultura feminista sueca ya se usa el pronombre en, tanto en el habla como en los textos escritos (Milles 2015).

3.2 Traducir el género inclusivo

Abajo vemos ejemplos de nuestro texto en donde se ve el género inclusivo de la LF y cómo hemos elegido traducirlo.

(12)

y el fenómeno de las diosas del pop mejor pagadas de la historia (p.3)

och fenomenet med de mest välbetalda kvinnliga popstjärnorna i världshistorien

En este ejemplo tuvimos la opción literal de traducir a “de mest välbetalda popgudinnorna” lo cual era nuestra alternativa preferida. Hablando de la palabra

“diosa”, pensamos que este es un caso en el que la forma femenina no conlleva rasgos de desprecio o disminución, sino que “gudinna” puede ser una palabra donde la femineidad es reforzado, y sus cualidades apreciadas. Sin embargo, usando la forma más neutral de “popstjärna” seguimos las recomendaciones del Consejo de Lenguas (Milles 2008:45).

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Sobria y eficaz, representa a la generación a la que tanto costó ser ciudadanas de primera (p.4)

Sansad och effektiv representerar hon en generation kvinnor som fått kämpa sig till sina medborgerliga rättigheter

(28)

25

En este caso hemos optado por reescribir la frase entera, y el género inclusivo de “ser ciudadanas” no se ve en el TM como “kvinnlig medborgare” sino hemos puesto

“kvinnor” ya como objeto de la frase principal, que en el TF es “la generación”.

Pensamos que nuestra solución, según lo que dice Nissen (2002:27) sobre el hecho de que la traducción del género inclusivo muchas veces hace que la noción de género sobresalga en el TM, es la alternativa en la que el género se nota sin resaltar demasiado en el texto.

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Y aunque el número de mujeres que presiden Gobiernos sea aún residual, políticas como la brasileña Dilma Rousseff o la ex primera ministra islandesa Jóhanna Sigurdardóttir están definiendo un nuevo estilo de liderazgo femenino. (p.5)

Även om antalet kvinnor på ledande regeringsposter fortfarande är få, visar kvinnliga politiker såsom brasilianska Dilma Rousseff och Islands före detta premiärminister Jóhanna Sigurdadóttir prov på nya former av kvinnligt ledarskap.

En este ejemplo la noción de género se muestra a través de diferentes palabras: mujeres, políticas, brasileña, primera, ministra, islandesa, y femenino. El texto fluye sin repeticiones ningunas. Pero en el TM se ve el género correspondiente a través de:

kvinnor, kvinnliga och kvinnligt. El número de palabras en donde se ve el género son menos en el TM, pero, la única palabra que tenemos es diferentes formas gramaticales del morfema “kvinna”. En este caso podríamos en realidad quitar “kvinnliga” antes de

“politiker”, dado que se entiende del contexto que se habla de políticas. Entonces la decisión está en línea con las recomendaciones del Consejo de Lenguas (Milles 2008:45) de usar la forma neutral en las situaciones donde no sea necesario distinguir el género.

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Pero ¿por qué el 60% de las profesionales – cifra que Susan Pinker refleja en su libro La paradoja sexual– rechazan ascensos y optan por flexibilidad laboral? (p.6)

Varför tackar då 60 % av yrkesarbetande kvinnor nej till att bli befordrade för att istället välja flexibla arbetstider? Det är en siffra som Susan Pinker reflekterar över i sin bok The sexual paradox

(29)

26

En este ejemplo “las profesionales”es el sujeto de la frase y la traducción sería

“yrkesmän” o “fackmän”. Si vemos en el diccionario de Norstedts spanska ordbok (1999) también hay “yrkeskvinna”, que podría calificarse como una habituación en este caso. En nuestra alternativa de traducción hemos elegido transformar el substantivo

“profesional” al adjetivo “yrkesarbetande” que determina el substantivo “kvinnor”. Es una alternativa donde hemos optado por la reescritura frente a usar la habituación, suponiendo que no produce la exageración del TM que hubiéramos tenido usando

“yrkeskvinnor”. Podríamos además excluir por completo el adjetivo “yrkesarbetande” y escribir solamente “kvinnor”, dado que en la cultura meta se supone que una fuerte mayoría de las mujeres trabajan, pero entonces nos hubiéramos alejado bastante de las connotaciones de “las profesionales” del TF.

(16)

Hay que adquirir de una vez por todas la seguridad en una misma (p.10)

Kvinnor behöver en gång för alla börja tro på sig själva

La sútil expresión de género en el TF de “una misma” es un ejemplo de lo que habla Livia (2003:157) cuando explica que al traducir de una lengua con muchas marcadores de género a una lengua con menos marcadores, o la información de género es perdida, o es exagerada en un modo abiertamente afirmado, en casos en las que en el original se presupone más sutilmente.

(17)

Fue de las primeras en conducir un taxi por Madrid (p.18)

Hon var en av de första kvinnliga taxiförarna i Madrid

En este ejemplo no hubiéramos podido dejar fuera “kvinnliga” en el TM, porque entonces la frase no hubiera significado lo mismo, hubiera sido una información falsa.

No fue entre los primeros de conducir taxis en Madrid, sino fue una de las primeras mujeres de conducir un taxi en Madrid.

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